Crónicas
Arde Bogotá en Bilbao: La eterna juventud
«Si esta es la eterna juventud de hoy en día, Arde Bogotá merecería llenar hasta pabellones. De sentar cátedra.»
21 mayo 2022
Sala Sonora, Erandio (Bizkaia)
Texto y fotos: Alfredo Villaescusa
Mucho se ha despotricado contra las nuevas generaciones durante la pandemia, que si eran unos irresponsables y demás, no hace falta repetir esa cansina cantinela. Otros censuran su falta de profundidad o que andan aborregados debido al uso desmedido de redes sociales y otros instrumentos de control. Quizás todo se reduzca a la típica rivalidad entre padres e hijos, o millennials contra pollaviejas, como se suele llamar ahora. No hace falta recordar que cuando surgieron grupos como The Beatles o Led Zeppelin, los más mayores consideraban que aquello no era ni música, sino puro ruido. Lo que son las cosas.
El respeto se gana con hechos probados y constatados ante los que no cabe discusión alguna. Es el caso de los cartagineses Arde Bogotá, que llevan un tiempo despuntando en el panorama patrio y en el circuito festivalero con su primer larga duración ‘La noche’. Un servidor les descubrió en el Sonorama del 2021 y desde entonces nos hemos convertido en fan irredento por su capacidad para sonar como debería hacerlo el rock del siglo XXI, añejo y a la vez moderno. Como ya dijimos entonces, demasiado se ha manoseado la etiqueta del indie rock, pero pocos grupos existen a los que se les pueda aplicar un término tan volátil con justicia.
Hacía eones que no acudíamos a un bolo a la sala Sonora de Erandio (Bizkaia), alejada durante una larga temporada de las giras que antaño acogía cada dos por tres. Al llegar nos sorprendió también no conocer a ninguno de los asistentes, algo bastante curioso, porque es que no parecía tampoco haber muchos medios cubriendo el evento, diría que foteros estábamos solo dos.
El caso es que nos chocó encontrar un recinto abarrotado hasta los topes, con indiscutible mayoría femenina y con ese clásico perfil de gente pudiente de la margen derecha vizcaína. No obstante, no hay que dejarse llevar por los prejuicios, puesto que nos acogieron con educación y una chica hasta nos cedió su sitio para poder realizar fotos con comodidad. Pensábamos que estaríamos cuatro y el del tambor y nos topamos con un ambientazo de peña que se desvivía por completo por la música. Los buenos de verdad.
Bastó que Arde Bogotá se arrancara con “Dangerous” para que el personal diera saltos y flipara como si estuviera viendo a The Rolling Stones por lo menos. Subieron hasta la estratosfera con un temazo del calibre de “Cariño”, que nada tiene que envidiar a Arctic Monkeys o Franz Ferdinand, y mantuvieron el subidón con “Tan alto como tus dudas” o “Tijeras”, en la primera nos toca de lleno esa referencia en la letra al eterno Johnny Ramone.
La actitud en una banda dicen que es todo y en este aspecto se torna fundamental, pues demuestran su voluntad inequívoca de comerse el mundo, aparte de que se nota que se toman los directos con la seriedad de los auténticos profesionales, sin importar si esa noche hay cuatro gratos o ingentes multitudes. Que por sus excesivas poses pueden ir un poco de estrellitas, vale, pero siempre será mejor eso a los cutres que salen a escena con la tranquilidad del que toca en el salón de su casa.
El vocalista ya desde el comienzo subrayó los momentos oscuros “en la noche de los millennial” y apeló a “la puta juventud” que poblaba la sala, aquel no iba a ser lugar para viejos, por lo menos de espíritu. El himno generacional “Millennial” cursó en su pleno esplendor, con esas letras curradísimas, poéticas y hasta provocativas cuando hablan de cargarse el rock. El respetable gritó a pulmón lo de “Ten fe, confía en mí y mañana lo arreglamos”. Como si estuvieran en un festival ante miles de personas.
“El dorado” constató que el disco ‘La noche’ posee muchas joyas ocultas, esta es una de ellas. Y “Big Bang” les acerca hacia la ampulosidad de los U2 del ‘Achtung Baby’, pero sin descuidar tampoco las guitarras potentes. Por su desmedida afición a elevar los mástiles casi hasta podrían ser seguidores de The Hellacopters y otros combos escandinavos.
No podemos dejar de enfatizar que gozaron de un sonido impresionante, cristalino y a la vez con esa garra que te hace recordar sus directos durante largo tiempo. Lo único que no nos convenció en exceso fue su impactante versión del “Mi carro” de Manolo Escobar, un vacile al que llevan por completo a su terreno con bastante mala leche. Hubo bailes agarraos por ahí, así que este arrebato folclórico debió molar lo suyo a la mayoría.
“Quiero casarme contigo” reveló lo mucho que su repertorio está ya incrustado en las mentes de sus parroquianos y por eso se entonó a un volumen que hasta acojonaba, los ánimos andaban por las nubes, ya lo hemos dicho. Y “La noche” no disminuyó el frenesí en las gargantas con su rollo Arctic Monkeys total.
Con un respetable que comía tanto de la mano del grupo, no extrañó que el vocalista y guitarra se bajara del escenario a darse un baño de masas y consiguió el efecto deseado al lograr un séquito que saltaba y bailaba a su alrededor. Un tema sobre la esperanza como “Exoplaneta” bajó las revoluciones, a la par que nos indicaba que nos acercábamos ya al final.
Prometieron regresar con más canciones, pues un disco y un EP tampoco dan para tirarse horas y horas, pero dosificaron fuerzas con acierto y facturaron un repertorio muy bien estructurado. En este sentido, sobresalió “Antiaéreo”, su primer single, un derroche de electricidad con cabeza que se podría colocar a la altura de cualquier conjunto internacional.
Otorgaron la puntilla con un “Abajo” inmenso que terminó de desatar el fervor de la multitud y confirmar que su conexión con los asistentes era abrumadora. Y pensábamos que este grupo nos gustaba solo a cuatro frikis. “Me ha encantado” era el comentario más recurrente entre los que salían con la satisfacción absoluta de haber empleado el tiempo de una manera más que productiva. Si esta es la eterna juventud de hoy en día, Arde Bogotá merecería llenar hasta pabellones. De sentar cátedra.
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1 comentario
Extenso resumen hacia el gran concierto que se marcó esta buena banda como son ARDE BOGOTÁ en dicha localidad vizcaina.