Crónicas

Ciclocéano en Madrid: Noche ecléctica de rock, pop e indie

«Con este show, la banda alcanzó una línea de meta más»

25 enero 2019

Sala Boite, Madrid

Texto; Yorgos Goumas. Fotos: Charly Rock N' Roll

Poder moverse con soltura y sin prejuicios entre el pop y el rock no es un reto fácil, y está al alcance sólo de aquellos que se hayan empapado y aprendido bien de ambos. Esta es la conclusión que saqué después de escuchar ‘Líneas de Meta’ el debut de Ciclocéano, el cuarteto madrileño compuesto por el vocalista/guitarrista/actor Antonio Curros (también curtido en el género de los musicales como “El Rey León”), Xavi Igual (exguitarrista y productor de Skunk D.F.), Fer Vilar (ex bajista de la banda de ska-punk Oferta Especial) y el batería Adri Espinosa (Sin in the Flesh).

Nos presentaron de manera oficial su debut - editado el pasado mes de noviembre - en la céntrica sala madrileña Boite Live acompañados por Julio Martín en los teclados, y arrancaron con “El Manual”, un tema que representa perfectamente el abanico sonoro del combo: rasgueos guitarreros a lo U2 que alternan con partes más pausadas y un estribillo potente, casi épico. Para “Mi propia nave espacial” incluyeron una parte del clásico de Chris Isaac “Wicked Game”, ya que guardan ciertas similitudes, aunque el tema de Ciclocéano casi invita al bailoteo más bien. “Viaje temporal” es otro tema con guitarras a lo The Edge (U2) que fue seguido por la primera versión de la noche: “The Best” de Tina Turner, tema que, debido a su lujosa producción en la versión original, quedó algo deslucido aquí.

“Líneas de meta” es un corte de medio tiempo, pero el ritmo volvió a intensificarse con la primera parte del ‘Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’ de ya sabéis quienes, que fue seguido por “Para Volvernos a Encontrar” con esa línea de piano tan… pizpireta.
El momento más curioso de la velada llegó cuando empezaron a tocar la power balad “Life Eternal” de los amados y odiados por partes iguales, Ghost, una prueba más de su eclecticismo musical que enlazaron enseguida con “Tarde pero aprendí”, que recuerda a unos Stone Temple Pilots en sus momentos tranquilos. El momento más emotivo de la velada llegó cuando invitaron al compositor de la balada “Lo invisible”, el actor de doblaje Álex Saudinós, a que que cantara con el único acompañamiento de una guitarra acústica y la luz de los móviles de los asistentes. “Nada especial”, con sus toques de reggae y las guitarras aceleradas, y “Cianuro”, el tema más bailable, entre el funk y el new wave (y con stagediving por parte del vocalista incluido) sirvieron como broche final del bolo, aunque para el bis tenían una última versión: “Cochise” de los Audioslave.

Con este show, la banda alcanzó una línea de meta más, y esperemos que tengan muchas más por delante.

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Esta entrada fue escrita por Yorgos Goumas

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