SOTO

Origami

InsideOutMusic (2019)

Por: David Esteban

10

'Origami', o papiroflexia para los no avezados en las artes japonesas, es el título de la tercera obra de la banda SOTO, o lo que es lo mismo, otro más de los incalculables proyectos en los que el norteamericano Jeff Scott Soto se encuentra enfrascado. Infatigable trabajador e irritante “culinquieto”, no hay mente humana capaz de retener todas y cada una de las bandas en las que este señor ha participado: Yngwie Malmsteen, Axel Rudi Pell, Talisman, Alex Masi, Takara, W.E.T, Sons of Apollo, por citar algunas, nutren, como sabéis, el currículum del vocalista. Desde luego que tal bagaje es una garantía a cambio de pagar el precio de las consecuencias del desarraigo grupal.

Divagaciones aparte, estamos ante una nueva e interesante obra que esconde a uno de nuestros mejores y más internacionales guitarristas, Jorge Salán, quien luce con luz propia durante todo el álbum. 'Origami' ofrece lo que Scott Soto ha venido realizando desde hace ya algunos años, es decir, desmarcarse, en cierta medida, de lo que es el heavy-hard melódico que le hizo famoso. Con cierto aire moderno, este nuevo álbum genera incluso sutiles diferencias con sus dos predecesores, 'Inside the Vertigo', de 2015, y 'Divak', de 2016, pues cortes como la inicial “HyperMania” o la que da título al disco, “Origami”, otorgan al cómputo general de la obra un seductor y atractivo aura sonoro contemporáneo. Con tales premisas, desde luego que no resulta un disco de fácil escucha; requiere de tiempo y esfuerzo para que el oyente pueda percatarse de todos y cada uno de los detalles del mismo. Piezas más complejas como “Give in to Me”, “Vanity Lane” o “Detonate” (Sons of Apollo ha dejado huella en el líder de la banda), contrastan con la cadencia y pesadez de “BeLie” o la mayor contundencia  melódica de “KMAG”.

Si lo que buscamos es sonoridad más acorde al pasado clásico del vocalista, la encontraremos con las fantásticas “World Gone Colder” y “Dance with the Devil”, esta última especialmente inspirada a todos los niveles. Mención aparte merece “Torn”, un delicado y sublime medio tiempo que progresa rodeado de sintetizadores y las siempre hipnóticas guitarras del binomio formado por BJ (proveniente de la banda Tempestt) y nuestro madrileño guitarrista. Más experimental e innovadora sin llegar a cotas de hastío se muestra “AfterGlow”, una pequeña píldora compuesta por grandes dosis de “flow”. En definitiva, un disco fantástico que requiere su dedicación y donde tanto Jeff Scott Soto como Jorge Salán afianzan su unión para ofrecernos una notable obra de moderno y exquisito heavy/hard melódico.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Siempre que un gran vocalista publica un nuevo álbum ya sea en solitario o con cualquier otro proyecto es sinónimo de calidad y este nuevo es un gran ejemplo de ello. Es un placer tener desde el año pasado ese discazo como es Sychotic Symphony de SONS OF APOLLO.

  • Rocky & Rolly dice:

    Un gran vocalista se caracteriza por adecuarse a cualquier estilo, rock, soul, metal y manejarse con gran solvencia. Es el caso de Glenn Hughes, Freddie Mercury, etc. Jeff Scott Sotto sigue el camino de estos dos monstruos aunque el bueno de Jeff no ha tenido el éxito que por su curriculum y su maestría merece.

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