Sons Of Apollo

Psychotic Symphony

Inside Out Music (2017)

Por: Roberto Villalba

9

Cuando en un mismo trabajo se reúnen músicos de la talla de Jeff Scott Soto (voz), Ron Thal “Bumblefoot” (guitarras), Billy Sheehan (bajo), Mike Portnoy (batería) o Derek Sherinian (teclados), pocas cosas pueden salir mal.

Estos cinco virtuosos se han marcado un fenomenal disco de metal progresivo con influencias del hard rock clásico. Además han conseguido pasar con éxito la prueba de fuego que suponía el no sonar como una copia de Dream Theater.

“God of the Sun” inicia el trabajo con un comienzo a lo Rainbow en este corte de más de once minutos de duración. Después de una parte intermedia más pausada, la cosa cambia con la furiosa batería de Portnoy y el gran estribillo melódico que se marca Soto. Los teclados de Sherinian toman gran protagonismo en “Coming Home”, que recuerda en cierta medida a los trabajos de Soto en solitario, aunque también tiene algo de Rush. Sin duda estamos ante uno de los mejores temas del redondo. “Sings of the Time” es un tema experimental donde todos demuestran su maestría con sus respectivos instrumentos, en especial destaca el trabajo de guitarra de Bumblefoot, muy al estilo de Satriani o Vai. Tema también extenso el que encontramos en el sinfónico “Labyrinth”, donde los juegos de guitarras y teclados nos trasportan a otra dimensión, y las tonalidades melódicas de la voz de Soto la hacen más digerible para oídos no tan acostumbrados al progresivo.

El tema más convencional del disco viene de la mano de “Alive”, resultando ser un medio tiempo de gran estribillo melódico y genial solo de guitarra con influencias a Satriani nuevamente. “Lost in Oblivion” tiene un aire a esas composiciones ampulosas a lo Symphony X. La machacante sección rítmica de Sheehan/Portnoy la convierten en la más metalera de todo el trabajo. La instrumental “Figaro´s Whore” es un minuto de puro virtuosismo por parte de Sherinian que nos introduce a “Divine Addicition”, corte con unos teclados Hammond al más puro estilo del desaparecido Jon Lord. Todo el tema parece ser un homenaje a Deep Purple y seguramente entusiasmará a los rockeros más clásicos. Se despiden con “Opus Maximus”; una magna obra instrumental donde cada músico vuelve a brillar y con multitud de matices a descubrir en cada escucha. Quizás sea el tema con más similitud a esas piezas instrumentales de los Dream Theater más progresivos.

Los descendientes del Dios Apolo nos dejan este fantástico debut. Un trabajo donde se aprecia la holgada experiencia de sus componentes; con una música progresiva con toques del hard rock más clásico que elevará a la banda desde el lúgubre inframundo al Olimpo del metal.

Redacción
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