Motörhead

Bomber (Reedición)

BMG (2019)

Por: Jorge Bobadilla

10

Quienes nos enganchamos a la locomotora de Motörhead en mitad de su trayecto, sea por generación o cualquier otro motivo, crecimos escuchando muchas de las canciones que vuelven a la vida con esta reedición de ‘Bomber’ en los conciertos, donde la cara que mostraban “Dead Men Tell No Tales” o “Stone Dead Forever” ahora nos parece una versión acelerada de la realidad.

No en vano Lemmy se quejaba de no haber podido tocar las nuevas canciones en directo antes de grabarlas, como habían podido hacer con las de ‘Overkill’, que vieron la luz medio año antes. Pero así fue 1979 para Motörhead, no había tiempo para descansar, como podemos leer en las páginas que acompañan esta reedición de otro de los discos clave para entender la unión que encarnó la banda de Killmister para todas las tribus que se reúnen alrededor de una guitarra (al menos), un bajo y una batería. Precisamente en esas páginas descubrimos más de la historia de la banda con las palabras de Simon Sessler, amigo personal de Lemmy, que nos ayuda a situarnos en aquel agitado 1979, y de Adrian Chesterman, creador de una de las mejores portadas de una discografía que no carece precisamente de portadas a destacar.

Subrayo de su historia cómo fue Lemmy el que propuso retratar un bombardero alemán porque: “Los malos tienen la mejor mierda”.

Las manos del afamado productor Jimmy Miller dieron forma, cuando su adicción a la heroína lo permitía, a un nuevo disco de los “Fast” Eddie Clarcke, al que incluso escuchamos hacerse con el micrófono en “Step Down”, Phil “Philty Animal” Taylor y Lemmy Kilmister, el trío originalmente propuesto para entrar este año en el Salón de la fama del Rock and Roll, al que posteriormente (y con justicia) se ha añadido a sus sucesores.

Los clásicos que volvemos a disfrutar con una sobresaliente calidad de sonido, de “Dead Men Tell No Tales” y su curioso mensaje anti-heroína contrastando con el hábito del productor, a “Poison”, y de “Stone Dead Forever” a la propia “Bomber”, se ven acompañados por la que puede ser la parte más interesante de esta reedición para quienes ya conocíamos la obra original. Se trata del brutal directo ‘Sharpshooter’, grabado en Le Mans el 3 de noviembre de aquel ya mítico año 1979.

La crudeza y ausencia de artificio que caracterizó a la banda se muestra de la forma más directa en una descarga inapelable desde el “Overkill” inicial hasta el clásico cierre con “Motörhead”. Pero tanto he disfrutado de este directo y tanto sé que te hará disfrutar de la esencia más rotunda del rock (así, sin prefijos ni sufijos) con ese sonido que nos sitúa en la época y los impagables comentarios entre temas, que destacaré también cómo se nota que el trío estaba disfrutando sobre un escenario que pisaba por primera vez.

Ya el directo merece la pena de por sí, así que, sea para reponer el maltratado vinilo original que guardas en la estantería, o para disfrutar del lujo de esta reedición y el directo, no hay fallo con este bombazo que certificó lo que le esperaba al mundo durante los siguientes cuarenta años. Se llamaban Motörhead y tocaban rock and roll.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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