Jorge Salán
20 años no son nada
A New Label (2020)
Por: Javier Díaz Plaza
8.5
Jorge Salán grabó las guitarras de su disco ‘Madrid/Texas’ en un armario: colocó un amplificador dentro de la ropa y pasó un micrófono por encima de la percha para captar el sonido. Ese álbum de 2015, inspirado en la road movie ‘Paris, Texas’ de Wim Wenders, es el punto de partida del documental ‘20 años no son nada’, que profundiza en la última parte de la carrera, hasta la fecha, de este genial músico madrileño.
Para disfrutar este documental no hace falta ser su fan acérrimo, cualquier melómano está invitado a esta clase magistral de rock, blues, funk, jazz o hasta flamenco que, durante una hora, cuenta con otros fenómenos, de aquí y de fuera, como Jeff Scott Soto, Joe Lynn Turner, Dee Snider, Fortu o Mike Terrana.
Si yo fuera Jorge Salán no podría ver el documental sin emocionarme o, al menos, ruborizarme al escuchar los piropos que le dedican estos genios de la música. “Asombroso” es lo más suave que le lanzan aquellos que han compartido escenario con él por todo el mundo. Porque la cinta arranca en Madrid, con el ‘Pirulí’ de fondo, pero viaja hasta rincones donde también ha formado una colonia, como Cuba, Ecuador, Colombia. México, Brasil o Finlandia. La parada más especial, por sentimental, es Almonacid de Zorita, un pequeño pueblo de la Alcarria donde conoció a sus mejores amigos y se empapó de naturaleza.
Salán es un currante de la música, un tipo persistente e inquieto educado en los valores del esfuerzo y el sacrificio. “Alguien que ha intentado dar cada paso con honestidad”, como él mismo se define en este filme incluido en su nuevo trabajo, 'Tempus'. Su talento con la guitarra es un don que descubrió cuando apenas tenía 8 años. Tan precoz como virtuoso, es un tipo capaz de cascarse un concierto de puta madre con Joe Lynn Turner (Rainbow, Deep Purple), en un Leyendas del Rock ante 10.000 personas, sin haber ensayado nunca con la banda. Esa gesta está al alcance de muy pocos elegidos.
Quizá ser un gran admirador de Paco de Lucía le permita jugar con ventaja: al maestro le dedicó una canción en su disco ‘Graffire’ (2016). Bebe de tantas fuentes que es, de pleno derecho, un artista camaleónico: tan pronto toca blues con un elegante sombrero como se pasa cuatro días con Soto en alta mar, a bordo del crucero Monsters of Rock Cruise, donde coincidió con Extreme, Steve Vai, Doro o Dan Reed.
‘20 años no son nada’ es una radiografía de estas intensas vivencias de Salán, un dietario de sus viajes con la guitarra a la espalda y enfrascado en mil proyectos de todos los colores. “Nunca he llegado a un punto en esta profesión de poder relajarme. Nunca he podido decir tengo un par de éxitos y vivo autocomplaciente el resto de mi vida”, afirma el incansable artista. Puede que nunca alcance la fama mediática que merece, pero como dice Kutxi Romero (Marea), “en 20 años preguntarás en Kuala Lumpur por un guitarrista español y dirán Jorge Salán”.
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2 comentarios
Sin duda otro gran álbum del maestro JORGE SALÁN y donde algunos de nuestros mejores músicos de la escena rockera española colaboran.
Jorge es d esa gente que no se pone barreras y por eso es grande aquí y en Madagascar.