Warcry

Daimon

Autoeditado (2022)

Por: Javier Pérez

7.5

Mucho tiempo llevaban en el limbo Warcry. Entre proyectos paralelos, pandemias, parones indefinidos y demás enseres no presentaban disco nuevo en sociedad desde el 2017, fecha de publicación de los ya casi pretéritos 'Donde el silencio se rompió' y 'Momentos', cuya esencia era la de un recopilatorio.

Regresan con ánimos renovados, y ‘Daimon’ no es que sea una vomitona de injurias, pero sí es, por momentos, un LP mucho más furioso que su devenir habitual. Supongo que los revueltos y convulsos tiempos que vivimos se han plasmado, a veces sutilmente y otras disparadas a la cara, en varias de las pistas que, sumando un total de doce, no cubren la hora de duración.

El primer ejemplo evidente de esta historia que os estoy contando te lo encuentras nada más empezar. “A por ellos” no se sale del círculo sin ton ni son, sino que, como quien no quiere la cosa, te va metiendo en vereda. “Que se vaya” plasma frustración sobre un estribillo muy melódico, con un espíritu hardrock alimentando la pista.

“La hora de sufrir” es la primera marca concreta sobre ese devenir más rocoso comentado. El doble bombo marca el ritmo cuando la cosa se pone fea. A mí, personalmente, me gusta este registro de los asturianos, y he aquí una profundización en el mismo. Un medio tiempo que se va reconvirtiendo, y en el que las teclas previas dejan paso a las guitarras que solean, cobra vida en “Para siempre”, donde de nuevo brilla la melodía en sus partes más repetitivas.

“Con tu luz” les permite recrearse en la estructura de la previa, y “Desde el dolor” luce coros de fondo tremendamente efectivos, pero carga la escucha al sumar el tercer tema denso.

A estas alturas ya te hueles que los tiempos del heavy metal que los vio nacer tampoco van a gozar de mucha presencia. Y ahí es cuando aparece mi favorita: “Como un mar”. Las guitaras que la sostienen se recrudecen notablemente, mientras Víctor registra tonos que entroncan perfectos con la idea de la canción. “Ego” ayuda a mantener el octanaje. Vuelven a forjar un tema correoso, que le sienta de cine a la banda y al álbum.

“Condenado” se acopla a unos teclados que mantienen el esqueleto, y termina resultando satisfactoria. “Orfeo” encajaría en cualquier disco anterior sin problema, y me gustan las voces en off que aparecen y desaparecen. Con contundencia y algo de velocidad llega “Inténtalo”, que me trae lejanos recuerdos de los primeros tiempos de Bethoven R. “Solo sé” se la guardan para el final, y bien hecho, porque tirando de melodía, estribillo, y un armazón con la contundencia que merece, sin exceso, deja un sabor de boca encomiable.

Creo que meter alguna composición más rauda, pisar el acelerador algo más (al menos de vez en cuando) y, en definitiva, recuperar su versión más metalera, no estaría de más, dotaría a la obra de distinción en la escucha. Sin embargo, su calidad general está presente. Eso no se discute.

Escucha 'Daimon' en Spotify:

No te pierdas cómo la banda nos reveló en directo el significado de los símbolos que acompañan a cada músico en esta etapa.

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Esta entrada fue escrita por Javier Pérez

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