The 69 Eyes

West End

Nuclear Blast (2019)

Por: Alfredo Villaescusa

7

Nunca nos cansaremos de repetir que en tiempos de incertidumbre, zozobra sentimental o cualquier otro tipo de mal del presente milenio siempre es una buena opción volver a la ortodoxia, recuperar las esencias y saber qué era lo que se sentía al probar un porro o el alcohol por primera vez. Esto último era precisamente lo que Héroes del Silencio llamaban “el espíritu del vino”, y por eso uno de sus discos más redondos lleva ese título, al tiempo que incluían otros símbolos que aludían al ocaso del sol como la flor de loto. Y todo ello aderezado con esa filosofía hinduista que se suele citar a la hora de encontrarse con uno mismo. La única y verdadera historia de amor.

Pero los vampiros de Helsinki no están ni mucho menos de despedida con este redondo, sino más bien de celebración, que tres décadas al pie del cañón lo merecen. Y su historia trata sobre la fidelidad a unos principios que uno no debe perder por mucho que atraviese etapas más o menos experimentales. Si en el anterior, ‘Universal Monsters’, ya habían colocado el listón muy alto al entregar, probablemente, lo mejor de su catálogo desde el recordado ‘Paris Kills’, y en ‘Devils’ o ‘Angels’ profundizaron en su vertiente macarra, en este álbum demuestran que conceptos como evolución apenas tienen efecto en su trayectoria. Dejémonos de zarandajas y apelemos a los sabores clásicos de toda la vida.

 

Y eso parecen hacer desde el comienzo con “Two Horns Up”, el pistoletazo de salida necesario para despertar a cualquiera, que cuenta además con una mesurada colaboración de Dani Filth. Suben el nivel con “27 & Done”, un auténtico temazo decadente que revolotea sobre ese malditismo que es una constante en su trayectoria y que con el tiempo se convertirá en un himno fundamental en sus actuaciones. Algo más discreta resulta “Black Orchid”, pero no por ello desagrada este brindis al sol a la ortodoxia goth rockera. Esas inefables señas de identidad que busca cada fan al acercarse a su nuevo material.

 

“Change” añade poso melancólico con esa intro orquestal que luego se transforma en uno de esos habituales medios tiempos en los que brilla la voz profunda de Jyrki, antes de que recuperen el rollo hard rockero en un tremendo “Burn Witch Burn” que es como si Mötley Crüe se hubieran caído en una marmita de The Sisters of Mercy. Que corran las drogas y el bourbon.

No desmerece en absoluto tampoco “Cheyenna”, otra de las que deberían incluir en su repertorio del directo sí o sí, y “The Last House On The Left” sirve de excusa para que aporten su granito de arena Wednesday 13 y Calico Cooper, a la vez que rinden homenaje al cine de terror con ese título sacado del debut de Wes Craven en el séptimo arte.

 

Relajan pistón por completo en “Death & Desire” y pillan aliento para “Outsiders”, con un rollo muy similar a “Lost Boys”. Y vuelven a hacer una de cal y otra de arena con “Be Here Now”, ideal para agitar la cabellera en garitos oscuros. “Hell Has No Mercy” ejerce a modo de epílogo con un estribillo que es toda una marca de la casa y que vale para fumarse un cigarro tirado en un sofá.

Un lanzamiento que no supera ni de lejos su precedente esfuerzo creativo, pero que confirma que a lo largo de treinta años su senda siempre fue la correcta, la adecuada para no perder la dignidad en el camino ni sentarse cómodamente para vivir de las rentas como hacen mil grupos. Otros compis suyos de generación como To/Die/For o HIM se quedaron en el camino tal vez por reflejarse demasiado en el espejo. Los vampiros no tienen ese problema.

Redacción
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1 comentario

  • Juandie dice:

    Un placer disfrutar del primer videoclip de los fineses THE 69 EYES destilando caña rockera gótica. Será una buen álbum como nos tienen acostumbrados.

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