Pipo & Travelin Band

No quiero ser como tú

Autoproducido (2021)

Por: Javier Pérez

7.5

Que el mercado del rocanrol está saturado en cualquier vertiente que te imagines es una evidencia que ni vengo a descubrir ni a criticar, por supuesto. Sólo hace falta que pongas una banda en cualquier plataforma digital para que, gustosamente, recibas una avalancha ingente de grupos similares, grupos que podrían gustarte, etc… Y a veces, entre esa maraña inconcebible e imposible de seguir, por mucho que quieras escucharlo todo y estar al día, puedes dar con alguien como Pipo y su Travelin' Band.

Imagino que sus pretensiones no van más allá de hacer lo que hace, que es mucho y, sinceramente, bastante bien; lo digo porque lo que contiene ‘No quiero ser como tú’ (ya hasta en el título del LP nos da pistas) es algo tan visto y a la vez tan bueno como una sólida base de rock que abarca gran parte de la historia de lo que se ha fraguado por aquí en las últimas tres décadas. De ahí partimos hacia un cómodo viaje que hará parada en Barricada, Extremoduro o Los Suaves, pero muy de soslayo. Donde se manejan mejor es en la hornada brutal que está surgiendo en la escena con bandas que rinden tributo al aroma más clásico del rocanrol, ese que empezaron a mordisquear M- Clan en sus inicios o el propio Loquillo, y que hoy por hoy solidifica con Los Zigarros, Gallos, Atraco, Belo… y quien nos trae aquí hoy.

Así nos llevamos para el cuerpo el ritmo de “Con el agua al cuello”, la urgente que da nombre al redondo, o la sensual, por decirlo ligero, “Me dejaba caer”. El frenesí reaparece, ahora incluso con más mordida, en “Vamos a bailar”, zigarrera a muerte. “Te largaste” juega con las acústicas y las referencias futboleras y cinéfilas, haciendo buena dupla con la sosegada “Deja de sangrar”, donde los murciélagos del clan y Fito Cabrales revuelan por la escucha.

“Corre corre” vuelve a meter ajetreo, hilvanado con una letra que clama el regreso de las juergas de los findes; a su vez, “Dos copas de más” coge un poco de aquí y de allí, conjugando una música elegante rebozada en una letra canallesca. “No pares” es contundente, pero para mi gusto, de las menos golosas. Algo que también le sucede a la última, una “Vampiros” que en directo revolverá la pista, mas en estudio creo que esa fórmula la ha resuelto mejor en otros surcos.

Francamente directo, francamente divertido; honestamente recomendable.

Escucha el disco aquí a través de Spotify:

Redacción
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