Carlos Catana | Imágenes: Pablo Espantaleón

La Sonrisa en el Páramo

Los 80 pasan factura (2021)

Por: Texto: María Gala

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A La Palma la llevamos ahora todos en el corazón. Carlos Catana, autor de La Sonrisa en el Páramo y palmero de cuna, ha tenido que abandonar su finca platanera, legado de su padre, por el avance de la lava en la colada norte. El drama y la incertidumbre que no ceden, pero que son más fáciles de acompañar si en el camino te acompaña con su cámara alguien como Pablo Espantaleón.

Carlos Catana en la presentación de su libro. Foto: María Gala

Escuché a Catana por primera vez no en su isla, sino en Las Palmas de Gran Canaria en un evento que sorprendió por su singularidad, Rock&Books, del cual guardo una camiseta con el logo representativo de concierto, literatura y zoco sonoro.  Carlos Catana, poeta, ruiseñor de voz profunda y de párrafos encomiables, desgrana en textos hondos no medidos pero meditados el ardor con que vive la vida. Quedó en el recuerdo un grande del rock, un perverso de la literatura, un Rimbaud del XXI, al que Carlos admira. Catana es cantante y compositor del grupo Facies y grabó el primer compilado de bandas de rock, 'Canarias me Suena', y con Eso es hizo 'La vida es así', producido por Potschka, guitarrista de la Nina Haagen Band, entre otros.

La Sonrisa en el Páramo, poemario que sin llegar a maldito edita Los 80 pasan factura, deja como los vinos un retrogusto a cosecha de muchos años, a la meditación del que uno es y del que ha sido, a la instantaneidad de la vida medida por el círculo de la creación. El primer poema arranca muy a propósito de este 2020-21 en el que la muerte nos ha rondado a todos muy de cerca: “Al principio/se hizo la vida/al resurgir de la muerte”. Ahí parece que estamos todos ahora. Y cierra con un final bellísimo, premonitorio del estallido del volcán Cumbre Vieja, con su rugido infinito: “Al final/se hizo la muerte/al renacer de la vida”. 

Entre medias, las piedras de la existencia, las tormentas, el páramo de su tierra y su páramo interior, las migajas. Se suman los versos a las personas: el tributo a su compañera, Marga Galván, siempre al piano; el homenaje a su madre en palabras que llegan como dardos, sin rastro de mojigatería ni amago de llanto, aunque lo hubiera. La imagen la pone Pablo Espantaleón, en una fotografía intimista, en blanco y negro elaborada, abriendo puerta. Pablo, malagueño afincado en La Palma, ha perdido su hogar, que se ha llevado la lava.

Añade además los prólogos de Xavier Valiño y Pablo Martínez Vaquero, un epílogo de Vicente Martín Abreu y textos de José María de Páiz y Diego Hernández que suman y validan la grandeza del libro. Páiz, periodista lanzaroteño, realizó un documental titulado Catana en 2016 profundizando en los avatares de su vida.

Carlos Catana (voz) y Marga Galván (piano) presentaron su disco ‘Por Casanova' en Madrid (Cezanne) en septiembre de 2020, y, en proyecto frustrado por las circunstancias, iban a regresar a Madrid y seguir de gira en septiembre 21. Pero la rebeldía, la poesía y el rock no se apagan, y Catana y Espantaleón han presentado recientemente La Sonrisa del Páramo en el Museo Pérez Galdós en Gran Canaria.

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