Crítica de H.E.A.T.: H.E.A.T. II
24 marzo, 2020 1:14 pm 4 ComentariosLa verdad es que no tengo palabras para explicar lo que siento al escuchar el sexto plástico de los suecos H.E.A.T.. No me lo esperaba. Pensaba que ya se había acabado el momento de estos gigantes del nuevo hard rock melódico, pero ¡no! Señoras y señores, estamos ante el mejor álbum de su discografía.
Salvando las distancias, es la misma sensación que cuando Aerosmith sacó 'Pump' o 'Permanent Vacation' después de cuatro álbumes que nos dejaron más secos que la cara de Joe Perry. En este caso, después de dos álbumes donde la experimentación se les fue de las manos, y ocho años después de aquel magistral 'Adress the Nation', tenemos en nuestras manos el disco más potente de estos suecos de Upplands Väsby.
Suenan los teclados de JonaTee y de fondo las harmonías de Dave Dalone. En ese momento realmente no sabes qué puede pasar. Tu mente te dice: “Otro 'Into the Great Unknown', otro 'Address…'”. Empiezas a dudar. De repente, todo se aclara cuando la guitarra de Dave rompe tu cabeza con un riff infernal, mientras que el batería, Don Crash, añade la intensidad merecida, y es ahí cuando entra Erik Grönwall con su magistral voz y decimos: “Han vuelto”. Pues sí. “Rock your Body” tiene todo lo que se espera de esta banda que lleva desde 2007 creando lo mejorcito del hard rock melódico europeo, junto a otras grandes bandas como Reckless Love, Work of Art o Treat. Intensidad, coros potentes, melodía y sobre todo mucha presencia de las guitarras de Dave es lo que encontramos en el primer corte.
“Dangerous Ground” te mantiene en la cumbre musical hardrockera. La verdad es que esta canción puede recordar a 'Address the Nation', con un estribillo pegadizo, añadiendo esta vez más energía y unos coros de órdago. Una canción que está hecha para los directos, sin lugar a dudas. De hecho, lo tengo que reconocer (no quiero adelantarme), pero el disco es muy directo, liberándose completamente del último plástico, donde todo era teclados y experimentos. A continuación, llega para mí el primer mejor tema del plástico: “Come Clean”. Hacía tiempo que no escuchaba tan buen AOR y tan buen estribillo. Siempre lo he dicho, hay canciones que están a otro nivel. Y esta es una de ellas. Magistral.
“Victory” nos muestra su lado metal más europeo, salen un poco de su zona de confort y lo hacen a la perfección, siempre manteniendo los teclados de Jona de fondo. En cierta manera, puede acercarse al disco 'Tearing Down the Walls', a aquel buen álbum donde ofrecían buen heavy. Además del estribillo (otra canción para directo), se debe mencionar que el solo que Jona se saca de la manga, y la respuesta obvia de Dave, es el clímax de la canción. “We are Gods” es otra canción que su inicio puede recordar a los Whitesnake más hardrockeros de los 80. Es interesante cómo evoluciona, no es una canción que entre a la primera, pero es una de esas que cuanto más la escuchas, más te gusta.
“Adrenaline” y “One by One” siguen con la tormenta hardrockera. ¡Madre mía, qué manera de no bajar el listón de calidad! Es en este momento donde uno se da cuenta de que, si no la cagan al final, puede que sea el disco que se esperaba de esta elegante banda. La última de las dos canciones mencionadas es una descarga musical donde se toca el techo de nuevo, esta vez se rompe, y el grito final de Erik nos lleva al cielo directamente, vaya explosión de voz.
Nos acercamos al final, y para mí lo mejor se encuentra aquí. La sensación que se vive después de tanta distorsión y energía es la necesidad de algo lento, es decir, algo así como una balada como dios manda. En esto H.E.A.T. son expertos. “Nothing to Say” es melodía pura, con unos teclados (¡de nuevo!) majestuosos. De hecho, en esta canción, Jona se sale. El siguiente tema es mi tema favorito del disco, hablo de la oscura y lenta “Heaven Must Won an Angel”. Es una canción puro AOR, y te lleva a otro mundo por su combinación musical de la voz, teclado, guitarra y melodía. Lo tiene todo.
Con “Under the Gun” volvemos al hard rock inicial antes de finalizar la obra con “Rise”. Este tema es el resumen de todo el plástico. El final perfecto para un disco al que me cuesta poner un adjetivo.
Os lo juro, no estoy exagerando. Es una obra maestra. En tu vida puedes escuchar miles de discos, pero solo algunos te marcan. Este disco de momento se queda, en mi opinión, como mejor disco del año (falta mucho, ya lo sé) y supera claramente a los cinco discos anteriormente editados. Hacedme caso, aprovechad estos días que tenemos para descansar en casa para disfrutar de esta orgía musical. Sin palabras.
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4 comentarios
Un placer escuchado ambos temas y la verdad que éste nuevo álbum será de los mejores de su corta discografía por parte de los suecos H.E.AT.
El sexto "plástico" de los suecos HEAT? Juandie detected en la redacción...
Es un discazo. Desde que escuché los 3 videos de adelanto le estaba esperando, y por suerte me hice con el vinilo antes de la cuarentena.
Todos sus discos tienen un nivel muy bueno menos el into the great, que se excedía con los teclados, y era un poco artificial. Faltaba feeling...
Todos sus discos son muy buenos ,sin excepción