Twisted Sister: 40 años de "Under the Blade", el disco que despertó el hambre de un imparable rock and roll

16 septiembre, 2022 1:19 pm Publicado por  1 Comentario

El 18 de septiembre de 1982 hacía su debut discográfico Twisted Sister, una banda veterana del circuito de garitos de New York, New Jersey, Connecticut, y alrededores. El disco en cuestión no era otro que ‘Under the Blade’, una obra maestra pese a lo exiguo de los medios de que “los Twisted” dispusieron para grabarlo. La edición original fue lanzada por Secret Records, y la producción corrió a cargo del gran Pete Way. Como no podía ser de otra forma, el resultado de la producción de Way fue un sonido cañero y agresivo. En 1985, la compañía Atlantic Records, en la que estaba la banda entonces, relanzó el disco para aprovechar el éxito mundial de ‘Stay Hungry’. En esta nueva edición se incluía “I'll Never Grow Up, Now!”, un viejo sencillo de la banda de 1979.

El disco fue grabado por la formación clásica y más conocida de la banda, esto es: Dee Snider a las cuerdas vocales, los guitarristas Jay Jay French y Eddie “Fingers” Ojeda, el bajista Mark “The Animal” Mendoza, y el tristemente fallecido A. J. Pero a la batería, los cinco magníficos. Lo curioso es que esta formación se había juntado por primera vez el 1 de abril de ese año con la incorporación de A. J. Pero, pese a que la formación de la banda data de 1973. De hecho, en la banda sólo quedaba un miembro de la formación original de Twisted Sister, Jay Jay French.

La grabación se llevó a cabo en un sitio curioso, The Barn at Kitchenham Farm, Ashburnham, es decir, en el granero de la granja de una parroquia, con la unidad móvil de los estudios I.C.C. de Londres. Los ingenieros de sonido fueron Will Gosling, Craig Thomson y Dave Boscombe.

Tanto el concepto como la fotografía de la portada del disco corrieron a cargo del fotógrafo irlandés Fin Costello, que había trabajado con artistas tan dispares como Ozzy Osbourne, The Police, Kiss, The Rolling Stones, Duran Duran o Jimi Hendrix entre otros. En ella podemos ver a los miembros de la banda tal y como lucían en aquellos tiempos, con toda la parafernalia de maquillaje, pelos de colores y ropa cargadita de flecos, con Dee Snider agachado en primer plano en actitud (digamos) agresiva, y el resto de los miembros posando de pie detrás de él. Por el contrario, en la contraportada aparecían sin maquillaje y demás parafernalia, de noche en una calle cuya única iluminación aparentemente procede de los faros de tres coches que hay detrás de la banda.

En lo tocante a la música, la cara A de la edición original empezaba con un clásico: “What You Don't Know (Sure Can Hurt You)”. Es el tema que ha abierto los conciertos de la banda desde tiempos inmemoriales (“Good evening, welcome to the show”), ya que su tempo se presta para ello a las mil maravillas, con esa entrada de guitarra sobre la que Dee va relatando. Una vez completada esa especie de intro, estalla el riff en toda su contundencia, toda una descarga de bajo y guitarras sobre la que A.J. Pero aporrea sin compasión los tambores. Dee canta con energía, pero sin desgañitarse, para conducirnos al estribillo, currado pero no excesivamente cantarín para públicos no anglosajones. Mediado el tema, justo después del segundo estribillo, entra el solo de guitarra, sin demasiadas complicaciones, pero rápido, limpio, y muy musical, tal y como acostumbran a ser los solos de la dupla Ojeda-French. Vuelta al riff y a los redobles de A.J. para enfilar el tercer estribillo, adornado con fraseos de guitarra, con el que termina el tema.

Seguimos con “Bad Boys (of Rock ‘n’ Roll)”, palabras mayores. Un tema que se cayó del setlist de la banda, a mi juicio, demasiado pronto. Probablemente debido a que trabaja una línea similar a “We’re Not Gonna Take it” o “I am, I’m me”, más populares y modernas, pero a las que no tiene nada que envidiar. Una entrada de batería y un grito de Snider dan paso a un breve punteo de guitarra que dibuja el riff. Acto seguido entra Dee y nos lleva alegremente hasta un pedazo señor estribillo, melódico y pegajoso a partes iguales, cuya prolongación es otro precioso punteo de guitarra que nos vuelve a dejar en manos de Dee. Después del segundo estribillo tenemos el solo de guitarra, siempre en la línea de la sencillez, la melodía y nitidez, a la que acostumbran tanto Eddie como Jay Jay. Vuelta al riff y las cuerdas de Snider que nos acaban llevando a la tercera entrega del estribillo, que esta vez alargan un montón, hasta el final de la canción, incluyendo punteos, vaciles y todo lo que sea menester. Temazo.

“Run for Your Life” empieza lenta y pesada, con Dee hablando sobre el bajo de Mark y la batería de Pero, hasta que casi mediado el tema nos anuncia el título y entran las guitarras marcando el riff. Ahí el tema se acelera considerablemente y la cosa cambia. Enseguida llegamos al estribillo, que en esta ocasión se reduce a una frase, y seguimos pa’lante, otro poco de riff y segundo estribillo que da paso al solo, menos melódico de lo habitual pero rápido y bien estructurado. Un última pasada por el riff y el estribillo, que esta vez repiten hasta tres veces, y final guitarrero para terminar.

A continuación, unos rasgueos de guitarra nos introducen al melódico riff de “Sin After Sin”. Dee Snider se hace cargo de los mandos y nos conduce en tono bajo hasta el estribillo, currado y con vacile gutural y todo. El tema prosigue haciendo pasadas sucesivas a riff y estribillo, e intercalando un breve solo entre el segundo y tercer pase, hasta llegar a un final loco de esos que se va acelerando, con continuos adornos de guitarra en forma de punteos, hasta que de repente termina casi con el mismo guitarreo con el que empezó.

Cerraba la cara A otra bomba de neutrones: “Shoot ‘Em Down”. Abre con unas maravillosas guitarras rítmicas salpicadas con aullidos de Dee Snider. Después entra el riff, guitarrero donde los haya y magistralmente cantado por el rey del headbanging. Y en esto llegamos al estribillo, contundente y pegadizo, en la línea de la casa. Seguimos meneando la cabeza y en la segunda pasada por el estribillo disfrutamos de una variación que nos conduce al solo, que como casi todos te transmite la impresión de que hay alternancia entre ambos guitarristas. Una nueva pasada por el riff nos lleva al estribillo final, bastante adornado y modificado levemente, para concluir el tema con él.

La cara B abría con otro clásico de la banda, “Destroyer”, un tema lento, pesado y bastante más oscuro que los anteriores. Las guitarras, obviamente junto con la voz, gobiernan un riff que como he dicho transcurre lentamente hasta llegar al estribillo, en el que no hay aceleración del ritmo, pero si una mayor aportación coral del resto de miembros. Mediado el tema tenemos el solo, en la línea del resto de la canción, de ahí su hecho diferenciador, no suele ser la nota predominante en Twisted Sister, pero tampoco es un caso aislado. El tema prosigue con Dee Snider sujetando el timbre melódico de su voz, que en esta canción está de más, hasta que cerca del final se ralentiza un poco más para dar paso a una especie de distorsión con la que termina.

Llegamos al tema que da título al disco, “Under the Blade”, otra joyita. Comienza con un rasgueo de guitarra sobre el que empieza a puntear la otra guitarra. Después entra el resto de la banda pero no con el riff, sino simplemente alargando un poco más la entrada. Luego sí que por fin entra en riff, guitarrero a más no poder, ya que la sección rítmica levanta un muro de sonido que lo propicia. Snider nos conduce a través de este cantando de maravilla, hasta que llegamos a un estribillo de esos breves y diferentes que nos regala a veces la banda. Tras la segunda pasada por él llega un solo, rápido y agresivo, que desemboca en un tramo riff-estribillo instrumental, vamos, sin Snider. No obstante, el cantante regresa en seguida con el tono acusador que gobierna la canción y con un acelerón final, en plan desmadre, con gritos y punteos vertiginosos, que nos lleva al final del tema.

Seguimos con el tema más corto del disco, “Tear It Loose”. Empieza con la batería de A.J. Pero, a la que siguen unas vertiginosas guitarras que trazan el riff y dan paso a Snider, que a veces da la impresión de ir con la lengua fuera, y que nos conduce al estribillo rápidamente. Este sigue la línea del resto del tema y transcurre vertiginosamente, sin darnos cuenta casi ya estamos en el riff y casi llegando el segundo estribillo, el cual transcurre igual de rápido que el primero, pero en cambio da paso al solo de guitarra. Solo con cierto regusto a duelo de hachas y que, lejos de bajar el ritmo, si acaso lo sube un punto. Y así, a todo trapo, damos la última pasada al cuerpo central del tema para terminar como empezamos, a todo meter.

Contraportada de la edición CD + DVD

Cerraba el disco “Day of the Rocker”, el tema más largo y, probablemente, menos conocido del disco. Es un tema lento, de riff de guitarra y bajo, que Snider aprovecha para cantar hablando como tanto le gusta hacer. El estribillo está bastante trabajado y se hace pegadizo aunque no quieras, sello de la casa. La longitud del tema permite, entre otras cosas, que el solo sea un poco más largo que en el resto de los temas y, cómo no, el lucimiento de Snider. El tema transita por los mismos derroteros hasta que termina con una bajada secuencial de volumen en la última pasada por el estribillo, más adornado esta vez con punteos de guitarra que en las otras pasadas.

‘Under the Blade’ no tuvo un gran impacto en las listas de discos en 1982, siendo el puesto 70 en las listas de álbumes británicas la posición más relevante alcanzada. Esta situación cambió con la llegada de la fama y la reedición de 1985, que le permitió entrar en el Billboard 200 en el puesto 125. Respecto a las ventas, pese a que no he encontrado referencia alguna a certificaciones ni de oro ni de platino, con el paso de los años sí que ha conseguido vender más de dos millones de copias en todo el mundo.

En cuanto a la recepción por parte de la prensa especializada, Tim Holmes, de Rolling Stone, escribió en septiembre de 1985 que “Dee Snider y compañía lo llenan con todo el buen humor banal y el rah-rah de chico malo que un niño pudiera desear. Tienden a escribir canciones que tienen un enfoque narrativo vertiginoso y callejero y una coherencia descarnada de la que el metal suele carecer”. Por su parte, Gregg Pato, de Allmusic, lo describió en 2013 como “uno de los álbumes de rock más duro de Twisted Sister y es muy recomendable para los amantes del heavy metal británico de principios de los 80”. Ian Gormely, de Exclaim!, comenta que “sentó las bases para su éxito futuro, eliminando las influencias del blues de los New York Dolls y Alice Cooper, cuyo estilo de canto Dee Snider claramente melló antes de desarrollar su gemido, y fusionándolo con una presentación irónica de la que las bandas posteriores de hair metal claramente carecían”.

Aunque habitualmente no suelo referirme a otras ediciones, ya que no es el objetivo de la columna, esta vez no puedo dejar pasar la ocasión de hablar de la edición especial CD & DVD, porque además de unos cuantos temas extra que trae consigo el CD (el EP ‘Ruff Cutts’ íntegro, por ejemplo), el DVD es una de esas maravillas que uno no debe perderse. Dicho DVD contiene la actuación completa de Twisted Sister en el festival de Reading de 1982, previa incluso al lanzamiento del disco. En dicha grabación se puede comprobar la crudeza de los festivales de la época, no en vano el público lanzaba impunemente todo tipo de objetos a las bandas: botellas, latas, mecheros, etc., algo increíble. En la grabación se puede ver perfectamente cómo los reflejos de Mark “The Animal” Mendoza le salvan por décimas de segundo de que una lata o similar le impacte en toda la cara. Y eso que hablamos de un conciertazo que acabó ni más ni menos que con Lemmy y Eddie Clarke de Mötorhead y Pete Way de UFO en el escenario, en una escena irrepetible con tres bajos y tres guitarras sobre las tablas de Reading. A uno le da pánico pensar que ocurriría en un concierto malo. En el vídeo también podemos apreciar el momento en el que Dee Snider saca la uzi, algo que el cronista de la revista Popular 1 calificó como “un espectáculo que tardará en entenderse en Europa”. No sé, pero a mí me da que se equivocó.

En definitiva, estamos ante la opera prima de una banda legendaria, pero yo creo que más importante que eso es que estamos ante un pedazo de disco de agárrate y no te menees. Un disco que aportaba seis temas, de los que al menos siempre caían cuatro, al setlist de la banda en su momento de mayor auge. Hablamos de los tiempos de ‘Stay Hungry’, lo que nos da una idea de su importancia teniendo en cuenta los dos pedazo de álbumes que le seguirían. Un pedacito de la historia de nuestro rollo que hoy cumple 40 años. ¡Felicidades!

F.J. Villasante

Redacción
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1 comentario

  • Juandie dice:

    Extenso como interesante resumen hacia el 40 aniversario de uno de los mejores álbumes de los neoyorkinos TWISTED SISTER como es Under The Blade junto con sus temas y videoclips más conocidos y ese temazo en el mitico Reading del 82.

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