Tommy Lee (Mötley Crüe) cumple 55 años: Sus 5 trapos sucios
3 octubre, 2017 1:30 pm Deja tus comentariosPocas bandas han encarnado tanto los excesos del rock n’ roll como Mötley Crüe con una biografía que parece casi de película y un amplísimo historial de desenfreno etílico, sexual o de cualquier otra cosa que uno pueda imaginar. Dentro de los angelinos, su carismático y polémico batería Tommy Lee merecería más de un capítulo aparte por todos los altercados en los que ha estado envuelto. Pese a su carácter afable en las distancias cortas, hay veces en las que al hombre se le puede ir la pinza, como cuando no encuentra una sartén. Con motivo de su 55 cumpleaños, Alfredo Villaescusa repasa sus episodios más sonados sin perder la compostura.
1. Pandilleros negros
“Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”, reza la sabiduría popular yanqui. Eso es la teoría, porque en la práctica esta discreción puede quedarse en agua de borrajas si encima tenemos por ahí una fémina de por medio, dos ex maridos y un destino: darse de hostias el uno al otro. Tal cual sucedió en 2007 en la ceremonia de los Premios MTV celebrada en la ciudad de la farra y los casinos cuando Kid Rock volvía del baño y se encontró a Tommy Lee sentado en su sitio, lo cual desencadenó una auténtica batalla campal entre ambos, con imágenes de los miembros de seguridad tratando de reducirlos que dieron la vuelta al mundo.
Lo cierto es que aparte del nexo común de haber sido pareja de Pamela Anderson, las dos estrellas del rock ya se tenían ganas desde hacía tiempo. Según Rock, los desencuentros habían empezado cinco años antes durante el divorcio con la conocida vigilante de la playa, cuando Tommy aprovechó para enviar emails poniendo pingando al astro del eterno sombrero, una actitud que este consideró “extremadamente irrespetuosa”, al tiempo que le solicitaba que se calmara y no hablar más del tema.
Pero ahí no acabó la historia. La fiesta de cumpleaños del hijo de Pamela le pareció también al batera el momento propicio para llamar por teléfono a Kid Rock y soltarle que era “un pedazo de mierda”. Unos modales refinados que desde luego no gustaron y que provocaron que se la tuviera jurada ya a perpetuidad. Y así cuando se encontraron la próxima vez saltaron chispas.
Durante la actuación de Alicia Keys, Pamela se hallaba sentada sobre las piernas de Tommy Lee y a su lado estaba Criss Angel, ilusionista y amigo íntimo de este. Como hemos dicho, Kid Rock volvía del excusado y su primer instinto fue recuperar su sitio, por lo que toqueteó en el hombro a Lee, que respondió levantándose y lanzándole un guantazo, la típica norma de cortesía básica entre machos alfa. Los guardias de seguridad no tardaron en intervenir y expulsaron a ambos rockeros del edificio, además de llevarlos al cuartelillo, donde fueron interrogados y citados para un próximo juicio.
Según suele suceder en este tipo de espectáculos, las versiones difieren bastante dependiendo del testigo y de su grado de afecto u odio con los implicados. Por ejemplo, el productor de rap Rich Nice afirmó que fue Lee el que inició la gresca porque “Kid lo estaba ignorando” y por eso le insultó cuando pasó por su lado previamente a golpearle. Otros como el cantante de la banda pop Plain White Ts quitan hierro al asunto y lo reducen todo a poco menos que unos magreos entre colegas: “No llegaron a los puños, simplemente se estaban sujetando el uno al otro”. Y entre la lluvia de diferentes interpretaciones se eleva cual Moisés la insigne figura del presentador del evento Jamie Foxx, al que la trifulca le pilla con el pie cambiado y no duda en improvisar sobre la marcha y soltar perlas para la posteridad como las siguientes: “Están luchando como pandilleros negros. ¿Quién ha ganado? No me he enterado, que estaba en el baño”.
Era de esperar que a la que menos gracia le iba a hacer todo aquel embrollo montado fuera a la propia Alicia Keys, cuya actuación quedó relegada a un casi imperceptible segundo plano apenas recogido por los medios. Tommy Lee, con gran habilidad para pegar mamporros y escuchar atentamente al mismo tiempo, no dudó en calificar su concierto de “fantástico” y también legó frases que harían las delicias en cualquier Instituto de la Mujer: “Kid Rock golpea como una zorra, si es que a eso se le puede llamar golpe. Solo los guardaespaldas le salvaron de recibir su merecido”. Urgh, vaya mala bestia.
Pelea de gallos en estado puro.
2. Todo por una sartén
Cuando uno se encuentra en un estado de tensión, una nimiedad puede tornarse decisiva. Eso es lo que sucedió en la monumental bronca entre Tommy Lee y la neumática modelo y actriz Pamela Anderson que originó el divorcio y posterior encarcelamiento de Lee durante seis meses por malos tratos. Pese a que los conflictos fueron frecuentes en esa peculiar relación con rupturas y reconciliaciones cada dos por tres que saltó a la fama mundial tras la filtración de un vídeo porno casero, lo de aquella ocasión ya debió superar los niveles permisibles en cualquier disputa de novios.
Y el detonante que abrió la caja de los truenos fue, por supuesto, una soberana tontería. El propio batería lo cuenta en la biografía de Mötley Crüe ‘Los trapos sucios’: “Yo estaba cocinando para Pam y los niños. Estaba todo tranquilo otra vez, compartíamos una copa de vino. Y de pronto no pude encontrar la sartén, porque la señora que limpiaba siempre cambiaba las cosas de lugar. Y como yo estaba muy tenso, cada pequeña contrariedad se convertía en el fin del mundo. Entonces cuando no pude encontrar la sartén, empecé a patear los cajones y a tirar cosas, como un loco tratando de llamar la atención. Entonces Pamela vino, se dio cuenta de que yo estaba de mal humor y me dijo: “Tranquilo, es solo una sartén”. Pero no solo era una sartén. En ese momento era todo para mí. Mi tranquilidad y salud mental dependían de encontrar la sartén”.
Tommy siguió sin localizar el mentado utensilio y los acontecimientos que se sucedieron a continuación tampoco tienen desperdicio, con Lee lanzando por los aires toda una vajilla y lastimándose el pie tras dar una patada a la cocina y olvidarse de que estaba en chancletas. A partir de entonces se desató una furia digna de dioses de la antigüedad con la pareja a grito pelado y los niños llorando ante tan incierto panorama. Pamela fue hacia el teléfono para llamar a sus padres, pero Tommy le obligó a colgar. Segundo intento. Misma historia. La actriz pierde los nervios y le suelta a su marido un puñetazo en el cuello, a lo que este responde con una paliza en toda regla presa de la ira.
Cuando la soltó, esta salió corriendo para la habitación de su hijo Brandon, no sin antes propinarle una patada de despedida y decirle que era “una perra”. La bronca se trasladó entonces a otro escenario y contó con la aparición estelar del vástago de ambos, que Anderson sostenía en su regazo y protegía de un padre descontrolado. El instinto paternal de Lee sobresalió como nunca y al ver que no conseguía convencer a su esposa para que le dejara al niño, la empujó y se cayó sobre una pizarra rompiéndose una uña. Ya no la volvió a ver el pelo, pues mientras Tommy estaba tomando el aire a ver si se serenaba, un par de policías irrumpieron en la vivienda para llevárselo al talego, no sin antes ofrecer a los agentes unas insólitas justificaciones: “¿Por qué me esposan? Esposen a esa perra también. Me dio un puñetazo”. Al día siguiente el divorcio ya era un hecho.
Como hemos dicho, la pareja tenía una moral impresionante y se dieron mil y un nuevas oportunidades, de hecho, Pamela ha definido en alguna ocasión a Tommy Lee como “el hombre de su vida”. Y esa perseverancia a prueba incluso de golpes les granjeó una legión de seguidores que recientemente celebraron que la modelo y actriz subiera una foto a su Instagram para recordar los casi 20 años del fin de su vida conyugal. En la publicación aparecen ambos completamente desnudos y Pamela cubre las partes íntimas de Tommy mientras ella se encuentra de espaldas. Reconozcámoslo, la verdad es que pegaban mucho. Y se pegaban mucho también.
3. El camino del Señor
A veces que tu padre sea una celebridad ganadora de Oscar provoca que los escándalos se multipliquen a tu alrededor. Tal vez eso le suceda a Weston Cage, hijo del actor Nicolas Cage y vocalista de black metal que en su corta trayectoria ya puede presumir de un historial de altercados dignos del propio Tommy Lee. Ya tuvo un episodio violento con su entrenador cuando fue al Farmer’s Kitchen de Hollywood y este no le dejó comer algo del menú y recientemente también fue arrestado tras huir de la escena de un accidente de tráfico después de chocarse contra un árbol y llevarse señales y buzones en el Valle de San Fernando.
Pero la horma de su zapato la encontró cuando acudió con su padre a un show de Mötley Crüe en Las Vegas y, al terminar el concierto, decidió pasar un rato en el camerino. La mala fortuna quiso que en ese momento se cruzara con Tommy Lee en el umbral de una puerta y el batería, con la educación exquisita que le caracteriza, le solicitara que se apartara “de su puto camino”. Al interpelado no le hicieron gracia las formas, así que le retó a una pelea, momento en el que a Lee se le encendió la chispa y se volvió completamente desquiciado elevando la voz con su habitual mesura.
Nicolas Cage y Vince Neil tuvieron que intervenir para separar a ambos chulapos, al tiempo que los miembros de seguridad se los llevaban por separado al exterior para evitar que continuaran peleando. Moraleja: en ocasiones es necesario apartarse un poco del camino del Señor Lee.
4. Un inocente símbolo de paz
Las ideas de bombero son una constante en la carrera de escándalos de Tommy Lee. ¿A quién en su sano juicio se le ocurriría tatuarse una esvástica, aparte de a un convencido militante ultraderechista? Pues sí, al batera le pareció interesante recuperar un antiguo símbolo de paz hindú que ya no tiene ese significado debido a su excesiva utilización por parte de Adolf Hitler y el nazismo. Y eso tampoco ayudó cuando tuvo un altercado con un fotógrafo judío al que atacó en las afueras del famoso Viper Room de Los Ángeles y luego en el juicio se pidió utilizar como prueba el mentado tatuaje, a lo que el abogado de Lee se negó alegando que podría crear “prejuicios injustos” sobre su cliente y lo achacó a “una estupidez de hace varios años”.
Para evitar problemas, la solución estaba en quitárselo, no sin antes recalcar que dicho símbolo no reflejaba en absoluto las opiniones políticas de Lee. Hay que quitar hierro al asunto, ¿quién no se ha pillado una caraja del quince y se ha tatuado pollas, esvásticas o cualquier insensatez? Lo curioso de todo el caso es que posteriormente en entrevistas ha negado que alguna vez existiera tal tatuaje, mientras que otras veces, rendido a la evidencia, ha terminado por reconocer que se tuvo que deshacer de él debido a que había “mucho ignorante” y “dañaba su imagen”.
En un concierto en Greensboro Coliseum también se produjeron incidentes raciales cuando Nikki Sixx y Tommy Lee hicieron comentarios despectivos hacia un guardia de seguridad negro, al que incluso llegaron a tirarle cerveza por la cabeza e incitaron a la muchedumbre a atacarle, hechos por los que llegaron a encarcelar a ambos en 1999. Pero lo más probable es que ni el bajista ni el batería tuvieran especial inquina hacia la gente de color, sino que se trataba simplemente de otra de sus idas de pinza. A ellos les daba por ahí.
5. Compartir es vivir
Bueno, esto más que un trapo sucio es en realidad un chascarrillo para escandalizar a los biempensantes. Como hemos visto anteriormente, Tommy Lee no es ningún fascista, de hecho, podría hasta ser comunista, si tenemos en cuenta su peculiar concepto de la propiedad privada en determinados asuntos. El tipo es puro amor, generoso al máximo, le gusta compartir, en definitiva, ya sea bebida, drogas…o hasta novia. Por eso mismo, no dudó en obligar a su pareja de entonces a realizar una felación a todos los presentes en el jacuzzi de una fiesta organizada por el mítico productor Roy Thomas Baker. Hay que cuidar a los invitados.
El bajista Nikki Sixx rememoraba de esta manera tan impagable momento en la línea habitual de desenfreno de los Crüe: “De repente, Tommy tuvo una erección” – recordaba Sixx-, “se volvió hacia Honey y le ordenó: “Muy bien zorra, chúpame la polla”. Ella se inclinó y se la mamó delante de todos. Cuando terminó, Tommy le ordenó que se la chupase a todos los que estaban en el jacuzzi. Me resultó difícil sacarme esa imagen de la cabeza cuando me senté a cenar con la pareja y los padres de Tommy en West Covina”. El vocabulario exquisito hacia las damas que no falte. Compartir es vivir.
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