El cantante de As I Lay Dying, de 32 años, admitió el martes ante un tribunal que contrató los servicios de un sicario para que asesinara a la que todavía es su esposa (están separados pero todavía legalmente casados). Esta ha sido la estrategia del abogado de Tim Lambesis, que debió ver difícil pelear por su inocencia y deja así en manos del juez Carlos Armor una condena que como máximo puede ser de 9 años más 4 de libertad condicional. El 2 de mayo conoceremos su veredicto, mientras el vocalista disfruta de sus últimos meses de libertad bajo fianza. 2 millones de dólares tuvo que desembolsar para no ir al agujero antes de tiempo.
Resumiendo la macabra historia que parece sacada de un thriller, Lambesis le dijo dos veces a un hombre en un gimnasio que quería que su mujer fuera asesinada, para tiempo después concertar un encuentro con quien en realidad era un detective privado al que entregó 1000 dólares, fotos de su esposa y el código de seguridad de la casa; asimismo le contó qué días pasaría él con sus tres hijos adoptados de forma que tuviera coartada.
Parece ser que el motivo que llevó al frontman a perpetrar el frustrado asesinato fue que ella no se lo ponía fácil ni a la hora de ver a los niños ni en lo referente a las condiciones del divorcio.
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3 respuestas
tontoo del culoooo el tio estee
menuda escoria de persona...
Con lo fácil que es separarse de su pareja y dejar esas cosas porque al fin y al cabo el que acaba en chirona es el agresor tenga la culpa quién la tenga en x discursiones!!!