Sabaton: Viajamos a la presentación de “The War to End All Wars” en Bruselas y escuchamos el disco entre tanques y aviones
25 noviembre, 2021 2:40 pm 2 ComentariosTodavía con la inolvidable experiencia del fin de semana en Verdún, cuando tuvimos la oportunidad de visitar diferentes lugares emblemáticos de la Primera Guerra Mundial y compartir un fin de semana con Sabaton al hilo de la presentación de su último disco, ‘The Great War’, otro periplo ilusionante volvía hacernos salir de la madriguera dos años y medio después. Por Jason Cenador.
Pese a la creciente preocupación con la situación del coronavirus en el continente europeo, la perseverancia de Sabaton y la dedicación absoluta de los responsables del sello Nuclear Blast hicieron viable que la prensa metalera internacional se citase en el espectacular Museo Real de la Armada e Historia Militar de Bruselas para reunirse con la banda sueca y escuchar en exclusiva mundial su próximo trabajo, ‘The War to End All Wars’, con la Primera Guerra Mundial de nuevo como eje central de todas sus canciones. La publicación del disco está prevista para el 4 de marzo de 2022.
La cosa estuvo pendiendo de un hilo hasta el último momento, pero la banda tenía claro que el virus que abortó abruptamente su gira más ambiciosa y potente no acabaría con sus planes para presentar ante los medios a su nueva criatura discográfica. “¡No, ni de coña, se hace como sea!”, le decía el afable vocalista Joakím Brodén a este redactor cuando planeo la posibilidad de cancelar el evento, para cuyo acceso era pertinente una prueba de antígenos que nos fue provista en la propia entrada de un museo reservado exclusivamente para la ocasión.
En una sala repleta de tanques y demás elementos de artillería, con el imponente avión del Barón Rojo (el histórico, no estaban los hermanos De Castro al mando) presidiéndola desde el techo, hicieron acto de aparición todos los miembros de Sabaton, una banda que, si algo ha demostrado a lo largo de tantos años de cada vez más exitosa carrera, es que sabe tratar a la prensa y al público con una cercanía y una naturalidad inusitadas. El cariño que das es, muchas veces, el que acabas recibiendo.
Nos condujeron acto seguido a otra enorme sala con una pantalla en la que se proyectaba la portada del disco y desde las que pudimos escuchar de principio a fin el nuevo trabajo, décimo de su producción. ‘The War to End All Wars’ es un disco que hará las delicias de los más acérrimos fans de Sabaton, con constantes reminiscencias de la vieja escuela de la banda pero con el valor añadido de una evolución en la ejecución inexorable, que sale a relucir sobre todo en un impresionante trabajo de guitarras.
El disco comienza con “Sarajevo” y culmina en “Versalles”, coincidiendo con los emplazamientos del principio y el fin de la llamada Gran Guerra. Una locución sobre una enriquecida y envolvente instrumentación culmina en ambas con un estribillo de similar melodía con el sello inconfundible de Sabaton y esa voz inimitable, de arrollador carácter, de Joakim Brodén.
Pronto abrimos los ojos como platos al sonar “Stormtroopers”, uno de los temas más powermetaleros, con una batería aplastante y una inusitada agilidad en las guitarras, que hasta coquetean con el neoclasicismo al comienzo de su monumental solo. Se trata sin duda de uno de los cortes más brillantes y emocionantes del trabajo, en el que, no obstante, gozan de cierta preponderancia las canciones de ritmo marcial y más acompasado.
Muy al hilo del “Brothers of Metal” de Manowar en lo que al aspecto rítmico respecta aparece “Deadnought”, que bien podría haber estado a la altura de “The Art of War”. La narrativa es importante en una canción más constante, denso y machacón, cuya base se mantiene también constante en un solo preciosista en el que el gran Chris Rörland saca brillo a su mástil. Durante el último estribillo, las seis cuerdas de Chris y de Tommy Johanson se doblan sacándole punta.
“The Unkillable Soldier” es un trallazo sin contemplaciones cuyo arranque directamente con las voces recuerda al de aquel “Screaming Eagles” de su formidable álbum ‘Coat of Arms’, último que publicaron antes de revolucionar la formación de la banda. El estribillo del tema es directo y hará saltar al personal, haciendo de él un valor seguro para los directos. Con la efectividad por bandera, los coros también serán, seguro, secundados por el respetable.
En un tempo muy parecido a “Dreadnought”, “Soldier of Heaven” trae consigo la novedad de unos constantes sintetizadores que se adosan a ese heavy metal contenido y denso, espesor que se quiebra una vez más en un solo de guitarra lúcido, de lo mejor del tema junto al hímnico estribillo.
Más fluida y rápida, pero también en unas tonalidades más graves y robustas, se presenta “Hellfighters”, que logra crear a su alrededor una atmósfera opresiva y una esfera de muy alto voltaje, casi coqueteando en momentos puntuales con el thrash metal. Joakim canta en ella más grave que nunca, demostrando, por otra parte, lo bien que su inconfundible voz se desenvuelve en esas tesituras.
De vuelta a ese ritmo de bombo-caja persistente y marcial, “Race to the Sea” es otro tema arquetípico de Sabaton, sin sorpresas ni sobresaltos, aunque con una excelente producción en las voces, que se empastan a las mil maravillas en un estribillo marca de la casa. La fórmula no se altera un ápice, pues tampoco encuentran necesidad de hacerlo ni desean inocular artificialmente a su música elementos que no le pertenecen.
Una cosa es que la fórmula no se altere y otra muy diferente es que no abarque más de una baldosa estilística. Lejos de ello, “Lady of the Dark” posee una silueta musical más apegada al hard rock sin detonar en ningún momento los cimientos del heavy metal y a la esencia de Sabaton. Si te gustaron los anteriores álbumes, este te encantará. Si no, simplemente no será lo tuyo. Y no hay término medio. El corte, por cierto, pone de relieve la figura de la intrépida serbia Milunka Savić, una heroína cuya historia os invito a investigar. Qué importante es, para una banda que tiene en la historia su razón de ser temática, poner de relieve también figuras femeninas en un relato en el que los varones siempre han gozado de más renglones en los libros.
Decía antes que este disco tiene bastantes guiños a la vieja escuela, y uno de los temas que más lo refrendan es “The Valley of Death”, cuya estrofa, por alguna razón, me recuerda a “Primo Victoria”, el himno por excelencia de Sabaton. Lógicamente, aunque el tema tenga líneas melódicas y una estructura apegada a las raíces de lo que hicieron de los de Falun un grupo de máxima relevancia internacional, se nota que el paso del tiempo no es en balde, pues musicalmente es deslumbrante, sobre todo en lo que respecta, una vez más, al avezado trabajo de guitarras. Si por mí fuera, su solo duraría dos o tres minutos más como mínimo, porque Chris y Tommy se lo pasan en grande en él y nos hacen disfrutar también de lo lindo a nosotros.
Casi en el ocaso del disco llega uno de sus temas más emocionantes, “Christmas Truce”, que, versando sobre la famosa tregua de navidad en la que ambos bandos de la guerra confluyeron en el frente no para matarse, sino para compartir un partido de futbol y una pacífica celebración, fue elegida como primer single. Es, con todo, uno de los temas más diferentes y tal vez el más destacado del disco, y refleja como pocos el sinsentido de la guerra y lo devastador que es que la humanidad y los valores sucumban ante perniciosos intereses por parte de poderosos que usaban (y siguen usando) a seres humanos como carne de cañón para sus fines. Luchadores de uno y otro lado tenían familia, amores, sueños, y seguramente que muchos no querían estar muertos de frío en una trinchera jugándose la vida y acabando con las de otros.
Tras la conclusión del trabajo con el mencionado “Versalles”, levantamos campamento y comenzaron las entrevistas. Un servidor tuvo la oportunidad de charlar largo y tendido con Pär Sundström, bajista, miembro fundador y cabeza pensante de la banda. En una charla amigable y en profundidad que podrás leer más adelante en nuestros medios, el experimentado músico sueco comentó que este disco nació de la imposibilidad de girar, pues lo que en principio iban a ser unos pocos singles como refuerzo de ‘The Great War’, girando en torno a “Christmas Truce”, se convirtió al final en un nuevo disco completo sobre la Primera Guerra Mundial, algo que no estaba planeado.
La jornada transcurrió con charlas cruzadas entre todos periodistas ahí citados, compartiendo impresiones, vivencias y, en muchos casos, una amistad que a veces es reciente y en otras ocasiones se remota a años atrás. Tras la cena, tocaba sorpresa: una película de animación de más de una hora poniendo contexto y trama visual muy lograda y curiosa al grueso de los temas del disco, en una iniciativa laboriosa y nunca antes, que se recuerde, llevada a cabo por nadie. Y con ella, entendimos mucho mejor el sentido de cada una de las canciones. De verdad, cuando vea la luz, no dejéis de disfrutarla si estáis interesados en la historia, porque es didáctica, entretenida y tiene muchos puntos de épica, pero también humanidad y hasta humor, siempre en el marco de un evento del que no se banaliza su crudeza.
Cabe destacar la irrepetible experiencia de poder pasear por un museo gigante con un patrimonio diverso y sorprendente en plena noche y sin afluencia alguna. Recorrer con tu buen amigo checo una exposición sobre el abominable dominio nazi en Bélgica, caminar en soledad por una sala llena de tanques para ir al cuarto de baño o poder pasear entre un sinfín de aviones de toda época en un impresionante – y cuando digo impresionante, es impresionante – hangar repleto de ellos es una vivencia surrealista, casi de película.
Aunque el “toque de queda” estaba programado para la una de la mañana, miembros de la banda y buena parte de los citados arribamos al hotel un par de horitas más tarde, señal inconfundible del éxito del evento y de que, sí, nos lo pasamos muy bien. En las trincheras había, como en todas partes, gente buena, y en Sabaton, creedme, la hay. Más allá de la adulación, ojalá todos los músicos top tuvieran la cordialidad, el trato, la terrenalidad y la simpatía de los suecos.
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2 comentarios
Extenso resumen por parte de Jason Cenador hacia el nuevo álbum de los suecos SABATON basado una vez más en la temática bélica como su anterior álbum de estudio (THE GREAT WAR) del 2019. Para ser totalmente sincero me ha encantado este nuevo tema como su currado videoclip. A ver si la pandemia se va a tomar culo y nos lo traen por nuestro bello pais.