Foto: Tim Tronckoe

Con una estética impactante y una popularidad cada vez mayor en el género que les convierte en uno de los nombres más recurrentes en los festivales veraniegos, estos alemanes siguen escalando posiciones con su último lanzamiento ‘The Sacrament of Sin’. Un trabajo en el que no escatiman en riesgos en el que se puede encontrar desde su primera balada hasta algunas de sus piezas más potentes. El guitarrista Matthew Greywolf departe con Alfredo Villaescusa acerca de este asunto y de su inminente incursión en el próximo Leyendas del Rock de Villena (Alicante). Los lobos han pillado ya posición.

 ¿Por qué el título ‘The Sacrament of Sin’? (ndr: el sacramento del pecado)

“Todo el concepto del pecado y el perdón es un campo muy interesante dentro del catolicismo. En cuanto a lo del sacramento, se trata de un ritual mediante el cual se definen los miembros de una religión. Según la religión católica, el hombre nace ya con el pecado en su interior, incluso antes de recibir el primer sacramento del bautismo, por lo que la única manera de vencer al pecado es llevar una vida piadosa y confesar tus propios pecados, lo cual personalmente  me parece un asunto fascinante desde el punto de vista filosófico. Fue todo un desafío escribir letras que encajaran con ese tema”.

¿Es un disco conceptual entonces?

“Yo tampoco lo definiría así, a mí esa etiqueta siempre me resultó demasiado estrecha, pero por supuesto que no elegimos el título del álbum a la ligera porque hay un número considerable de canciones que tratan sobre el pecado y el perdón, y también sobre el concepto del pecado en sí mismo, desde la óptica del catolicismo o desde una perspectiva más individual, por ejemplo, la definición que cada uno tenga del pecado puede llegar a ser muy diferente. En definitiva, existen aspectos muy diversos para desarrollar ese tema”.

El ritmo trepidante de “Fire & Forgive” introduce de un plumazo el sonido épico de ‘The Sacrament Of Sin’, ¿no?

“Sí, creo que es la apertura perfecta porque contiene todos los rasgos característicos de Powerwolf, pero al mismo tiempo también aparecen nuevos ingredientes que serán una de las señas de identidad de este trabajo. Nunca habíamos sacado material tan diverso y aperturista, pero con el primer corte te das cuenta a los pocos segundos de que se trata de un disco nuestro”.

El título “Demons Are A Girl’s Best Friend” parece que se inspira en la legendaria canción popularizada por Marilyn Monroe “Diamonds Are A Girl’s Best Friend”…

“Sí, en efecto, esa es otra de las piezas que tiene que ver con el pecado y cuenta la clásica historia del diablo intentando seducir a una chica, la tentación que sufrió Eva con la manzana en el jardín del Edén, algo que se ha repetido muchas veces en la historia de la humanidad”.

“Where The Wild Wolves Have Gone” es quizás vuestra primera balada, ¿no os dan miedo los riesgos?

“Para nada, en el pasado siempre tuvimos en mente componer algo de esas características, pero no éramos capaces de desarrollarlo. De hecho, tengo que confesar que yo personalmente soy un gran fan de las baladas rockeras y heavy metaleras. Lo cierto es que siempre quisimos componer una balada clásica algún día, pero nunca nos veíamos preparados para ello, no sabíamos si pegaría con nuestro sonido…El hecho que nos proporcionó la confianza suficiente para intentarlo fue cuando decidimos grabar diez de nuestras canciones preferidas de heavy metal para el disco extra de ‘Blessed & Possessed’. Entre ellas estaba “Edge of Thorns” de Savatage, una pieza que está basada básicamente en teclado y partes vocales y entonces nos dimos cuenta de que la voz de Attila encajaba también en esa tesitura, por lo que no pudimos evitar probarlo en el nuevo álbum. Y aquí estamos con nuestra primera balada, una de las piedras angulares de ‘The Sacrament Of Sin’, en mi opinión”.   

¿Os inspiraron Savatage entonces?

“Sí, claro, yo soy un gran fan suyo y además es una de esas bandas que ha sabido incorporar con total naturalidad el teclado dentro del heavy metal”.

Matthew Greywolf, nuestro interlocutor. Foto: Tim Tronckoe

¿Y volveréis a grabar más baladas?

“No sé, eso no es algo que planeas, los artistas muchas veces nos dejamos llevar, se trata de un proceso bastante intuitivo, seguramente si lo planeáramos de antemano, no saldría…Somos el tipo de banda que no piensa demasiado las cosas, vemos a ver lo que sale y si nos convence, lo grabamos. Viendo lo divertido que ha sido en esta ocasión componer una balada, es muy probable que volvamos a repetir esa fórmula, aunque quién sabe si entonces nos parecerá también una buena idea…”.

“Nightside of Siberia” representa, por el contrario, uno de vuestros cortes más contundentes…

“Sí, es verdad, creo que nunca antes hemos utilizado afinaciones tan graves para las guitarras, bordean casi el death metal en ese aspecto. Fue otro de los momentos más divertidos al hacer este disco y muestra la amplia variedad que nos podemos encontrar”.

¿Por qué elegisteis al productor Jens Bogren? (Opeth, Arch Enemy, Amon Amarth)

“Lo primero de todo, ya nos gustaban muchos de sus trabajos previos, y luego también es uno de esos productores que no tiene un sonido típicamente suyo. Quiero decir que hay muchos otros productores que al final acaban dando a las bandas un sonido y unas señas de identidad concretas vinculadas a un productor. Jens es un tipo que hace producciones muy personalizadas en ese sentido y ninguna banda suena igual a otra. Fue además una coincidencia que Jens captara de inmediato cómo Powerwolf debían de sonar porque era la primera vez que trabajábamos con un productor que no fuera Fredrik Nordström”.

¿Consideras ‘The Sacrament of Sin’ vuestra obra más arriesgada?

“Es muy complicado contestar a eso, ya que depende de la percepción individual de cada oyente. Para mí, como he dicho, es nuestro disco más variado hasta la fecha y con mayor cantidad de detalles, por ejemplo, los arreglos orquestales y otros ingredientes que nunca habíamos utilizado antes, caso de introducir gaitas o theremín (ndr: uno de los primeros instrumentos electrónicos que se toca sin necesidad de contacto físico). Pero bueno, el paso del tiempo dirá si acertamos o nos equivocamos en nuestra elección”.

¿Lleváis dentro cierta capacidad de sorprender a la gente?

“Bueno, es que sería muy aburrido hacer el mismo álbum una y otra vez, pero al mismo tiempo yo también soy fan del heavy metal y tampoco me gusta que mis bandas favoritas cambien demasiado y hagan algo completamente diferente. Creo que el método perfecto para controlar la evolución en cualquier grupo consiste en conservar ciertas señas de identidad, pero tampoco renunciar a introducir nuevos matices, eso es precisamente lo que hemos querido hacer en ‘The Sacrament of Sin’”.

¿Y cuáles dirías que son exactamente vuestros rasgos característicos?

“Eso correspondería señalarlo también a los fans, pero creo que a lo largo de los años hemos adquirido ciertas marcas de la casa, por ejemplo, no conozco ninguna otra banda de metal que haga tanto uso del órgano de iglesia y la forma de cantar de Attila es también muy peculiar…Por lo tanto, sí que conservamos algunas señas de identidad, pero al mismo tiempo no renunciamos a expandir nuestro sonido, no quiero acabar llegando a un punto a partir del cual ya no nos podamos mover ni un milímetro, eso es muy pobre para cualquier artista”.

¿Cómo surgió la portada?

“Pues hay una historia muy graciosa en torno a ello, porque la hizo una chica de Eslovaquia llamada Zsofia Dankova, que cuando la contactamos no era en absoluto una artista profesional. Tuvimos noticias de ella a través de nuestra página de Facebook, donde colgó un vídeo en el que mostraba algunos trabajos suyos al ritmo de una de nuestras canciones. Nos gustó tanto que le invitamos a nuestro concierto en Bratislava y le ofrecimos participar en el diseño de algún artículo de merchandising, a lo cual accedió encantada. Eso fue hace tres o cuatro años y desde entonces se ha convertido en nuestra artista visual de cabecera. Es una de las cosas más grandes del heavy metal, poder conocer sin intermediarios de ningún tipo a artistas que hacen cosas simplemente por amor a un grupo”.

En breve pasaréis por el festival Leyendas del Rock, ¿qué podemos esperar?

“Pues tenemos bastantes ganas, especialmente yo, porque la última vez que estuvimos allí yo no pude ir por estar enfermo. Al volver me dijeron que me había perdido algo verdaderamente especial, así que estoy muy contento de que tengamos la oportunidad de regresar a ese gran festival. Vamos a llevar además un despliegue importante de medios, aunque cuando no eres un cabeza de cartel importante a veces es complicado coordinarse con otra gente. No puedo decirte exactamente lo que vamos a llevar, porque eso dependerá de cómo organicemos el escenario, pero podéis esperar una misa muy salvaje de heavy metal”.

Va a haber otra gira en otoño junto a Amaranthe y Kissin’ Dynamite, pero no hay incluidas fechas por la península, ¿por qué?

“Sí, es verdad, pero eso no significa que no vayamos a pasar por España, porque habrá una prolongación de ese tour más adelante, las fechas anunciadas hasta el momento son solo la primera parte de esa gira. Habrá también una segunda incursión y esperamos entonces poder ir a salas de la península”.

Powerwolf actuará el 10 de agosto en el Leyendas del Rock 2018. Ese día también actuarán Saxon, Children of Bodom, Abbath, Sonata Arctica, DevilDriver, Turisas, Jupiter, Vhäldemar, Freedom Call, Die Apokalyptischen Reiter, Vader, Praying Mantis, Tank, Azrael, Jinjer, Wind Rose, Taken, Jolly Joker y Against Myself

Con varios álbumes que han llegado hasta lo más alto de las listas de ventas en Alemania, ¿no os sentís un poco presionados a la hora de componer?

“Por supuesto, aunque la presión nunca es en términos comerciales, sino más bien en ser capaces de componer un trabajo emocionante tanto para nosotros como para los fans. Para mí, las listas de ventas son simplemente un número, es algo que está bien, obviamente, e indican el éxito de todo un equipo al completo, pero me parece más importante el momento en el que te subes al escenario y ves a la gente cantando los nuevos temas”.

El uso de corpse paint (ndr: maquillaje propio del black metal) no se suele estilar demasiado en un grupo de vuestras características, ¿de dónde surgió esa idea?

“Buena pregunta. Lo cierto es que cuando formamos la banda tuvimos muy claro que sería algo más que música. Yo crecí con Iron Maiden y recuerdo lo emocionado que estaba con ellos cuando tenía 11 años, no solo por su música, sino también por sus portadas y por toda la parafernalia que montaban en el escenario. Nosotros queríamos que Powerwolf fuera un gran concepto en ese sentido y para eso no nos inspiramos en el black metal o en Kiss, sino más bien en el mundo del teatro en general donde es habitual el uso de máscaras, maquillaje llamativo y ese tipo de elementos”.

Os habrán comparado mil veces con Ghost…

“Es una banda interesante y lo que hacen es ciertamente original, pero no creo que se nos pueda comparar en muchos aspectos, por ejemplo a nivel musical no tenemos nada que ver, ellos optan por un enfoque más retro con cosas de pop, mientras que lo nuestro no deja de ser heavy metal. Es verdad que Ghost también utilizan la teatralidad en su shows, pero tampoco lo inventaron ellos (risas), uno podría pensar también en King Diamond”.

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Alfredo Villaescusa

Eclecticismo en vena. No hay nadie que no dispare el viernes por la noche, ni hay quien esquive los disparos.

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