Nos pasamos por el primer Festival de Cine y Metal (FICIME)

23 agosto, 2019 11:25 am Publicado por  3 Comentarios

Foto: William Mora

La última semana de julio tuvimos la oportunidad de asistir y ser partícipes del primer Festival de Cine y Metal (FICIME), realizado en Bogotá (Colombia), según indagaciones propias también es el primero a nivel mundial. Un evento que sin titubeos nos abrió las puertas y la mente a ese mundo en donde se acoplan melodiosamente dos de las más bellas artes, el cine y la música, pero con la salvedad que la protagonista es la música que amamos, el metal.

Alrededor de este género se contaban variadas historias, bien sea de una banda y su trayectoria, relatos de vida, el metal en su más íntima relación con los contextos propios de Latinoamérica o desde la impactante realidad de la guerra Siria, en fin, mucho de donde elegir, pero aun más que reflexionar. 22 países se hicieron participes: Irlanda, Estados Unidos, India, Indonesia, España, Egipto, México, Angola, Puerto Rico, Brasil, Italia, Argentina, Irán, Alemania, Portugal, Canadá, Chile, Rusia, Siria, Reino Unido, Croacia y obviamente Colombia. Lo que nos deja en claro que desde distintos lugares del planeta la música tendrá algo que decir, usando un mecanismo tan impactante como lo son las artes audiovisuales.

Estas producciones se pudieron apreciar en diferentes formatos como: videoclip, largometraje documental, largometraje de ficción, cortometraje documental, cortometraje de ficción y documental. Fueron diversas proyecciones durante cinco días en distintos espacios, no solo en la ciudad de Bogotá sino también en algunos municipios aledaños como: Chía, Zipaquirá, Soacha y Madrid (no la capital española, sino un municipio de Cundinamarca).

Foto: William Mora

Entre las 68 creaciones participantes vale la pena destacar algunas que llamaron mi atención (ya que no pude verlas todas): “Syrian Metal Is War” de Siria, documental desgarrador sobre la lucha por prevalecer en este contexto de guerra; “Songs of Injustice: Heavy Metal Music in Latin America” producida en Estados Unidos, pero cuyo eje es el contexto latinoamericano, su  voz, su reclamo; “Bonanza metalera” de Colombia, cuenta el crecimiento del género en el eje cafetero colombiano; “Fractal, el metal en Colombia”, narra ese papel fundacional del metal extremo de Medellín; “El legado”, de México, cuenta porque la música es un legado de profundo sentir;  “Extreme nation”, de India, muestra un viaje por la India y la conexión con la música extrema; “Toda una Rock Star” es una reflexiva obra colombiana del alcance de la música con un propósito; “Necromurder”, producción estadounidense, basada en una historia real donde la protagonista es la muerte; y “La calle 24”, de la querida España, obra del director Albert Everest donde se cuestiona la radicalidad y el purismo que padecen los géneros musicales.

Con estas obras no solo queda demostrado que el séptimo arte permite expresar un sentimiento desde cualquier arista, sino que la música juega un papel importante en la comprensión de nuestra realidad. No en vano gran parte del metal busca ser trasgresor y para ello se ha valido del sonido, las líricas e imágenes que incomodan o buscar hacernos pensar. Esto fue lo que durante cinco días vimos reflejado en las pantallas, más allá de la apreciación de este arte, varios mensajes y realidades quedaron grabados en nuestras mentes.

Por esta razón, el festival buscó ir más allá y trascender el componente cinéfilo y realizó un panel donde se evidenció que existe un dialogo entre la academia y el metal. Fue así como el día jueves 25 de julio en la Universidad Nacional de Colombia, se realizó el panel “Metal en la academia” donde exponentes nacionales e internacionales mostraron parte de su trabajo e investigaciones desde diferentes campos del conocimiento usando el metal como objeto de estudio, el cual muchas veces fue menospreciado y estigmatizado.

Foto: William Mora

Los participantes y sus temáticas fueron: Nelson Varas de la Universidad Internacional de la Florida, quien investiga acerca de los conceptos de decolonialismo, pánico moral y estigma social, entre otros; Alfredo Nieves de la ciudad de México, coordinador del Seminario Permanente de Estudios sobre el Heavy Metal de la UNAM, cuyos estudios se basan en la etnomusicología, la cultura y otros; Alejandro Bohórquez de la Universidad Externado de Colombia, conocido como el profe del metal, quien tiene a su cargo la cátedra de Geopolítica Urbana y Música Extrema; y Julieta “Nocturna”, editora de publicaciones académicas e investigativas del grupo estudiantil “Metal UN”, quien a lo largo de varios años ha venido liderando y haciendo visible la producción académica y literaria sobre el metal en el espacio académico de la Universidad Nacional de Colombia. Cada uno de ellos y su espacio de investigación los pueden encontrar en Facebook, así que muy invitados a conocerlos.

En conclusión, este festival permitió descubrir un mundo nuevo en relación a la música extrema y su conexión con espacios académicos desde la acción investigativa. Esta intrínseca relación nos resultaba poco creíble, previsible y comprendida porque quizá la pensábamos allí olvidada en los anaqueles de las bibliotecas de las universidades. Un festival como este abre las puertas a todo aquel quien quiere participar, convirtiéndose en un espacio para visibilizar este sentimiento por la música que construye reflexión y cultura.

Finalmente, quiero agradecer a los organizadores de FICIME, a Sebastián Alvarado, Julieta Nocturna, Claudia Yepes, Ingrid Castiblanco, Nelson Varas, Alfredo Nieves, Alejandro Bohórquez, el fotógrafo William Mora y muchos más cuyo nombre se me escapa. Mis más profundas congratulaciones y esperemos que el número dos de este festival trascienda las fronteras y siga generando tan profundas reflexiones.

Carolina Cifuentes

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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • Juandie dice:

    Iniciativas de este carácter rockero deberían de hacer en nuestro país de vez en cuando.

  • Ester dice:

    Pero q idea más buena, si hasta parece mía!!!!! Cuantos más artes se sumen más sensibilidades se despertarán en la gente y más poder creativo se derrochara de nuestros cerebros para rellenar los espacios vacíos q hay entre las personas. Esa es la finalidad del arte: unir a las personas con una emoción común. Gracias Mariskal. Vosotros podríais hacer algo similar, si no con cine, con literatura o arte pictorico-escultorico, instalaciones de arte visual, etc. Yo ya lo veo, espacio multidisciplinar generado por el heavy y el rock. Saliendo, de este modo, del cómic maravilloso pero ya muy trillado. Ánimo Mariskal, terreno virgen en España. Besos

  • Ester dice:

    Perdonad por la extensión, pero es q me emociono con estas cosas y ya las veo, y mi cerebro empieza a trabajar y a sopesar posibilidades, a crear sin fin. Hasta q no se hace física la idea, no paro. No sabéis la de proyectos q tengo prácticamente terminados en un cajón, por el solo hecho de crear.

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