Muere Jamie Muir, el percusionista que abandonó King Crimson para convertirse en monje budista

19 febrero, 2025 10:42 am Publicado por  1 Comentario

Jaime Muir, que fuera percusionista de King Crimson a principios de los 70, con el álbum 'Lark's Tongues in Aspic' como destacado legado antes de dejar la banda para convertirse en monje budista, ha fallecido a los 82 años.

Muir nació en Edimburgo el 30 de noviembre de 1942, y desde muy pronto mostró su interés por el jazz y la improvisación en la música. Una vez que se estableció en Londres empezó a tocar con bandas como la Music Improvisation Company, Pete Brown And The Battered Ornaments, Boris and Assaga o Sunship, etapa en la que empezaría a experimentar con los objetos que llevó a la percusión de King Crimson cuando Robert Fripp rehízo la banda en 1972.

Una lesión sufrida durante una actuación fue el motivo que se dio en su momento para justificar su salida de la banda, siendo la realidad que Muir se había trasladado al monasterio escocés de Samye Ling para volcarse en la vida budista.

Su compañero en la percusión de King Crimson en aquella fugaz etapa, Bill Bruford, hizo pública la noticia de la muerte de Muir en sus redes rindiendo homenaje a su viejo amigo: "Jamie Muir ha fallecido hoy 17.02.2025 en Cornwall, Reino Unido, con su hermano George a su lado. Jamie fue el batería y percusionista con el que trabajé en el álbum de King Crimson 'Larks' Tongues in Aspic' (1973). Tuvo un efecto volcánico en mí, profesional y personalmente, en el breve tiempo que estuvimos juntos hace muchos años, un efecto que todavía recuerdo medio siglo después.

Siento que perdiéramos el contacto, pero su marcha de nuestro trabajo fue tan repentina e inesperada que supuse que no quería saber nada más de mí y de mis colegas de King Crimson. Era un hombre encantador, artístico, infantil en su caballerosidad. Probablemente había un lado oscuro debajo. Podía vislumbrarse cuando se subía a la megafonía con una chaqueta de piel de lobo, la sangre (de una cápsula) manando de su boca, en una lluviosa noche de jueves en Preston, Lancs, para lanzar cadenas por el escenario a su batería. Según Robert Fripp, una de ellas no le alcanzó por poco.

Sus conversaciones con Jon Anderson en la fiesta de mi boda de 1973, en palabras de Jon, "cambiaron mi vida". Jamie también cambió la mía. Considero un privilegio haber conocido y haberme beneficiado de la compañía de un hombre con un poder tan silencioso, aunque fuera brevemente. Me pareció una de esas personas de las que se puede decir que era un ser humano hermoso. Le echaremos mucho de menos. Adiós, Jamie".

En los 80, Muir volvió a Inglaterra y a la música, tocando con Derek Bailey ('Dart Drug', 1981) y Evan Parker y Paul Rogers ('The Ayes Have It', 1983), con la Music Improvisation Company ('Trios', 1986), y también con otro exbatería de King Crimson, Michael Giles, en la banda sonora de la película de 1983 "Ghost Dance". En los 90 dejaría a un lado la música y empezó a dedicarse a la pintura, arte que le acompañó hasta sus últimos días.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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