Mikkey Dee recuerda lo "dura" que fue la última gira de Motörhead, con Lemmy Kilmister cada vez más enfermo: "El que no quería parar era él"

Una prueba más de que no somos lo que decimos, sino lo que hacemos, la dejó Lemmy Kilmister con el ejemplo que dio haciendo buena la frase de morir con las botas puestas y dejarlo todo en el escenario hasta el último de tus días. Recientemente, Mikkey Dee, el que fuera largo tiempo batería de Motörhead junto al "dios del rock", ha recordado lo "dura" que fue la última gira con su líder cada vez más enfermo, asegurando que "el que no quería parar era él".

El actual batería de Scorpions, al que pronto tendremos en nuestro país con la gira del 40º aniversario de 'Love at First Sting', participó en un nuevo episodio del podcast "Riki Rachtman's Cathouse", donde recordó cómo Lemmy, del que hace tiempo ya nos comentó que fue todo "un luchador", no quiso nunca parar aquella gira que terminó el 11 de diciembre de 2015, pocos días antes de que el día 28 del mismo mes nos dejara para siempre: "Sí, fue difícil. Verás, yo estaba intentando que lo pospusiéramos. Estábamos pasándolo un poco mal y dije: "Quizá deberíamos tomarnos un descanso", pero el que no quería parar era Lemmy. Dijo: "Absolutamente no. Tenemos que hacer esta gira". Y quería estar en el escenario todo el tiempo. Así era él. Pero tuvimos algunos problemas, porque empezó a ponerse un poco enfermo, más que antes, y estaba más cansado y esas cosas. Y fue una gira dura".

Mikkey piensa en cómo tendría que esforzarse Lemmy en aquellos conciertos en los que él mismo se tuvo que exprimir al máximo: "Esta es la cuestión: si yo tuve que dar el ciento cincuenta por cien ahí fuera, y Phil (Campbell) también lo hizo, no me lo puedo ni imaginar… Lemmy debió dar el quinientos por cien para poder aguantar estos conciertos. Me refiero a que tocamos el 11 de diciembre como último concierto en Berlín, y Lemmy falleció el 28, solo unas semanas después. Y el tipo estaba rockeando como loco. Así que, para mí, es imposible siquiera pensar en que realmente se pueda hacer eso".

Lemmy ni se planteó siquiera utilizar ningún tipo de ayuda sobre las tablas: "¿Te imaginas el esfuerzo que le costó mantenerse en el escenario? Se me ocurrían todo tipo de ideas... Porque él también tenía problemas de espalda, y decía: "El bajo pesa tanto que la espalda me quema". Pero eso debía de ser parte de su enfermedad, pensándolo ahora. Pero tenía problemas de espalda. Así que decía que tenía que apoyarse sobre una sola pierna cada vez y que era como si tuviera fuego en la espalda. Y yo le dije: "Quizá deberías sentarte en un taburete y..." Y él dijo: "De ninguna manera, Mikkey. ¿Estás loco? Nunca me sentaré en un concierto". Y de nuevo, sin hacer concesiones, sin cambiar nada. Así que todo el mérito fue de Lem. Realmente murió con las botas puestas. A veces pienso un poco en esa gira, y fue increíble que pudiéramos llevarla a cabo".

PARA LEER MÁS:

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