Lujuria ve su local inundado por el fuerte temporal

28 agosto, 2019 1:35 pm Publicado por  5 Comentarios

El lunes había alerta naranja en Segovia por fuertes tormentas a partir de las 19:00 horas. La previsión se cumplió con creces, cayó granizo y bastante agua durante horas. En el barrio de San Millán, aquí en Segovia, se produjo un socavón que se tragó, literalmente, un coche.

Nosotros tenemos el local de ensayo en un pueblo cercano, Torredondo, donde está la cárcel de Segovia en la actualidad, a la que han traído a algunos "ilustres" condenados por corrupción. Como anécdota, citaré el chiste que cuentan en Torredondo. A poco de abrir esa cárcel y empezar a venir nuestros "ilustres invitados", cerraron la fábrica de chorizo en Segovia capital, la que aquí todos conocemos como "La Choricera". Pues bien, en Torredondo se decía "Que no, que no han cerrado la Choricera, que la han trasladado a Torredondo".

Volvamos a nuestro local. Durante la noche del lunes, sobre las 9 de la noche, nuestro casero llama a Maikel, el batería: "Vente ahora mismo que esto es un estanque". Maikel ni se lo piensa y sale hacia el local de ensayo en plena tormenta de agua y granizo. Para que os hagáis una idea: no se veían las carreteras. Nuestro local tiene un buen patio que está cerrado por una puerta grande. La lluvia ha arrastrado vegetación y barro que ha sellado esas puertas por debajo y eso ha contenido bastante el agua, creando una balsa enorme en la entrada. Cubría a una persona por encima del pecho. Imposible acceder al local. Teníamos miedo a que cediesen las puertas y todo ese agua entrara e inundara todo.

Maikel no se amilanó, se sumergió y saltó esa puerta. El patio era un tremendo barrizal pero con bastante menos altura. Cubriría un pie, más o menos. Ese barrizal estaba entrando en nuestro local de ensayo. A oscuras, con una linterna (pues la luz no iba con tanto agua, como podéis imaginar), elevó lo que pudo todos los aparatos dentro del local y, con la ayuda de nuestros caseros, lucharon toda la noche para que no cedieran las puertas achicando agua con la pala de un tractor. Al día siguiente, aún era imposible entrar por ahí, aquello parecía arenas movedizas o, para que lo visualicéis, como si hubiera volcado un tráiler de nocilla. Por la tarde, gracias a que el sol el martes ya dio fuerte, estaba toda "la nocilla" seca.

Ayer pasamos la tarde sacando todo, aireando y quitando barro. Gracias a lo que hizo Maikel la noche del lunes, parece, y recalco lo de parece, que los amplis, los cabezales, pedales, ordenador, instrumentos, etc... no van a sufrir más daño que las 2 ó 3 tardes que vamos a pasar limpiando barro, pero aun no lo podemos asegurar. No vamos a enchufar nada hasta que no nos aseguremos que todo está seco y bien seco. Habrá que ver si, al final, salvamos las cosas o no, en esas estamos.

Nuestras próximas tardes serán de airear, limpiar, y rezar a San Lemmy Bendito y a San Dio Todopoderoso para que el esfuerzo que hizo Maikel consiguiera que el agua no entrase en los aparatos. ¿Se jugó la vida por el equipo? Es músico. Como para no...

Óscar Lujuria

Etiquetas: , , , , , , , , , ,

Categorizado en: ,

Esta entrada fue escrita por Redacción

5 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *