Gene Simmons (Kiss) recuerda la única vez que estuvo colocado: "Te has cargado el chocolate"

21 febrero, 2024 6:42 pm Publicado por  1 Comentario

El dogma que, para muchos trágicamente, ha unido desde tiempos inmemoriales sexo, drogas y rock and roll es algo que para Gene Simmons tiene demasiados elementos en la ecuación, ya que el bajista y cantante de Kiss siempre ha lucido con orgullo el haber conseguido mantenerse alejado del alcohol y las drogas durante toda su vida. Pero parece que hay una única ocasión en la que Gene estuvo colocado, y ha sido su hijo Nick el encargado de refrescarle la memoria sobre la anécdota que lleva a Simmons a preguntarse: "¿Quién hace eso? Te has cargado el chocolate".

El relato ha formado parte de la participación de Gene y Nick Simmons en el podcast Your Mom's House con Christina P. y Tom Segura, en cuya parte central encontramos a Gene hablando de mantenerse sobrio siendo una gran estrella del rock durante cinco décadas, algo que ocurre mientras abre una lata que parece una cerveza, momento en el que Gene comenta: "La gente puede creer que me estoy bebiendo una cerveza, pero no he estado borracho ni colocado en toda mi vida".

Es Nick el que corrige a su padre, comentando que "hay una historia accidental. ¿Podemos contar la historia del brownie?" Lo que nos sitúa en el tipo de historia que llega a continuación: "Está tan alejado de la cultura de la droga que no sabía que se puede hornear cannabis en productos de panadería. No tenía ni idea. Así que antes de que yo naciera, antes de mi madre (Shannon Tweed), él estaba entre bastidores y alguien había horneado un molde de brownies especiales. Y él no tenía ni idea de que eso existía, así que no dudó en comerse seis, se los zampó. Por favor, descríbenos cómo alucinaste. Me lo has contado un par de veces. Es mi historia favorita".

Gene retoma el relato empezando por quejarse de este tipo de productos: "¿Quién hace eso? Te has cargado el chocolate", mientras Nick indica que "los dulces son su droga preferida".

"Nunca antes ni después me había pasado algo así", comienza a contar el mítico miembro de Kiss. "No estaba preparado para ello. Había una sala llena de gente celebrando que habíamos batido un récord en Detroit… Eso fue en el 76. Toda la sala estaba llena y yo veía cómo se amontonaban los brownies. Toda la habitación estaba llena, y yo sólo veía los brownies apilados. Y me encantan esas cosas. Todo el mundo decía: "Vamos a fumar, vamos a meternos cosas por el culo". No, sólo dame un pastel".

El músico recuerda que también influyó otra de sus debilidades al hacer alusión a la mujer que repartía aquellos dulces: "Tampoco hacía daño que no fuera fea. Se acercó y le dije: "Dame otro de esos". Entonces empecé a seguirla como un perro con un hueso. "¿Me das otro?" "¿Quieres otro?" Y seguí comiéndome seis".

El efecto no tardaría en llegar, como incluso representa Gene con simpáticos gestos: "La habitación empezó a hacerse más grande, y mi cabeza empezó a hacerse más pequeña… hasta el tamaño de una aceituna. Recuerdo que empecé a abrir los ojos de par en par para que la gente pensara que estaba normal. Y a medida que me movía, mis manos se hacían… cuanto más se alejan de ti, se hacen más pequeñas, pues no, mis manos se hincharon como si fueran dibujos animados. Se volvieron enormes".

"Por suerte, había una chica allí, que también ha escrito sobre ello". Gene se refiere a Jaan Uhelszki, cofundadora de la revista Creem, que en 2019 contó esta historia a Classic Rock  indicando que sucedió en 1974 y que Gene se comió tres de los brownies. "Me sacó de allí y me llevó a la limusina. Y mientras caminaba, a cada paso que daba, tenía los pies gigantes, le hablaba alto porque no pensaba que ella pudiera oírme, porque mi voz parecía pequeña".

"Subimos a la limusina, y tenía miedo de moverme o lo que sea", sigue contando Gene llegando al momento culmen. "Y tenía sed. Así que paramos a dos o tres manzanas en un gueto de Detroit, y ella me llevó a tomar algo. Estaba lleno de gente del barrio que estaban allí por la noche tomando una hamburguesa y esas cosas después del show. Y yo estaba vestido de cuero, en serio, y todos se daban la vuelta y yo pensaba: "Todos me miran porque mi cabeza es pequeña". Así que trataba de hacerme más grande. Me acerqué y el tipo me dijo: "¿Qué quieres?". Y yo le dije gritando: "¿Me das un vaso de leche?"".

Gene vuelve a la temática picante para rematar la historia: "Así que cuando volvíamos al hotel, ella sacó mi llave, y yo intenté meter mi llave, que era enorme, por el ojo de la cerradura. No funcionó. Ahora que mi hijo no está aquí… Diré que nunca he sido tan grande en mi vida".

Dejando a un lado la divertida historia de aquel colocón accidental, Gene fue más serio para ofrecer el motivo por el que siempre dijo no al consumo de cualquier sustancia: "Nunca quise drogarme ni emborracharme por mi madre. Ella estuvo en un campo de concentración cuando tenía 14 años. Y nunca quise romperle el corazón. Y siempre fui consciente de que nunca quería decepcionarla: ya era suficiente disgusto. Así que nunca fumé cigarrillos, nunca me drogué, nunca me emborraché".

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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