Entrevistas |Ian Hunter

«Dediqué una canción a Gernika porque me impresionó el cuadro de Picasso»

Por: Mariano Muniesa

Foto: Ross Halfin

Ian Hunter es de esos músicos que está hecho de otra pasta. Animal del escenario, multinstrumentista apasionado, se ha ganado el respeto, el afecto y la admiración de gente del rock 'n' roll que apenas habían nacido cuando él era ya una estrella con Mott The Hoople y que han puesto calor y color a su nuevo álbum en solitario, ‘Defiance, Part.1’. Mariano Muniesa pudo disfrutar de un largo rato de charla con él –más de lo que la compañía había previsto, dada la buena comunicación que se estableció durante la entrevista- y todo el pasado, presente y futuro de este gran artista fue repasado por ambos. Con todas y todos ustedes…

Ian, seguramente a mucha gente le llamará la atención, pero, por lo que tengo entendido, uno de tus principales colaboradores en este disco no fue un músico, sino el fotógrafo Ross Halfin. ¿No es así?

“Sí, es verdad. Cuando se produjo la pandemia y se decretó el confinamiento, gran parte del disco ya estaba grabado, pero aún quedaban cosas por terminar y los músicos de mi banda no tenían estudios caseros, así que empecé a llamar a gente que sí podía grabar en casa y mandarme archivos en mp3. A todos los conocía en persona, pero no tenía sus teléfonos ni su mails, de manera que Ross Halfin, que tiene la agenda de teléfonos más preciada que puedas imaginar, me facilitó el contacto con Slash, Billy Gibbons, Woody Watchel…”.

‘Defiance Part 1’ me parece un gran álbum, lleno de magníficas canciones que me gustaría comentar contigo. Una de las que más me enganchó a la primera escucha fue la que abre y titula el disco, “Defiance”, una fantástica canción de hard rock, que me gusta mucho. El solo de guitarra de Slash es realmente un gran solo. ¿Qué historia hay detrás de la canción?

“La letra se podría decir que es autobiográfica, en cierta medida. Musicalmente, es muy buena, estoy de acuerdo contigo, y creo que eso se debe a que, en efecto, el trabajo de Slash es magnífico y no menos potente es el de Robert Trujillo. Si la escuchas con atención, es increíble la interacción que hay entre los dos, en especial hacia el final del primer solo de Slash, teniendo en cuenta que cada uno grabó en un estudio diferente.

No olvides el trabajo de Dane Clark en la batería. Es miembro de la banda de John Cougar Mellencamp y es todo un musicazo. Sí, coincido contigo, “Defiance” es muy potente y suena muy bien”.

“Pavlov´s Dogs” es un rock and roll muy clásico y me la puedo imaginar muy bien en un show en vivo. Si piensas volver a la carretera, tal vez esa canción esté en el setlist.

“No lo sé, es posible. En esta canción jugaron un papel muy importante Robert de Leo y su hermano Dan, de Stone Temple Pilots, a quienes conocí a través de Johnny Depp. Lo cierto es que una cosa llevó a la otra: propuse a Robert que hiciera la pista de bajo de este tema y me dijo que le había gustado tanto que se lo había comentado a su hermano Dan y que le gustaría hacer algunas partes de guitarra… al final acabó haciéndolas todas, porque cuando escuché lo que me mandó me pareció mucho mejor que lo que yo estaba haciendo.

Entonces, los dos me dicen: “Oye Ian, ¿te gustaría que el batería de STP, Eric Kretz, te grabase la batería?” así que, al final, es casi más una canción de Stone Temple Pilots con Ian Hunter de pianista invitado (risas). Tenía una sonrisa de una milla de ancho cuando escuché el tema terminado, ¿sabes? Es genial”.

Has invitado a participar del disco a un viejo amigo como Todd Rundgren. Recuerdo muy bien la gira que hiciste con él en 1980. ¿Cómo fue la experiencia de reencontrarte con un amigo tan antiguo para trabajar en este disco en una canción como “Don´t Tread On Me”?

“No me reencontré con Todd. Hablé con él a fines del año pasado porque quería que fuera de gira con él y no pude porque tengo tinnitus, ya sabes, la enfermedad de mierda esta del oído. Pero luego, al hacer las primeras maquetas de “Don´t Tread On Me” pensé: “Esta canción suena bien para él”. Así que se la envié y él me mandó un correo electrónico de vuelta con sus partes grabadas. Fue fantástico. Hizo mucho más de lo que le pedí. De hecho, y no me importa, casi la convirtió en una canción suya”.

Es muy interesante para nosotros que dediques una canción a un lugar llamado Guernica. Una ciudad histórica en Euskadi que sufrió un bombardeo salvaje por parte del ejército nazi durante la Guerra Civil en España. Háblame de la canción, porque es muy interesante para los españoles y para los vascos saber cuál es el significado o el sentido que posee para ti este tema.

“Es una historia muy impactante y emotiva. Yo estaba en Madrid pasando unos días de descanso y fui a visitar el Museo Reina Sofía, donde está expuesto permanentemente el Guernica de Picasso. Me quedé alrededor de cuarenta y cinco minutos contemplándolo. Era todo un símbolo que se me quedó grabado en la mente.

A la hora de componer, traté de imaginar cómo pudo ser esa situación, porque no estaban bombardeando un aeródromo militar o trincheras enemigas, estaban lanzando bombas incendiarias en un pueblo, sobre gente indefensa que huía de una ciudad en llamas. Pura barbarie.

Lo más alucinante del tema es que yo viví algunos años e la costa sur de Inglaterra, en una especie de urbanización que se llamaba The Beach House, en Worthing. Eran apartamentos en primera línea de mar, y resulta que los supervivientes de Guernica, los niños que llevaron desde Euskadi a Inglaterra en 1937, fueron alojados en The Beach House. Leí esto recientemente, después de haber escrito la canción, pero hay una conexión: viví en la misma casa que los sobrevivientes de Guernica. Increíble ¿verdad?”.

Foto: Ross Halfin

En esta canción, y en otras canciones de este álbum, trabajas con un gran admirador de Mott The Hoople, el cantante de Def Leppard, Joe Elliott. ¿Cómo es la relación en el estudio cuando el maestro está trabajando con uno de sus teóricamente más aventajados alumnos?

“La relación es más de amigos músicos que no de alumno con profesor. Le pregunté: “¿Te gustaría colaborar en el disco?” Obviamente, me dijo que sí entusiasmado y añadió: “¿Qué puedo hacer?” Y le mandé seis canciones. Joe es un tipo sensacional. Lo conozco desde hace mucho tiempo, te diré más: cuando no tenía más de quince años, casi un crío con acné juvenil trató de entrar a un concierto de Mott The Hoople en Doncaster, pero no tenía dinero y parecía estar realmente jodido. Así que le dejamos entrar por la puerta de atrás del local y ahí empezó todo”.

El pasado mes de abril se cumplieron 30 años de la muerte de un gran músico con el que trabajaste mucho tanto en solitario como con la banda de David Bowie o algún tiempo en Mott The Hoople: Mick Ronson. ¿Qué recuerdos tienes de él?

“Te lo puedes imaginar, fuimos grandes amigos. Recuerdo con mucho afecto los buenos tiempos con él y, al mismo tiempo, siempre he lamentado que se fuera tan pronto. Hicimos discos muy buenos juntos y me hubiera gustado que pasara más tiempo en Mott The Hoople. En realidad estuvo muy poco en la banda, solo un par de giras, es decir, a lo sumo tres meses.

Yo me llevaba muy bien con él, pero entre Mick y el resto de la banda había discusiones y encontronazos constantemente. Nunca entendí por qué pasó eso, porque todo el mundo era bastante razonable, pero Mick tenía un mánager diferente, otra compañía de discos y supongo que, de alguna manera, eso interfirió. Era un excelente músico, siempre le he echado de menos”.

Echando un poco la vista atrás, Mott The Hoople fue una banda de hard rock formidable, que dejó clásicos para la historia en los 70 como “All The Way From Memphis”, “The Golden Age Of Rock 'n' Roll” o “Sweet Angeline”. ¿Piensas que se valora lo suficiente vuestro legado, que la historia del rock ha sido justa con Mott The Hoople?

“Te soy sincero: nunca me he planteado tal cosa. Para mí solo era rock 'n' roll, igual que ahora, en 2023. Mott The Hoople no éramos grandes músicos, pero sí teníamos algo fundamental: puro espíritu de rock 'n' roll, y más allá de poder tocar y pasarlo bien, lo demás apenas nos preocupaba.

No nos importaba el dinero, desafortunadamente, porque luego mucha gente con pocos escrúpulos se aprovechó de esa actitud nuestra tan ingenua. Solo importaba saber que podíamos vivir haciendo lo que nos gustaba, tocar rock 'n' roll, y que no estábamos en la fábrica ocho horas al día. Todos éramos de clase obrera, chicos de la calle, nunca nos creímos otra cosa y creo que nuestros fans lo percibían, que pensaban de nosotros: “Fíjate, unos tíos como nosotros que lo intentaron y tuvieron suerte”.

Cuando termines las actividades de promoción y el álbum esté a la venta, ¿tienes intención de volver a la carretera? ¿Habría alguna posibilidad de verte con tu banda en Europa en festivales o algo así si mejora tu tinnitus?

“No lo sé. Todo depende. Tengo que hacer todavía la otra mitad de ‘Defiance’, y ahora es eso en lo que estoy más involucrado. Por supuesto que quiero tocar en directo, pero el nivel que me rodea en el escenario no puede ser demasiado alto, por lo que es difícil para mí salir con la banda debido al tinnitus. Estamos buscando diferentes maneras de arreglar esto. Hay muchas maneras diferentes de hacerlo hoy en día. Así que ya veremos”.

Perteneces a esa generación que lleva ya más de medio siglo en el rock y que sigue en la brecha: Rolling Stones, The Who, Bob Dylan… ¿Qué tiene tu generación para mantenerse con esa energía?

“Disfrutar de la música, amar lo que haces. Hay gente que tiene que vivir una vida muy dura, con trabajos que desgastan mucho, los músicos solo tenemos que preocuparnos de disfrutar haciendo música, y estoy convencido de que tal cosa te ayuda a mantenerte joven. No crecer. Nunca crecí. Todavía tengo 15 años y sigo escuchando a Jerry Lee Lewis y a Little Richard”.

Escucha 'Defiance, pt. 1' en Spotify:

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