Entrevistas |Glenn Hughes
«Mick Jagger, Jeff Beck y yo somos los músicos más activos en la actualidad de mi generación»
Por: Yorgos Goumas
El 30 de junio, el legendario cantante y multiinstrumentista inglés Glenn Hughes actuará en el festival bilbaíno BBK Music Legends con un setlist compuesto solamente por temas de Deep Purple y Yorgos Goumas quiere saber por qué. No te pierdas esta interesante entrevista en la que el músico nos revela aspectos poco conocidos de su vida.
Las crónicas de tu bolo en el Garage Sound Festival (Madrid) el pasado 9 de junio son ditirámbicas. ¿Cómo te mantienes en forma?
“Supongo que conocerás mi historial de abusos de alcohol y cocaína, y también supongo que sabrás que todo forma parte del pasado desde hace varios años. Soy un hombre nuevo: soy abstemio, vegetariano, hago ejercicio de manera regular, hago mucho precalentamiento antes de subir al escenario y bebo mucha agua”.
Estás casi continuamente de gira. No tiene que ser fácil mantener un régimen de dieta y de ejercicio en la carretera…
“Cuando estoy en casa, salgo a correr un mínimo de 8 kilómetros. También nado, ya que vivo en la costa en Los Ángeles, cinco días a la semana. Cuando estoy de gira acudo al gimnasio de mi hotel o, a falta de él, hago largos paseos. Creo que, aparte de Mick Jagger, Jeff Beck y yo, no hay otros músicos de mi generación que estén actualmente tan activos”.
¿Cuál es el secreto para mantener ese chorro de voz?
“Mi buen amigo Joe Elliott de Def Leppard me pasó su rutina de precalentamiento de voz. Dura media hora, la lleva haciendo desde la gira mundial del disco ‘Hysteria’ y fue elaborada por un vocal coach afincado en Los Ángeles. Es difícil encontrar a un preparador de voz que sepa adaptarse a las necesidades particulares de cada uno y el que tuve anteriormente, cuando estaba de gira con Black Country Communion, no supo estar a la altura de las circunstancias. Menos mal que Joe quiso compartir su secreto conmigo (risas)”.
También has mencionado a Stevie Wonder como uno de tus mentores vocales…
“Exacto. Cuando Deep Purple estaba en Los Ángeles grabando ‘Stormbringer’ (1974) en los estudios Record Plant coincidimos con Stevie Wonder, quien también estaba grabando allí (Ndr: ‘Fulfillingness' First Finale’). Yo, siendo un gran fan suyo, me comporté como tal y no perdí la oportunidad de saludarle. Incluso le esperé a la salida del baño (risas). Fue muy amable conmigo y se interesó en saber lo que estábamos grabando. Entre otras cosas, hablamos de técnicas de respiración, porque ese es uno de los aspectos más difíciles pero más cruciales que tiene que aprender un vocalista. Cuando ves que a un vocalista se le saltan las venas del cuello cuando canta, te aseguro que lo está haciendo mal y que acabará destrozando su garganta. Cuanto más relajado está uno, más fuerte suena su voz, por muy contradictorio que suene: hay que aprender a controlar la respiración y a relajar los músculos. Eso sí, resulta que también tengo unos pulmones un poco más grandes de lo normal y, desde luego, eso también ayuda mucho”.
Aparte del estado físico, también hay que cuidar el alma. Siempre has mostrado un interés por la espiritualidad, sobre todo la oriental…
“Me alegro de que te des cuenta de lo importante que es cuidarse no solamente de forma física, sino también espiritualmente. Sí, sigo preceptos del budismo y del hinduismo. Un buen amigo mío fue iluminado hace más de veinte años: se llama Akma Nambi y se ha convertido en mi gurú. Aunque vive en India, hablo con él muy a menudo y me ayuda mucho en asuntos de meditación. Mi personalidad no tiene nada que ver con aquel salvaje que fui hace dos décadas (risas), porque ahora soy una persona muy, pero que muy tranquila. Creo en la bondad, en el respeto y en tratar al prójimo con la máxima amabilidad, tal y como te gustaría que te trataran a ti los demás. Si no tengo mi mente en paz, no puedo funcionar ni como persona ni como artista; necesito tranquilidad, así que hago meditación durante media hora dos veces al día. Cuando estoy de gira obviamente es más difícil hacerlo, aunque casi siempre lo hago en la habitación del hotel. He abierto una cuenta bancaria espiritual y hago mis ingresos dos veces al día (risas)”.
Has alcanzado la paz interior, pero tus discos siguen sonando feroces. Por ejemplo, ‘Resonate’ (2016), tu último disco, es de lo más heavy que has grabado jamás…
“El Glenn Hughes que ves sobre el escenario es un actor, una fiera que, una vez acaba el show, vuelve a envolverse en su capullo, en su mundo de paz y tranquilidad. Ya no me rodeo de gente que hace locuras y, por eso, me encanta mi banda, mi equipo y mi management”.
Por cierto, ¿quiénes son los músicos en tu banda?
“Para esta gira he querido tener a un batería que entendiera y pudiera reproducir la manera de tocar de Ian Paice para acercarme más al sonido de la formación Mark III, por lo que contraté a Markus Kullman. Además, tengo a Søren Andersen en la guitarra y Jay Voe en los teclados. Vamos a estar de gira tocando la música de Deep Purple hasta el año 2020 como mínimo”.
Dado que es la primera vez que tocas un set completo de Deep Purple, desde tus días en la banda, y dada la buena aceptación de tu carrera en solitario, ¿qué es lo que te hizo, de repente, volver la vista atrás?
“Muy simple: me lo pidieron los propios fans. Mantengo contacto cercano con los fans en las redes sociales y, cuando hice una encuesta preguntando cuántos de ellos querían que hiciera una gira tocando solo temas de Deep Purple, la abrumadora mayoría se mostró entusiasmada con la idea, así que dicho y hecho. La gira está rebasando mis mayores expectativas y las ofertas por parte de los promotores no paran de llegar. Seguiré haciendo discos como ‘Resonate’ pero, a nivel de directos, mi cuerpo me pide que siga con los temas de Deep Purple. Como bien sabes, el negocio discográfico ya no es lo que es y las propias discográficas son cosas del pasado. Un artista saca hoy un disco y apenas recibe apoyo por parte de los sellos a la hora de grabarlo y hacer promoción. Hoy en día hay cada vez menos gente que compra discos y, por mucho que un disco como ‘Resonate’ obtenga buenas críticas, ¿quién lo va a comprar si está disponible gratis en la red? Obviamente, seguiré haciendo discos porque es una necesidad personal sacar fuera toda la música que llevo dentro, apenas hay un día que no componga algún tema pero, ahora mismo, estoy dando a los fans lo que me han pedido”.
Este sentimiento nostálgico ha hecho que te vuelvas a dejar el pelo largo. ¿Llevas también los pantalones de campana y las botas con las plataformas y los tacones altos como en el legendario concierto del California Jam (1974)?
“Mi buen amigo Chad Smith (Red Hot Chili Peppers) dijo una vez que no tenía que preocuparme a la hora de recrear a los años 70 porque yo soy los años 70. Sigo llevando esos pantalones, pero las botas ya no. Esa fue una de las modas locas setenteras que no echo de menos (risas). Aún así, puede que sea el artista más agradecido con quien vas a hablar este año”.
¿A qué te refieres?
“Que me siento agradecido y bendecido por poder tocar en directo estos temas ante miles y miles de personas. Ver sus reacciones de júbilo y emoción es algo que no voy a olvidar jamás”.
No es que no quisiera ser amigo de los miembros de Deep Purple. Lo que pasaba es que apenas intercambiaban palabras entre ellos. La verdad es que, por entonces, era el único que le daba a las drogas y el alcohol (antes que entrara Tommy Bolin, claro), pero creo que ahora sería el único sobrio (risas)”.
¿Es verdad que no mantienes ningún tipo de contacto ni con Ian Gillan, ni con Ian Paice ni con Roger Glover?
“Sí. Cuando me metí en Deep Purple imperaba un ambiente muy raro, casi gélido. Ritchie Blackmore cada vez se distanciaba más y la verdad es que nunca llegué a forjar una amistad duradera, excepto, por supuesto, con David (Coverdale), uno de mis mejores amigos a día de hoy. No es que no quisiera ser amigo de ellos. Lo que pasaba es que apenas intercambiaban palabras entre ellos. La verdad es que, por entonces, era el único que le daba a las drogas y el alcohol (antes que entrara Tommy Bolin, claro), pero creo que ahora sería el único sobrio (risas)”.
Aparte de Coverdale, tuviste una estrecha relación con Jon Lord…
“Cuánto echo de menos a ese hombre. No solamente era un músico brillante, también era una de las personas más amables y generosas que he conocido en mi vida. Gracias a él me uní a Deep Purple: fue el único que vino a casa de mis padres en julio de 1973 para presentarse y me acuerdo cómo me abrazó cuando me vio nervioso y vacilante. Me dijo que todo iba a salir bien y que lo haría fenomenal. Coverdale y él hicieron mi estancia en la banda más llevadera”.
David Bowie fue también otro buen amigo tuyo.
“Sí. Nuestra amistad se forjó a base de nuestro amor por el soul. Por entonces, él estaba preparando su disco ‘Young Americans’ (1975). Posteriormente, se quedó en mi casa unos tres meses mientras estaba componiendo su disco ‘Station to Station’ (1976) y la verdad es que aprendí muchas cosas de él. Lo que más me fascinó de él fue su capacidad de cambiar de señas de identidad y su afán de renovarse cada dos por tres. La verdad es que en aquella época él también estaba muy enganchado con la cocaína y apenas tengo recuerdos de nuestras juergas. Fueron tiempos salvajes”.
Bowie dijo que Los Ángeles le daba tan malas vibraciones que tuvo que salir de allí volando hasta Berlín, donde se quedó durante tres años.
“Yo creo que se refería a las vibraciones que recibimos de nuestro entorno. Y, desde luego, esa ciudad le dio a David muy malas vibraciones. Él no pertenecía a Los Ángeles”.
Sin embargo, tú llevas viviendo allí desde los años 70.
“Al contrario que David, desde la primera vez que aterricé en L.A., sentí que aquella era mi casa. Quizás en una vida anterior había vivido allí, ¿quién sabe? Ahora eso sí, si uno tiene problemas con las drogas, es la ciudad equivocada para vivir, porque la tentación está en cada esquina”.
De los tres discos que grabaste con Deep Purple, ¿cuál es el más especial para ti?
“‘Stormbringer’, sin duda, porque fue el disco en el que más me involucré. Blackmore ya tenía en mente montar sus Rainbow, así que asumí gran parte de la composición mientras que Ritchie añadía sus detalles e ideas”.
¿Qué aguarda el futuro para ti?
“Como te dije antes, voy a estar con esta gira hasta 2020, aunque recibo ofertas para trabajar con otras personas todo el rato. Por una parte lo agradezco pero, por la otra, prefiero evitarlo, porque ya no quiero ver a gente entrando y saliendo de mi vida de manera constante. Necesito paz y tranquilidad para poder rendir al máximo. Cuando lo doy todo es lo que espero por parte de los demás. Ya no espero hasta que uno decide dedicarse a 100% en un proyecto. Por ejemplo, adoro a Jason Bonham, pero fue su decisión de dejar California Breed (Ndr: un trío que hizo con Hughes y el guitarrista Andrew Watt). Me encanta estar en Black Country Communion, pero no podemos salir de gira porque los demás tienen otros compromisos. He decidido poner a mi carrera como prioridad absoluta sin depender de otros”.
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1 comentario
como le hizo de daño a este tipo la oportunidad que Blackmore le otorgó en Purple; su única participación, se compuso de unos alaridos asquerosos que Ritchie tuvo que entrar a disimular con uno de sus Killer-solos.