Entrevistas |Eddie Spaghetti (Supersuckers)
«¡No tengáis éxito! ¡Seguid intentándolo!»
Por: Alfredo Villaescusa
Existen artistas que cultivan siempre una determinada imagen sobre el escenario que casi se transforma en una seña de identidad ineludible asociada a su persona. Tal es el caso del aguerrido pero afable vocalista y bajista de Supersuckers Eddie Spaghetti, cuya banda recaló recientemente en Bilbao en el marco de una larga gira peninsular. Alfredo Villaescusa aprovechó la ocasión para departir con el veterano músico de Tucson, que lució su inseparable sombrero de cowboy y gafas de sol. Un respeto, que este tipo tiene el perpetuo aval de Lemmy Kilmister.
En primer lugar, ¿cómo va la gira? ¿Es quizás vuestro periplo más extenso por la península, verdad?
“Espero que empiece a ir genial a partir de ahora. En Francia no nos fue demasiado bien, no sé por qué… Es una gira larga, sí, creo que de las más largas que hemos hecho por España”.
Europa parece uno de vuestros mercados principales si tenemos en cuenta la frecuencia de las giras…
“Sí, siempre nos va bien allí. En realidad, la gente es la misma en todas partes, pero lo que cambia es la cantidad. España es un poco como Texas o el sur de California (risas). Francia, por otra parte, sería semejante a Alabama o Tennessee, lugares donde tampoco te va especialmente bien…”.
Estuviste en esta misma sala hace un par de años. ¿Tienes algún recuerdo de aquel concierto?
“Recuerdo estar allí (risas), pero poco más…Hacemos tantos conciertos al año que tampoco recuerdo muchos detalles, a no ser que suceda algo malo o genial…Es un concierto más al final. Tengo una foto de aquel concierto en el móvil, así que supongo que sería un buen show”.
Son incontables vuestras giras por España. ¿Has pensado alguna vez en mudarte a la península?
“Sí, de hecho, lo he pensado con frecuencia. Me encanta el país. Es sin duda el lugar donde viviría si no fuera en América”.
Tengo entendido que viviste una temporada en una caravana en medio del desierto, ¿cierto?
“Sí, solía hacerlo, pero ya no. Me críe en Tucson, Arizona, que está en medio del desierto. Ahora vivo en San Diego, un sitio precioso”.
¿Hay alguna anécdota que recuerdes particularmente de tus periplos por la península?
“Bueno, tengo una historia relacionada un poco con el idioma…En una de las primeras giras que hicimos por aquí teníamos un guitarra que bebía demasiado y estábamos todos muy hambrientos, habríamos llegado tarde o algo de eso… Entonces nos dice: “Vamos a registrarnos al hotel y luego a un bar de tapas”. Los demás lo entendimos mal y pensábamos que se refería a un bar de topless, así que respondimos: “Vale, vamos a ver unas tetas, pero luego a comer, ¿no?”. Y encima por algún motivo no pudimos registrarnos en un inicio en el hotel, pero el guitarrista se cayó de una silla y acabó con la nariz ensangrentada. El del hotel, al ver ese panorama, nos dio las llaves de inmediato”.
Lo último que editasteis fue ‘Play That Rock n’ Roll’ de 2020. ¿Habéis compuesto algo desde entonces?
“Sí, tenemos un disco ya terminado. Es absolutamente genial. Creo que es lo mejor que hemos hecho nunca. Estoy deseando que la gente lo escuche. Ya lo hemos grabado y estamos esperando la mezcla final. Todavía nos queda algo de trabajo, pero creo que verá la luz para el otoño. A nivel musical, diría que tiene un poco de todo, country, rock n’ roll, punk rock, heavy metal, algo de épica…”
El último disco lo grabasteis en el estudio de la estrella del country Willie Nelson. ¿Recurristeis al mismo lugar?
“No, lo grabamos en Atlanta en esta ocasión. Si te he de ser sincero, la verdad es que no nos gustó mucho el estudio de Willie Nelson. Cuando salimos de allí, luego nada sonaba de la manera en que lo habíamos grabado. Nos costó bastante conseguir un sonido adecuado para ese disco. Yo pensé: “¿Cómo han podido mezclarlo tan mal?”. La última vez que estuvimos allí fue con un disco de country y para ese estilo sí era el lugar adecuado, pero para grabar rock tuvimos que construir una habitación especial para la batería, entre otras cosas”.
¿Qué nos puedes contar acerca del estudio en el que finalmente grabasteis?
“Pues es propiedad de los chicos de Mastodon. No me gusta su música, pero son tipos geniales. Y a ellos les encanta Supersuckers. También pudimos visitar a nuestros colegas de Nashville Pussy, que tienen casa en Atlanta. Esperamos girar con ellos al final de año por Australia. Los vagos son ellos, nosotros siempre estamos trabajando” (risas).
¿Os sobra tiempo para componer con tanta gira?
“Es mi lugar favorito para escribir canciones. Tenemos unas guitarras acústicas en la furgoneta para esos ratos muertos en camerinos, habitaciones de hotel… En estos momentos estoy trabajando en canciones de camioneros, en América hay toda una cultura alrededor de eso, creo que en Europa no existe un equivalente... En EE UU hay incluso una emisora especializada en ese tipo de música”.
¿Sacareis más discos de country en el futuro bajo el nombre de Supersuckers?
“Sí, seguro. El próximo álbum que hagamos es probable que se incline más hacia ese campo, aunque en realidad nunca se sabe. Este disco pensaba que sería más country y al final se acercó más al rock épico”.
Vuestra primera incursión en el country fue muy controvertida…
“Horrible, a nadie le gustaba. Ahora todos dicen lo contrario, pero yo estaba allí por aquel entonces y me acuerdo, la respuesta no fue nada positiva. Tuvieron que pasar un par de años para que la gente dijera: “Ah, mira lo que pueden hacer”. Hasta entonces éramos un grupo punk de mierda. Luego sacamos un ambicioso disco de country, así en plan broma, pero a nuestra manera”.
Una vez, en un festival Azkena, sorprendisteis con un set country a eso de las dos de la madrugada…
“Me acuerdo perfectamente de aquel concierto porque justo acababa de salir de un cáncer y aquella era la única manera de poder llevarlo a cabo. Todavía no estaba en el estado físico adecuado para cantar y tocar el bajo a la vez. Dio por saco tener que hacer country en esa ocasión porque el cuerpo pedía rock”.
Lleváis la misma formación juntos cerca de una década. ¿Hay algún secreto para ello?
“He encontrado unos tipos que son geniales. Nos llevamos genial, confiamos los unos en los otros, nos queremos… Todo el mundo posee alguna habilidad o fortaleza, y ni siquiera hace falta que vivamos en la misma ciudad. Cuando empezamos con la banda éramos unos cinco tipos amigos del instituto y eso estuvo bien durante una temporada. Luego, cada uno empezó a discrepar sobre su papel dentro del grupo…Lo típico”.
¿Qué consejo darías a las bandas que quieran aguantar más de tres décadas?
“¡No tengáis éxito! ¡Seguid intentándolo!” (risas).
Creo que en vuestros inicios os mudasteis a Seattle porque había muchos sitios para tocar y además se podía llevar la chupa de cuero en verano. ¿Es cierto?
“Totalmente (risas). Teníamos un amigo que vivía en Phoenix, que está a una hora y media de Tucson, que se mudó con su banda a Seattle. Mantuvimos el contacto con los medios de entonces, cartas manuscritas y llamadas de teléfono. Nos dijo que aquello era genial y pensamos: “¡De cabeza!”. Así que nos mudamos allí. En aquella época para triunfar había que ir a Los Ángeles, pero nosotros hicimos lo contrario de lo que hacía todo el mundo. Nos fuimos a Seattle y resultó una idea muy buena, porque la ciudad explotaría poco después a nivel de popularidad”.
¿No os sentisteis un poco oveja negra entre tanto grupo grunge o alternativo?
“Éramos un poco como los hijos adoptivos del grunge o algo así (risas). Yo siempre sentí que lo que hacíamos era tan bueno como lo de Pearl Jam o Foo Fighters”.
Me acuerdo una vez en la que tocasteis en el Kafe Antzokia que tú llevabas un pin de Hanoi Rocks. ¿Conoces a Michael Monroe personalmente?
“Pues casualmente en el Azkena que mencionábamos antes estuvieron también Hanoi Rocks, con Andy McCoy. No conozco todavía en persona a Michael, pero me encantaría, porque tenemos muchas cosas en común. Estoy seguro de que es un tipo encantador. ¡La canción “Murder The Summer of Love” que sacó hace un par de años es la hostia!”.
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1 comentario
Rockeros y cañeros estos temas de los SUPERSUCKERS y en donde uno de ellos en directo lo borda el gran y mitico Eddie Vedder. Extensa gira ibérica de la cual por desgracia ya llega a su fin.