Entrevistas |Diego Hernández (La Regadera)

«Un pueblo necesita vida, no solo trabajo»

Por: Fede Demarko

La Regadera, banda ska oriunda de Miranda del Ebro, ha montado una serie de conciertos didácticos por Castilla y León, los cuales han bautizado como “Con la regadera a otra parte”. Hablamos de una actividad en la que los más pequeños –y no tan pequeños- podrán disfrutar de una manera lúdica y divertida de la fiesta que acostumbra montar este grupo. Sin duda, es una genial actividad para dar vida a las zonas rurales de nuestra tierra. Estuvieron el pasado fin de semana en varias localidades de la zona y retomarán el 16, 17 y 18 de este mes en Fuentepelayo (Segovia), Fermoselle (Zamora) y Cigales (Valladolid), respectivamente. Diego Hernández, su cantante y percusionista, nos da más detalles. ¡No te los pierdas!

Contadme cómo nace esta iniciativa de llevar vuestro directo a pueblos de vuestra tierra. La gente en zonas rurales, sin duda, es muy agradecida cuando se llevan actividades de este tipo a sus pueblos.

“Hace unos años hicimos una serie de conciertos didácticos en Miranda, en el Teatro Apolo, para todos los colegios de nuestra ciudad, enfocado a los más peques, y la verdad que salió muy bien y nos dejó un buen sabor de boca.

Ver todos esos niños y niñas con esa ilusión y esas ganas de compartir un ratito con nosotros fue brutal, así que quisimos repetir la experiencia llevándola al mayor número de pueblos de Castilla y León. Esperamos tener una buena acogida. Como dices, los pueblos son muy agradecidos, y a nosotros nos encanta”.

Esta iniciativa consiste en dar “conciertos didácticos”. ¿A qué os referís exactamente?

“Son conciertos en los que intentaremos enseñar algo en cuanto a los instrumentos que tocamos, o cómo hicimos algunas de las canciones del repertorio. Diferencias entre la base rítmica, melodías y, sobre todo, cantar. ¡Tendrán que cantar mucho!”

Acabáis de venir de tocar en los Países Bajos. ¿Qué tal la experiencia? ¿Cómo ha reaccionado el público neerlandés a vuestra música?

Salir del país, de tu zona de confort, siempre es algo emocionante y nunca sabes lo que te vas a encontrar. Por suerte, en los Países Bajos son muy bailongos. No importa que no nos entiendan, la música y la conexión con la que acaba el concierto es más que suficiente. Es gente con muchas ganas de disfrutar y eso se nota en la primera canción”.

La despoblación de las zonas rurales es un problema que con el paso del tiempo se hace más palpable. Con esta iniciativa estáis aportando mucho a que estas zonas sigan vivas. ¿Qué creéis que se debería hacer, más a nivel institucional, para ayudar a repoblar los pueblos?

Es un tema complicado. Las familias buscan trabajos mejores, tenerlo todo cerca y es normal que se vayan a las ciudades más cercanas a vivir. Un pueblo necesita vida, no solo trabajo. Que haya buenas conexiones con las capitales, colegios, tiendas y también distintas actividades para todos los públicos que hagan de vivir en una pequeña localidad algo apetecible.

Pero bueno... Es una humilde opinión. Nosotros somos simples músicos (risas)”.

Estáis en plena gira de presentación de vuestro último disco, ‘No pienso, luego existo’. ¿Qué tal se está dando en líneas generales?

“Estamos muy contentos, tanto con la salida del disco como con la respuesta de la gente y las fechas que nos van saliendo.

Tenemos el verano prácticamente con bolos todos los fines de semana y eso es mucho curro. Parece que por fin va quedando atrás todo lo ocurrido estos años pasados”.

“Estuvimos todos que si catarro, gastroenteritis, anginas... Es algo que se hace una vez en la vida y ya”. 

No puedo evitar preguntaros por el récord Guinness que conseguisteis en el 2019, de dar nueve shows en nueve provincias distintas en menos de 24 horas. ¿Cómo se os ocurrió esta locura? ¿Seguís manteniendo el récord? Apuesto a que empezó con un “no hay huevos…”

“(Risas) ¡Sí!, fue un locurón. El trabajo que sacamos aquel año se llamaba 'Dormir es de cobardes'. Teníamos que hacer algo grande. Fueron 24 horas contrarreloj, en las que no podía salir nada mal. Creo que dormimos 24 horas y luego estuvimos todos que si catarro, gastroenteritis, anginas... Es algo que se hace una vez en la vida y ya”.

El ska 2 Tone y el punk han casado siempre igual de bien que el jamón y la bechamel en las croquetas, pero a título personal, ¿cuál de los dos estilos te gusta más?

“Pues somos muy diversos. A todos nos gusta el ska y el rock en general, pero luego cada uno tira más por otras ramas. Alguno es más rapero, otro más de electrónica, no sé.

Creo que eso es precisamente lo que hace que no nos atemos a hacer canciones siempre de un estilo. Nos gusta probar, innovar e intentar hacer algo distinto en cada trabajo. Nos gusta mezclar".

Lleváis mucha carretera a las espaldas. ¿Hay alguna anécdota graciosa que recordéis a menudo y nos puedas contar?

“¡Uff! Anécdotas no faltan, que se puedan contar... Eso ya es otra cosa. Pero sí, una de ellas fue meternos en Portugal yendo a Sevilla. Cuando son distancias largas hay que estar atento al GPS, porque en un momento que te despistes la has liado, has recorrido 60 km de más en otra dirección y... ¡Ya llegas tarde! (Risas).

Siempre decimos que un día tendremos que escribir un libro con todas ellas”.

Escucha 'No pienso, luego existo' en Spotify:

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Cojonudos ambos temas impregnados de el mejor Ska para el nuevo álbum de LA REGADERA. Las mejores de las suertes para esos futuros conciertos por territorio castellano leones.

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