Está claro que la fiesta es parte importante de vuestra música, sin embargo, el compromiso de vuestras letras no se queda atrás. ¿Cómo lográis el equilibrio para que os tomen en serio?

(Patxi) "En realidad, nunca nos hemos planteado el hecho de que no se nos tome en serio, literalmente hablamos desde el corazón y con toda nuestra verdad (tanto en letras, como en música). El tema fiesta… no podemos evitarlo, cualquiera que nos conozca sabe que siempre pueden “pasar cosas”, es algo innato en nosotros.

En cuanto a las letras, parece ser que tenemos ese espíritu punk más añejo, en el que se habla más de realidades sociales que de dragones, la droga que vendemos o las tías que “tenemos”. Creemos que siempre hay hueco para la fantasía, pero siempre nos gusta tener muy presente la realidad, protestar contra las injusticias, contra lo que creemos que no es correcto y no está bien, al fin y al cabo, ser un altavoz para quienes no pueden hablar de ello".

El nombre del grupo es de lo más llamativo. ¿Cómo surge y a qué o quién va dirigido?

(P) "El nombre surgió de manera muy natural. Pasamos un año entero, si no más, bailando entre nombres que se nos ocurrían pero no acababan de calar, y cuando por fin encontramos un nombre que nos gustaba a todos, encargamos el logo y tal, resulta que ya había unos impresentables que lucían este nombre abanderando una causa nada ética y de mentalidad retrógrada.

A lo que un comentario fue ganando fuerza dentro del grupo de whatsapp: “Pues, ¡que les den!” Esto añadido a que ya habíamos hecho algún juego de palabras con el tema “El Edén” y un poco de imaginación para hacerlo más original, surgió Khëlleden”.

El folk metal nos ha dado muchas buenas bandas en los últimos años. ¿Qué ofrece Khëlleden diferente al resto?

(P) "Sinceridad. Nuestra más íntima verdad. Hablando mal y pronto, hacemos lo que nos da la gana, y en este primer disco creo que queda más que demostrado. Igual tenemos un tema súper oscuro como “La venganza del Capitán Pescanova”, como tenemos un tema más hard rockero como es “Sigo en libertad” o algo más ska/punk como es “Historia para no dormir”.

No ponemos puertas al campo. En Khëlleden hay cabida para todo tipo de instrumentos, estilos, formas… En definitiva, no tenemos miedo a experimentar con cualquier cosa que se nos ocurra, y la mezcla de todo esto, creo que hace del nuestro un sonido particular".

“Prólogo” es muy cinematográfico, con tintes épicos que quedan muy bien. ¿Habéis pensado en explorar ese camino más allá de la introducción?

(P) "Yo, personalmente, siempre he sido muy fan de las intros y outros de los discos. Para mí es como el abrir y cerrar de una historia, un hilo conductor que nos lleva desde el inicio de todo al final. Hacer que un disco quede totalmente redondo y no un saco de canciones que han caído ahí dentro. Esto si lo unes a que la mayoría de miembros somos músicos de bandas de música y nos sentimos tremendamente cómodos en la música sinfónica, orquestal… por supuesto que seguro que acabamos explorando este camino en algún momento con alguna canción. Como bien he dicho antes, no ponemos puertas al campo".

¿De las muchas “Historias para no dormir”, por qué elegís la del que se marchó a Arabia después de haber cazado elefantes?

(P) "Supongo que te refieres para darle nombre al disco. Era como que tenía demasiado sentido. Este no es un disco conceptual que hable de una historia completa, son canciones con distintas historias, distintos estilos… ¡Hasta distintos instrumentos! Casi todas ellas tienen un sentido reivindicativo, y la que no, simplemente es una historia que podría ser contada alrededor de una hoguera, así que para nosotros tenía mucho sentido llamar al disco “Historias para no dormir”. Además… qué mejor historia para no dormir que la que estamos viviendo con este individuo? (Risas)"

Para hacer un tema sobre el Capitán Pescanova… ¿Hay que ser muy atrevido o estar muy loco?

(Jayden) "No sé si lo llamaría atrevido, la verdad, pero como muchas otras cosas en este grupo, empezó por una broma que se me quedó en la cabeza y de ahí salió algo más serio. Me resultaba gracioso combinar la imagen de un pirata tenebroso con algo tan cotidiano y conocido como ese vendedor de palitos de merluza.

Siempre me han hecho gracia las canciones parodia y las que no se toman en serio la letra:  "Norwegian Reggaeton" de Nanowar of Steel o "Diggy Diggy Hole" de Wind Rose, por nombrar algunas de las más recientes, son canciones que destacan por la letra graciosa que tienen, además de ser musicalmente muy curradas, y eso hace que sean aún más pegadizas.

Cuando se nos ocurrió la frase "La venganza del Capitán Pescanova" sabía que tenía que hacerlo real. Empecé a escribir letras sobre productos congelados y marisquería y a relacionarlos con el ambiente pirata. A partir de ahí le escribí unos acordes oscuros para crear el ambiente que, de hecho, creo que es la primera canción que teníamos escrita la letra antes que la música. Pero loco… quizás un poco sí".

El tema más metalero es “La tierra olvidada”. ¿Qué podéis contarnos de este tema?

(J) "Fue una de las canciones que escribimos (o bueno, escribió Patxi) durante el confinamiento. El estado de ánimo que nos indujo ese tiempo, sumado al sonido melancólico del tema (y quizás por culpa de varias películas apocalípticas vistas durante esos meses), nos llevó a ambientar la canción en un futuro distópico, en un universo paralelo (o quizá no tan paralelo), donde no hemos podido frenar el cambio climático, donde la industrialización se apodera de todo y nuestro planeta se convierte en una Tierra baldía y desértica.

Piensa en "Mad Max" pero más piratesco. De hecho, el grupo casi lleva un camino muy distinto. Tomando esta canción como referencia en sonido y ambientación, pensamos en hacer nuestros trajes más "steampunk postapocalíptico" antes de finalmente decidirnos por piratas del folk metal. Quién sabe, quizás en un universo paralelo…"

¿Cómo surge la colaboración de Lèpoka en “Canción de galeras”?

(J) "Pues… Sinceramente, echándole mucho morro (risas). Todos somos fans de Lèpoka, nos encanta su música, hemos ido a infinidad de conciertos suyos, ¡hasta sentados en sillas durante la pandemia! Cuando empezamos con el grupo, que hacíamos las primeras camisetas, las primeras chapas y tal, fuimos a verlos al Rock Arena, donde también tocaban Daëria, grupo del que también somos bastante fans, y a ambos grupos les regalamos alguna camiseta, chapas y demás, en fin, que les dimos la chapa (risas)".

(P) "Resulta que esta chapa surtió efecto, y un día de verano nos levantamos con un mensaje de Pópez (guitarrista) al Instagram, que iban en la furgo de viaje a un concierto y les había dado por escuchar los temas que teníamos subidos en ese momento, y nos decía que les gustaban bastante y tal. Nosotros decidimos aprovechar la ocasión e invitarlos a colaborar en el disco que, por ese entonces, ya estábamos grabando, y gustosamente accedieron haciendo una labor más que impresionante y que ya habéis podido escuchar.

(Ambos) ¡Eternamente agradecidos a Lèpoka! ¡Les mandamos muchísimo amor siempre, ya saben que siempre que crucemos caminos, tendrán birra como obsequio!"

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Borja Díaz

Graduado en periodismo con el rock como banda sonora y como filosofía de vida. Salud y libertad

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