Para empezar, le recuerdo que ya le había visto antes “desnudo” (es decir, sin maquillaje), porque tuve la oportunidad de trabajar con ellos en su última visita a Madrid, concretamente en la Riviera. Confirmamos que sí, que recuerda si era la sala con palmeras en medio, y ya nos podemos serios, pero solo a medias, para comentar que lo siguiente aquí para ellos será acompañando a unos chicos nuevos, que no tienen mala pinta, llamados Iron Maiden.

“Son jóvenes y emergentes, sí, creo que llegarán a algo porque son buenos. ¡Tengo grandes esperanzas depositadas en ellos!”

Bromas aparte, empezamos hablando de la disyuntiva entre la imagen que proyectan Avatar en el escenario y cómo son después en realidad en persona, mucho más calmados. Sobre este contraste, o cómo mezclar ambas personalidades, nos comenta que en realidad no se siente muy diferente en escena y fuera de ella.

“Es un poco la proyección de mi personalidad, o más bien una manera de escalar mi carácter. No hay dos personas distintas ni un alter ego o algo así, al igual que un futbolista no está siempre pegando patadas a las cosas fuera del campo de juego, pero sigue siendo él. Lo que me refiero es que no estoy interpretando un papel necesariamente sino más bien dejo que salgan otras partes de mí, y muestro otro tipo de comportamiento cuando estoy en el escenario. Supongo que, una misma persona puede estar metido en un moshpit y luego al día siguiente comiendo con su abuela, por decir algo. No hay una personalidad diferente sino una misma persona en otro contexto o situación”.

Pasamos a hablar del momento actual de la banda, que imagino que está trabajando en el nuevo disco. Tras editar un primer single y vídeo, ahora están las fechas con Iron Maiden, pero básicamente el futuro inmediato se centra en su próximo LP.

“A nivel sonoro está todo hecho: grabado, mezclado y masterizado, así que no hay vuelta atrás. Ahora estamos dando los últimos detalles a la portada y ese tipo de cosas antes de mandarlo a prensar, imprimir y fabricar, ya sabes. En breve ya estaremos en disposición de anunciar fecha de salida y comenzar con los primeros pasos de promo. También estamos grabando imágenes tanto para próximos videoclips como para vídeos cortos que ahora en plataformas y redes hay que hacerlo así. Así que mucho trabajo de filmación, sesiones de fotos y empezando a probar cosas para los próximos directos.

De repente estamos corriendo por el bosque tipo vídeo de banda de black metal de los 90 o haciendo que asustamos a la gente de cara a la promo del disco, ya te digo. Y luego yo a la vuelta estoy ensayando aquí en Finlandia donde vivo, y ellos en Suecia para estar en forma de cara a los próximos conciertos. Entre medias algo de gimnasio, alguna entrevista puntual como ésta o pasear a los perros. Lo que sea para permanecer ocupado (risas)”.

El tema de los conciertos con Iron Maiden es algo especial. Aunque ya han girado previamente con bandas importantes, ahora comienzan con Maiden en algunas fechas y después lo mismo, pero con Metallica. Imagino que siendo bandas con las que han crecido literalmente, el feeling es distinto.

“A veces me noto hasta subidito (risas), ya sabes, que girar con Maiden y con Metallica en doce meses es increíble. Y sí, son bandas gigantes con las que todos los de mi generación hemos crecido, no podemos negar la influencia, con lo que todos podéis empatizar con lo genial que es. Ya fuimos con ellos a Brasil antes, con lo que es la segunda vez, y es especial porque todos nosotros somos grandes fans y además como grupo tenemos recuerdos concretos unidos a Iron Maiden.

Es que cuando arrancamos la banda, lo primero que hicimos juntos, el primer viaje como amigos digamos, fue ir a Estocolmo a verlos. Tendríamos 15 o 16 años, así que es de alguna manera el punto de partida de Avatar como tal. Fue gritar juntos lo de “Blood Brothers” en el concierto y sentirnos tal cual desde ese momento, notar ya entonces esa conexión especial que aún tenemos. Supongo que es algo que les ha pasado a muchos en conciertos de Iron Maiden, pues nosotros estamos entre ellos”.

Volviendo a la actualidad, hablamos en concreto ya de los próximos conciertos con Iron Maiden como tal.

“En ese momento hay que aparcar la vena de fan, o tus sentimientos adolescentes, y plantarte seguro en el escenario para hacerlo tuyo. Ahora es mi show, es mi momento, ya sabes, que es algo extraño, pero en ese instante entramos en el punto: “Somos los jodidos Avatar, ¡qué te jodan seas quien seas!”. Pero bueno, habrá que encontrar ese equilibrio, entre el fan que se emociona leyendo “Aces High” en el repertorio y el que va a hacer un gran papel abriendo para ellos. De cualquier manera, estoy muy feliz pero también sabiendo que nos lo merecemos, y ese será el espíritu sobre el escenario en estos conciertos con Iron Maiden”.

Aprovechamos para tirar del hilo y que nos cuente similar, pero de la próxima experiencia abriendo para varios de los conciertos de Metallica ya en 2026.

“Claro que tenemos muchas más influencias, desde Iron Maiden a The Haunted, una de nuestras bandas favoritas de Suecia, con los que crecimos y aprendimos a tocar un poco de la mano. Pero claro, la historia de Avatar, como la de tantas bandas, posiblemente no existiría sin Metallica, igual que con Iron Maiden, o al menos seríamos un grupo muy diferente. John (Alfredsson, batería) comenzó la banda en realidad, y luego conoció a Jonas (Jarsby, guitarrista), aunque en realidad Avatar comenzó cuando John con 12 años se rompió una pierna esquiando y su madre le llevó algunos CD´s para escuchar durante la convalecencia. Entre ellos estaba Metallica, y a partir de ahí John quiso hacerse batería y formar una banda. Así que, todo tiene un comienzo y Metallica también está directamente relacionado con la historia de Avatar como ves. Volviendo al principio de la idea, tocar con ellos en estas fechas es de nuevo cerrar el círculo para los de nuestra generación, porque la gran mayoría de grupos de caña de los últimos 20 o 30 años no existirían de no ser por Metallica, y de nuevo nosotros, ¡somos uno de ellos! (Risas)”.

Escuchando estas historias, me viene a la cabeza la idea de que ahora son Avatar los que están influenciando a otros, como antes Iron Maiden y Metallica les influenciaron tanto a ellos. Le preguntamos directamente por sus sensaciones al respecto.

“Sí, la gente nos lo dice a veces y supongo que ahora estamos nosotros en ese punto de nuestras vidas. Es parte del crecimiento de Avatar y de a dónde estamos llegando, aunque por supuesto ni de lejos al nivel de los grandes nombres mentados, aunque ¿quién sabe en el fututo? Pero sí, algunas bandas nuevas nos dicen que les hemos influenciado y yo me siento humilde, pero a la vez honrado al respecto. Lo que más me gusta es haber sido parte o alimentado la inspiración de alguien.

Por otro lado, es duro, no sé, es difícil de explicar, pero es interesante sin duda. Es como cuando la gente te dice que les has ayudado en un momento difícil, o sencillamente acompañado en los buenos momentos, tipo “nos conocimos en tu concierto y ahora nos hemos casado”, cosas así. Es parte de un gran conglomerado, pero a la vez algo bonito de experimentar como artista. Es decir, el pasar desde tu habitación, mientras estás componiendo algo, a la vida de otros y que las vidas de las personas se conecten de esta manera. Sí, sin duda es especial”.

Supongo que esto también conlleva una responsabilidad, porque ahora tienen muchas miradas sobre ellos, con su nuevo disco, estos conciertos con Maiden y Metallica, o su próxima gira propia ya estando en posición relevante.

“Bueno, como artista no siento esa responsabilidad o presión, pero sí como entretenedor por decirlo así, cuando estamos actuando me refiero. El arte es más libre y creativo, pero luego viene la parte del negocio, que hay que vender discos, entradas y demás, y ahí sí hay más presión. Por eso nos aseguramos de que el arte sea bueno y libre lo primero, y sin duda tratamos de ser honestos con nosotros mismos en este punto, para luego estar más seguros en la segunda parte. Nos gustaría vivir siempre de esto, pero tenemos claro que tiene que ser siendo fieles a nosotros mismos y a su vez que la comunicación con tu audiencia y seguidores sea siempre fluida, personal y real”.

Le preguntamos directamente si se sienten abrumados por ello o sencillamente se liberan de esa presión y saben disfrutarlo.

“No lo sé. Supongo que cuando haces música de mierda no piensas mucho en el de enfrente ni te respetas a ti mismo. Pero cuando yo me subo al escenario y sabes que la gente se ha tomado su tiempo y esfuerzo para estar contigo, merecen ese máximo respeto y la responsabilidad de hacerlo bien. Y además ahí conecta tu arte con ellos, pero a la vez en ese punto me siento responsable hacia mi banda, mi crew y el público. Ellos merecen que estés en forma y des un buen show, que calientes, te cuides y que mentalmente estés al máximo para conectar con la gente.

No importa que en un momento no llegues a una nota alta, o que falle algo de las luces, pero siempre debes conectar con la gente, ser receptivo y crear algo juntos, ya sabes. Así que más que presión o responsabilidad en sí, creo en el hecho de respetar a la gente al máximo. La primera parte es mía, o nuestra, vaya, cuando coges la guitarra y el papel, y hay mucha pureza ahí, pero después estoy trabajando para ti y necesito hacerlo bien”.

Es momento de hablar de su próxima gira propia en 2026, una vez salga su nuevo disco, que entendemos que presentarán nuevo espectáculo y producción de escenario junto a las nuevas canciones en directo.

“Aún lo estamos desarrollando, y queremos mantener algunas sorpresas en secreto hasta que todo esté en su lugar y funcionando. Tenemos a Jimmy Olausson, que ha sido nuestro técnico de luces durante años y ahora es nuestro jefe de producción, y junto a él estamos dándole forma a la visión que teníamos de lo que será el nuevo show. Aún hay muchas piezas que encajar, pero ya va tomando forma. De todos modos, aunque siempre es genial incluir nuevas ideas geniales en el mismo, tiene que haber balance entre lo que ya hay y la innovación. Al igual que en el set hay que mezclar las nuevas canciones con las antiguas y que haya equilibrio, con el show es lo mismo.

Hay cosas del escenario que ya son clásicas del show de Avatar que se mantendrán, al igual que en un show de Kiss estará Gene Simmons con el bajo distorsionado y escupiendo fuego durante “God of Thunder”. Pero eso no quita para que por ejemplo en la gira de “Psycho Circus” a finales de los 90 nos dieran gafas en 3D, pero Gene seguía escupiendo sangre. Es decir, tiene que haber nuevas ideas que refresquen lo que hay, pero seguro que siempre seguiremos tocando “Bloody Angel” y yo llevaré la casaca roja, porque esas son las reglas de nuestro show por decirlo así. Es decir, queremos mantener la tradición en algunas cosas y luego aportar otras que no hayas visto nunca”.

Nos sigue contando Johaness sobre esto, ampliando la info en este caso sobre el potencial nuevo repertorio de directo ya cuando saquen el próximo disco.

“Al final todas las bandas tienen que tocar sus clásicos, y nosotros tenemos que incluir en el set “Hail the Apocalypse” o “The Dirt I´m Buried In”. En la última gira hicimos más de doscientos conciertos, y cuando me ves aparecer en algún sitio del público con el trombón sabes que haremos “Puppet Show”, ¿no? Al final hay canciones que son número 1 para los fans y que tienes que tocar, superclásicos por decirlo así, pero luego hay otras de la segunda o tercera fila de popularidad pero que gustan mucho a cierta gente, como “When the Snow Lies Red”, que no es nuestro mayor éxito, pero significa mucho para algunos seguidores. Al final hay que mezclar los éxitos, con este tipo de canciones especiales y meter los nuevos temas, y el escenario lucirá acorde a ello. Quiero aclarar que nosotros hacemos “metal circense”, no un circo con música metal sonando de fondo, que no es lo mismo, así que las canciones son lo primero, pero habrá nuevo espectáculo y sorpresas, sin duda”.

En este punto le preguntamos por los comienzos del grupo, pero en el sentido de mezclar la música con esa parte teatral y circense, crear sus personajes y, suponemos, contando con las referencias de gente como Kiss o Alice Cooper en la cabeza.

“Con los años hemos añadido muchas más influencias, pero sin duda el inicio fue querer ser como Kiss, al menos en el sentido de querer hacer un show realmente teatral. No recuerdo en realidad cómo fue el comienzo en sí, pero sin duda la idea básica era esa. Supongo que es más bien el pensar lo que molaría hacer algo así, y empiezas a probar cosas estúpidas o a vestirte de un modo u otro en los primeros tres o cuatro conciertos, y de repente todo va tomando forma. De todos modos, supongo que el punto de inflexión fue cuando hicimos ‘Black Waltz' (el cuarto disco), que hicimos una sesión de fotos para el mismo y era más experimental, incluyendo ir a un lago, encender un fuego y actuar ahí sobre esa hoguera. El tipo que trabajaba la pirotecnia, Bryce Graves, también trabajaba para un circo y nos mostró algunas cosas que podíamos hacer, como los trucos de comer cristales y cosas así.

Pensando en meternos en ambiente para grabar el vídeo para el tema título, precisamente se nos ocurrió el personaje del payaso loco siniestro y de repente todo cobró sentido. Fue un momento revelador para nosotros personalmente, y para la banda como un nuevo comienzo, como dar respuesta por fin a la pregunta de ¿cómo se ve vuestra música? Ya sabes, que cómo suena es una cosa, pero cómo se ve y aparenta vuestra música comenzó a tener verdadero sentido desde ahí. El caso es que el payaso puede ser muchas cosas: un bufón, un entretenedor, algo que da miedo, pero a la vez que adoran los niños, algo maléfico o aterrador o algo adorable. Es misterioso y sobrenatural, pero a la vez atractivo, y mola porque el personaje puede jugar a ser un perdedor o un ganador según el momento, así que da mucho juego para las canciones y para los conciertos.

“De repente, todo el outfit y la imaginería de circo cuadró perfecto con el rollo de la banda y nos dio todo un entorno de trabajo, por decirlo así. Porque el circo es muchas cosas a la vez: desde el presentador, los forzudos y payasos, el círculo de fuego, las fieras o el tipo haciendo reir desde un ridículo triciclo. ¡Es todo lo que necesitas para hacer un show variado! Además, te transporta a una vieja villa perdida en la montaña, o te hace pensar en la gente nómada y viajera llevando su espectáculo a cualquier parte, que es un poco lo que hacemos las bandas de rock en este caso.

Es decir, sigue conectando con la gente y además siempre tiene posibilidades de desarrollo extra, que todo es posible dentro de esa gran carpa, ya sabes. Pero ya te digo que para nosotros no es un circo de metal, ni hacemos metal pirata o folk, sino que nuestro sonido y canciones encajan perfectamente con la filosofía del espectáculo del circo, y no al revés. Desde entonces hemos crecido mucho y ampliado todas esas ideas o la base de nuestro espectáculo y concepto como banda según las necesidades”.

Profundizamos sobre el hecho de que no es fácil en estos tiempos construir un show de este tipo o una imagen así de una banda y que no quede ridículo, sino que se vea como real y auténtico, cosa que sí ha conseguido Avatar.

“Así es, pero de eso se trata, ¿no? Para mí es un momento de diversión absoluta, como cuando vi en directo a Behemoth y Cannibal Corpse juntos. Fue una mezcla genial, pero al igual que a Behemoth le quedaba genial el show con sus trajes, el maquillaje, humo y el pie de micro con las cabezas de animales, y podía sentir esa sensación de maldad y oscuridad potenciada por ese show, con Cannibal Corpse funcionaba lo contrario: un pequeño telón y ellos dando cera. Ni intro ni luces grandilocuentes ni nada de show, pero era genial.

Ambos conciertos fueron super auténticos, pero cada uno a su manera. Al final la sensación de verdad y autenticidad en lo que haces es muy relativa, pero a la vez muy importante. Para mí, tiene que significar algo y salir de dentro, porque si no es mierda. Es tu propia creatividad y tu personalidad potenciada, y empezar a sentirlo desde que compones la canción. A partir de ahí surgen las ropas de escenario, el show en directo, los vídeos musicales o las sesiones de fotos de esta u otra manera, pero la música va primero.

Estaba pensando en lo que me decías de que ahora somos nosotros los que influenciamos a otros… Pues bien, le quiero dar un consejo a las bandas, que si empiezas directamente pensando en qué sombrero te vas a poner, estás cometiendo un error. O eres tú mismo y tienes buena música o no va a funcionar. Puedes tener una imagen muy chula, pero si no tienes un riff poderoso como los del primer disco de Black Sabbath para defenderlo, no saldrá bien. Después, no hay nada correcto o incorrecto, sino que es solo hacer lo que uno quiera, pero hay trabajar duro para lograrlo, y a la vez expresarlo de una manera en la que tengas la oportunidad de conectar tanto contigo como con la audiencia”.

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