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Elwood Francis (ZZ Top) y sus problemas por tocar en directo un bajo de diecisiete cuerdas del que ya no se libra: “Estaba navegando por webs chinas…”

En el mundo en el que vivimos, con cada ciudadano teniendo una cámara en el bolsillo con la que se puede hacer viral lo más inesperado, la idea de aparecer con un bajo de diecisiete cuerdas en un concierto y querer luego librarte de él puede ser complicada. Esto es lo que le ha ocurrido a Elwood Francis, actual bajista de ZZ Top, que confiesa tener problemas para enfrentarse cada noche a ese monstruoso instrumento que encontró "navengando por webs chinas".

Poco después de unirse a la banda tras el fallecimiento de Dusty Hill, Francis apareció en uno de los conciertos de los de Billy Gibbons con este impresionante instrumento de color amarillo, que no tardó en hacerse viral y en rivalizar en popularidad con otros extraños instrumentos como los pomposos y peludos bajo y guitarra que también lucen en ZZ Top en sus conciertos. Tal como lamenta entre risas Elwood en declaraciones a Guitar World, en el pecado parece llevar la penitencia: "Me lo he hecho yo solo", asegura. "Odio tocar ese maldito bajo".

"Lo encontré a altas horas de la noche", comienza a contar el bajista sobre la historia del enorme bajo, "mientras estaba navegando por una de esas webs chinas. No podía creer que estuvieran fabricando algo así. Encontré ese bajo, hice una captura de pantalla y se lo envié a Billy diciéndole: "Deberíamos encargar uno de estos y yo lo tocaré. Sería divertidísimo". Y tres meses después, lo recibimos. Llegó desde China, y Billy sacó este enorme bajo amarillo de 17 cuerdas y me dijo: "Vale, lo sacaremos para una canción, ¿no?" Le dije: "Sí, supongo que puedo hacerlo".

El reto fue tocar aquel instrumento sin ni siquiera ensayar: "El técnico de guitarras apenas pudo prepararlo para el concierto. Y no hacemos pruebas de sonido; ni siquiera había tocado el instrumento hasta que llegó la primera vez, así que fue un bautismo de fuego mientras estábamos en el escenario. Me dije: "Maldita sea, esto es difícil de tocar. Me costaba mucho, porque no siempre sabes dónde estás, y cuando lo miras es un gran mástil en blanco. Me costaba encontrar los trastes para tocar".

Tras la primera experiencia, Francis habría descartado volver a usar el bajo, pero la bola de nieve ya había echado a rodar: "Me desperté con todos esos mensajes y enlaces a toda esa puñetera mierda. Me descojonaba, porque sabía que me estaba costando tocar esa mierda. Me dije: "Genial. De todas las cosas que pueden pasar... Ahora que tengo esta respuesta. Billy no me va a dejar que no lo toque". Pensaba: "Puedo superar esto... es sólo una canción, y nunca tendré que volver a tocarlo". Pero ahora tengo que hacerlo cada noche".

Elwood asegura que "a estas alturas, ya me pregunta más gente por el bajo de diecisiete cuerdas que por las guitarras peludas. Ahora, ¡el bajo de diecisiete cuerdas es lo que quieren tener!".

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Redacción

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