Crónicas
Sonus Delay + Turbolovers: vuelta al futuro
«“Una noche con dos bandas, que musicalmente hablando, me llevaron hacia atrás, a inicios de este siglo; unos tiempos cercanos y alejados a la vez”»
23 marzo 2018
Sala Siroco (Madrid)
Texto: Yorgos Goumas. Fotos: Sr. Guindilla
Habían pasado tres años sin tener noticias de los madrileños Sonus Delay hasta el fin de semana pasado y, aparentemente, han estado preparando su vuelta a nivel discográfico de manera ralentizada pero sin pausa. La noche de viernes supuso también su vuelta a los escenarios como primera toma de contacto después de tanto tiempo, aparte de la presentación en sociedad de su nuevo bajista.
Foto: Sr. Guindilla
Los encargados de poner a tono la velada fueron los también madrileños Turbolovers, una banda que hace casi 20 años se hacía su pequeño hueco en la escena alternativa nacional después de haber sido teloneros de Dover en la gira del ‘Devil Came to Me’ y de aparecer en la campaña publicitaria de una empresa de telefonía móvil versionando el clásico de Nino Bravo, “Libre”. Aquel fue el boom del rock alternativo, cuando bandas similares como Deviot o Undrop también ponían banda sonora en campañas de multinacionales (en este caso, la de la competidora de Coca Cola). En 2005 se disolvieron, pero en 2015 volvieron a las andadas con una nueva formación, donde aparte del miembro original, Jesús Pulido en la voz y la guitarra y que también tocó en Savia, se unieron el guitarrista Daniel Sánchez (Litio, My Criminal Psycholovers y durante una temporada como DJ en nuestra radio), el bajista Luis Fuentes y el batería Javier Pineda. Desde entonces, han optado por cantar en castellano, y si antes su sonido se enmarcaba en el estilo que forjaron sellos como Subterfuge, BCore o Mushroom Pillow (Sexy Sadie, From Head To Toe, Standstill, Australian Blonde, etc.), ahora, cantando en castellano, han añadido una cierto aroma a Héroes de Silencio y de su ex banda, Savia, pero sin perder el sonido indie/alternativo tan suyo. La verdad es que su sonido en el estudio (‘Despertar’, 2017, EP) no les hace justicia, ya que en directo suenan mucho más potentes y dinámicos, así que espero que para su próximo disco se busquen a un mejor productor que sepa captar su potencia sobre las tablas.
Foto: Sr. Guindilla
Fue la canción “Laberinto” la elegida para dar el pistoletazo de salida a la vuelta en activo de Sonus Delay, un corte potente muy en la línea de Sôber (no en vano su debut “La Durmiente” fue producido por Carlos Escobedo y Alberto Seara en 2009) Si estaban algo nerviosos por haberse encontrado ausentes tanto tiempo, no se les nota para nada. “Razia” me recuerda a Moebio, mientras que “Visceral” tiene un cierto aire a A Perfect Circle, con un estribillo arrollador, y es uno de mis cortes favoritos de la banda. Es como si no hubiese pasado el tiempo para la banda, y prosiguen a toda máquina con “Sistemático” una pista que tiene reminiscencias de Tool. Mientras que la voz de Jiro Suarez sigue manteniendo toda la melodía y potencia, mención aparte merece la presencia escénica del guitarrista Rodrigo García del Olmo, quien parece haber consumido una docena de bebidas energéticas, ya que no para de botar, moverse de un lado al otro e incluso bajar del escenario para tocar para la primera fila sin perder ni una nota. Es en esta parte del concierto cuando nos informan de que estaban en estado inactivo tanto tiempo por la cruda realidad bien sabida por todos los músicos en este país, pero que a la vez habían estado componiendo nuevo material, y como muestra nos otorgaron el tema “Rey Sol”. Tengo que decir que si esto es una muestra representativa de lo que van a editar en su tercer disco, dicho plástico promete, y mucho, ya que para mí fue la revelación de la noche: unas guitarras que me recuerdan a Amorphis, por obra y gracia de Juanjo Vegas y sus efectos de guitarra, y una melodía que engancha me han elevado las expectativas sobre su futura entrega. Para el meridiano del bolo reservaron dos temas de medios tiempos: “Cordón de Plata” y otra pista nuevo, dedicado a los seres queridos que todos hemos perdido, el emocional “Aviador”. “Quimera” es otro corte que contiene la tensión de Tool, mientras que “Sed” elevó las revoluciones al máximo con un groove aplastante. Para el final, nos reservaron “Alaska”, otra canción nuevo bastante cañero (todo indica que su tercer plástico nos va a dar tralla por doquier) y “Cruza el Cielo”, este último coreado por todo el respetable y con un clímax que sirve como el cierre perfecto. Una noche con dos bandas que, musicalmente hablando, me llevaron hacia atrás, a inicios de este siglo; unos tiempos cercanos y alejados a la vez.
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