Crónicas
Metallica en Madrid: Sí, pero...
«No me entendáis mal. Fue un buen concierto. De notable, diría yo. Sin embargo, a una banda de estas dimensiones es necesario exigirle siempre actuaciones impecables...»
5 febrero 2018
WiZink Center (Madrid)
Texto y fotos grada: Sergio Julián (@sergio42) Fotos: Alfonso Dávila
¿Cómo enfrentar Metallica por primera vez en tu vida? No quiero que me malinterpretéis. Los cuatro jinetes me han acompañado desde que tengo uso de razón y comencé a desarrollar mi propio gusto musical; al igual que muchos, encontramos en ellos un refugio en el salto de las radiofórmulas a un principio de personalidad musical. Extraño proceso, desde luego. Y es que, de hits como “Nothing Else Matters” o “Master of Puppets”, nacía un interesante abanico musical en con el que aprendías a apreciar tanto la tralla como esos pequeños descansos instrumentales en los que el flanger llenaba el discman o el cassette. Mi deuda con ellos, tras encuentros y desencuentros, iba a producirse el 5 de febrero. Sin expectativas, pero con toda la curiosidad del mundo, enfrenté el concierto… y el resultado fue agridulce.
Los temas siguen ahí. El repertorio es incontestable y, al contrario que en otras fechas de su tour europeo, el equilibrio entre clásicos y temas del ‘Hardwired… To Self-Destruct’ se decantó a favor del ‘Ride the Lightning’ y el ‘…And Justice For All’. De su última referencia sonaron una bestial “Hardwired”, la celebrada “Atlas, Rise”, una “Now That We’re Dead” en la que Kirk Hammett se cargó el cubo de su batucada, la interesante “Dream No More”, una “Moth Into Flame” perfecta con una puesta en escena con decenas de drones alternando luces y una “Halo on Fire” cuyas expectativas residían en la versión que vendría a su término.
Las apuestas se hicieron efectivas y Barón Rojo fue la banda encargada de suceder a Obús en manos de Kirk Hammett y Robert Trujillo con una esforzada interpretación de “Los rockeros van al infierno”. Por cierto, un Trujillo que más allá de su homenaje a Cliff Burton con “(Anesthesia) Pulling Teeth” y sus bailes estuvo desaparecido a causa de una desastrosa mezcla de sonido que emulaba (espero que sin malicia) al ‘…And Justice For All’. Por lo menos, desde mi grada; quién sabe si en pista o en otra ubicación el balance era mejor.
Por supuesto, fue un factor determinante para disfrutar del grueso del show, con fragmentos en los que las guitarras se enmarañaban. La carencia del bajo tampoco ayudaba a disimular las idas de olla de Lars, quien, a pesar de hacer un magnífico comienzo de concierto, se le fue el tempo en el tramo final destrozando el intermedio de “One” y perdiendo su tren a los fills de “Blackened”, sorpresa de la noche por ocupar el puesto de “Spit Out The Bone” tras el descanso que anticipaba los bises.
No todo son malas noticias: “Seek & Destroy” sonó igual de épica de siempre arropada por las gargantas del entregado respetable, seguida por joyitas para el fan medio “Harvester of Sorrow” y “Fade to Black”, en la cual el cuarteto no se puso de acuerdo para el blast final. “Last Caress” de los Misfits, como ya sabéis incluido en aquel ‘The $5.98 E.P.: Garage Days Re-Revisited’. Sonó de manera fantástica; se lo pasaban bien y nos hacían disfrutar. Y, volviendo a Kirk, si bien clavó su papel en “Master of Puppets”, su interpretación de “Nothing Else Matters” no llegó a brillar por descordinaciones con James Hetfield, las mismas que habían bordado en las guitarras dobladas de los temas del ‘Hardwired…’.
En cuanto al frontman, hizo su papel de forma perfecta. Quizá, demasiado perfecta. Entrega absoluta a los fans, la mano en el corazón cuando hablaba de lo arropado que se sentía, discursos idénticos a los repetidos la noche anterior (incluido el recurso del niño pequeño, esta vez sin sacarle al escenario…) o el plano cerrado a la púa personalizada de Madrid. ¡Por no hablar de las proyecciones de la bandera española en “Blackened”! Este Síndrome del Frontman Extremadamente Agradecido puede cautivar a hordas de seguidores, pero a alguno que otros nos huele regular. Mucho más sincera parecía la timidez de Kirk y Robert.
Fue un buen concierto. De notable, diría yo. Sin embargo, a una banda de estas dimensiones es necesario exigirle siempre actuaciones impecables, por respeto a su legado y por respeto a los miles de seguidores que se han gastado buena parte de su sueldo en verles.
Por mi parte, me lo he gastado a gusto. No sé si, en el futuro cercano, lo volvería a hacer.
Setlist: Hardwired / Atlas, Rise! / Seek & Destroy / Harvester of Sorrow / Fade to Black / Now That We’re Dead / Dream No More / For Whom the Bell Tolls / Halo on Fire (con “Los rockeros van al Infierno” de Barón Rojo / Last Caress (version de Misfits) / Creeping Death / Moth Into Flame / Sad but True / One / Master of Puppets. Bis: Blackened / Nothing Else Matters / Enter Sandman.
4 comentarios
No sé que concierto viste la verdad...pero en fin ya uno está acostumbrado a que los grandes conciertos tengan las peores críticas. Al menos en tu próxima crónica aprende bien el título de los temas, o al menos repasa antes de publicar ya que Spit Out The Fire es como el resto de tu crónica, ni acertada ni correcta.
Disculpa el desliz, corregimos. Un saludo.
Propongo que al próximo concierto de Metallica no mandéis a los habituales "haters" de Metallica. Qué diferencia de crítica con la del sábado. Por cierto, yo estuve el lunes en el wizink y debió de ser en un mundo paralelo, porque yo vi un conciertazo impecable en todos los aspectos (al igual que las anteriores ocasiones en las que les he visto en directo)
Está claro que desprestigiar a Metallica ha sido uno de los grandes objetivos por parte de las revistas que os hacéis llamar seguidoras del metal. La crónica carece de validez cuando un supuesto fan de Metallica va a ver un concierto suyo a GRADA . Donde mejor se oye un concierto así es en pista, a la mitad (cosa que una web con experiencia en conciertos debería saber). Habría que señalar a otros por meter a Metallica en un recinto como el WiZink, que aparte de quedarse pequeño, no tiene la mejor acústica. Yo estuve en pista y te puedo asegurar que salvo al principio el sonido estuvo muy logrado, a medida que avanzaba el concierto se iba notando la mejoría. Leo críticas a Hetfield por entregarse al público y por estar amable con la gente. Inentendible, James hace su papel, él siente eso por la gente, por la entrega de los fans al agotar las entradas en CADA CONCIERTO, porque no solo tocan aquí, han hecho gira mundial y lógicamente llevan una especie de guión. Criticar por criticar y hablar por hablar, sacándole punta a algo tan irrelevante musicalmente como eso (no interesa decir que Hetfield estuvo impecable en el papel de rítmico y que tiene una de las manos derechas más rápidas del heavy, ni tampoco su gran trabajo vocal que ha pulido en Hardwired. Mejor le criticamos porque es majo) Entiendo que no comprendáis la magnitud de una banda como Metallica, que llevan todo al detalle y prácticamente lo ejecutan a la perfección. Entiendo que estéis acostumbrados a hacer crónicas de Linkin Park , Enter Shikari, Ghost y demás. Y también entiendo que cuando llega Metallica no sepáis ni poner Spit Out The Bone, porque os parece mejor porner Fire y contradecir al falso James Hetfield. En fin, he tenido la suerte de verles tres veces en directo, y esta fue la mejor sin dudas, recalco que para entender un concierto hay que ir a pista. Solo pondré la pega de Ulrich que está bastante desencajado del nivel del resto. También tristemente deciros que Metallica posee uno de los mejores directos que veréis, y que ha batido récords de asistencia en el WiZink, pero eso por lo que veo tampoco lo diréis. Metallica solo hay una y siempre cumple ante sus fans, el que esté descontento porque Kirk falla una nota en un solo que se vaya a ver a los grupos alternativos que ni siquiera tocan solos. Triste pero cierto (Sad But True)