Crónicas
Crónica de Hatebreed + Madball + Terror: Pogos, pogos y más pogos
«Una velada que, desgraciadamente, dejo mucho que desear en cuanto a su sonido y en la que era difícil encontrar más aliciente que los pogos»
28 enero 2018
The Forum, Londres (Reino Unido)
Texto: Miguel Galindo. Fotos: Jesus Figueirido
El pasado 28 de enero presenciamos el último concierto del “EMP Persistence Tour”, una gira que ha llevado por Europa a tres bandas de hardcore americanas: Terror, Madball y Hatebreed. El minifestival se celebró en el Forum de Kentish Town, cerca del londinense barrio de Camden. Es una sala relativamente pequeña dado el tamaño medio de las salas de la capital británica; sim embargo, se llenó para recibir a las tres bandas.
Los primeros en subirse al escenario fueron los californianos Terror. A pesar de ser el combo de más reciente creación, cuentan con siete álbumes de estudio y una gran autoridad en el escenario. Esta autoridad, sin embargo, no se ve acompañada de una gran puesta en escena, grandes alardes técnicos ni demasiada complicidad con el público. La sobriedad por bandera.
Comenzaron su comparecencia con "Keep Your Mouth Shut". La audiencia los recibió estallando en saltos y pogos desde los primeros acordes. Por desgracia, la calidad de la mezcla era nefasta y no se podía entender lo que cantaba Scott Vogel ni los riffs, que sonaban como una amalgama de distorsiones de la que solo se intuía el ritmo gracias en parte a la batería, que era el único instrumento inteligible. Como decía, al respetable no parecía importarle este detalle y hacía ganarse su sueldo a cada empleado de seguridad de la sala con tanto crowdsurfing. Los de seguridad no daban a basto sacando gente al foso y evitando peleas entre el público. Sin tiempo que perder continuaron con "Overcome" y "Live by the Code". Un escueto saludo al público y se sucedían los temas sin demoras ni florituras, crudos y al grano, como intentando evitar que cogiera aire la audiencia o se enfriara. Así vinieron "Stick tight", "You’re caught”, “The 25th Hour” y "No Time for Fools".
Su descarga serviría como repaso a sus discos más recientes, olvidando los pertenecientes a la primera década del nuevo siglo. Agradecieron entonces su presencia en el festival y prosiguieron con la recta final de su actuación tocando "Return to Strength", "One With the Underdogs", "Keepers of the Faith" y "Spit My Rage". Para cerrar su actuación tocaron "Always the Hard Way" y fueron despedidos con una calurosa ovación.
Era el momento de Madball. Los neoyorquinos están curtidos sobre las tablas gracias a su extensa trayectoria. A pesar de eso, gran parte de la audiencia había desaparecido de la sala durante el cambio de escenario; para cuando hicieron aparición, se podían ver espacios vacíos entre la audiencia.
Con un recibimiento más frío que el de sus predecesores, comenzaron su concierto con "Hardcore Lives". Sin más, continuaron con "Smell the Bacon", "We the People", "Can't Stop", "Won't Stop" y "Born Strong". Para entonces, la sala había alcanzado el mismo nivel de ocupación que durante la actuación de Terror. Continuaron con "Set It Off", "For my Enemies" y "DNA" sin descanso. Entonces agradecieron su presencia en el festival e invitaron a Jordan Posner (bajista de Terror) a cantar "Lockdown", lo cual fue bien recibido por el público asistente. Para la recta final de su show eligieron temas de sus orígenes en su mayoría: "Get Out", "Look My Way", "Doc Marten Stomp", "Heavenhell" y "Hardcore Still Lives" sivieron para cerrar un bolo que, como los anteriores, estuvo lejos de un buen sonido.
Los encargados de cerrar la velada de hardcore serían los naturales de Connecticut. Hatebreed salió al escenario con el recinto al máximo aforo y fueron los protagonistas del recibimiento más caluroso de la noche. Interrumpiendo su propia intro comenzaron con "Proven", con la que enloquecieron a la audiencia. Sin tiempo para presentaciones le siguieron "Empty Promises", "Before Dishonor", "Last Breath", "Perseverance" y "Smash Your Enemies".
Este setlist estaba dirigido a los fans más leales de la banda, inspirado principalmente por los primeros discos de su carrera. Prosiguieron con "You're Never Alone", "Looking Down the Barrel of Today", "Live for This", "A Call for Blood", "Worlds Apart" y "To the Threshold". Desafortunadamente, el sonido no mejoró en absoluto a lo largo de la noche y los instrumentos se mezclaban creando una molesta reverberación que no dejaba distinguir las guitarras, ni tan siquiera entender lo que decía el frontman. Los pogos se sucedían mientras sonaban "Driven by Suffering" , "Prepare for War" , "Hollow Ground" , "This Is Now" y "Destroy Everything" de fondo. Para la recta final eligieron "Not One Truth", "Honor Never Dies", "As Diehard as They Come", "Burn the Lies" (la cual tuvo que interrumpir el cantante porque una chica estaba siendo aplastada contra la valla de seguridad) y "I Will Be Heard".
Así acabo una velada que, desgraciadamente, dejo mucho que desear en cuanto a su sonido y en la que era difícil encontrar más aliciente que los pogos, ya que ni las bandas involucraron al público más que pidiendo mosh pits, ni la puesta en escena ni la actuación en si fueron destacables en ningún sentido.
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