Crónicas

Yes: Un legado progresivo inmarchitable

«La formación actual de Yes nos mostró el rico e inmarchitable legado de unas canciones que han tenido un profundo calado dentro de la historia del rock progresivo con una interpretación excelsa y apasionada»

2 mayo 2024

Sala La Riviera, Madrid

Texto: José Luis Martín. Fotos: Nacho Barletta (Barcelona)

Segundo concierto de la gira “The Classic Tales of Yes Tour 2024” de los veteranos británicos Yes, que comenzaban su periplo europeo dos días antes en la ciudad portuguesa de Lisboa y continuaban al día siguiente en Barcelona. Tras dos aplazamientos anteriores, por fin íbamos a poder disfrutar de su espectáculo en directo.

En este show, que tenía varios alicientes, nos íbamos a encontrar un "grandes éxitos" de la formación que comenzó su andadura en Londres en 1968 y que se convirtió en uno de los grandes pilares del rock progresivo internacional junto a míticas formaciones como Pink Floyd, Emerson, Lake & Palmer, King Crimson, Jethro Tull, Genesis, Camel o Rush. A esto había que añadir la presentación de su reciente trabajo ‘Mirror to the Sky’, que salió en 2023, y la celebración del 50º aniversario de ‘Tales From Topographic Oceans’, su sexto álbum de estudio, que se lanzó en 1973, muy relevante dentro de su carrera. Cabe recordar que Yes entró en el Salón de la Fama del Rock and Roll el 7 de abril de 2017.

Una vez que entramos al recinto, nos dirigimos a la exposición que se montaba en esta gira sobre la obra del artista, diseñador e ilustrado Roger Dean, portadista habitual de los discos de Yes y Asia, así como de Uriah Heep, Osibisa o Greenslade entre otros, y cuyo arte mostrando esos paisajes de fantasía nos ha dejado una profunda huella. Allí se podían comprar las litografías o posters y contamos además con la presencia de Geoff Downes, que nos atendió muy amablemente.

Con puntualidad británica, a las 20:00 horas, como estaba anunciado, y tras un fragmento orquestal de “The Young Pearson’s Guide to the Orchestra” de Benjamin Britten, arrancaban con “Machine Messiah”, de su décimo álbum, ‘Drama’, que significó la primera grabación sin Jon Anderson, puesto que ocupó Trevor Horn. Aunque no se llenó La Riviera (quizás el largo puente tuvo algo que ver), el ambiente era de gala dentro de los seguidores de los sonidos progresivo, mostrando caras de entusiasmo ante la interpretación de temas míticos que les han acompañado durante su vida.

La formación que llegaba a esta cita la componían Steve Howe (guitarra y voces) como músico más veterano y presente desde 1970, aunque con idas y venidas; Geoff Downes (teclados), reincorporado en 2011; Jon Davison (voces y guitarra acústica), miembro desde 2012 y con un registro muy similar a Jon Anderson; Billy Sherwood (bajo y voces), presente desde 2015, y Jay Schellen (batería), que empezó a sustituir a Alan White cuando comenzaba su enfermedad y se integró ya en 2022 tras su fallecimiento.

No seríamos sinceros si no reconociéramos que nos hubiera gustado ver a Anderson o a algún miembro anterior más, pero aunque en este combo ya no queden miembros originales, hay que decir que la ejecución de las canciones clásicas fue impecable, llenas de feeling, clase y destreza, gozando de un sonido nítido y limpio, donde se podía distinguir cada instrumento a la perfección, y apoyado en un eficaz juego de luces propio que traían para la ocasión.

Aunque resuenan en nuestra cabeza con la voz de Anderson, en canciones como la maravillosa “It Will Be a Good Day (The River)”, Davison supo estar a la altura con una gran solvencia e interpretación, al igual que en la majestuosa “Going for the One”, que dio título a una de sus cumbres artísticas, y donde Howe hizo uso de la “steel guitar”, que contó con la gran labor a los coros de Sherwood, como hizo toda la noche; y otra delicia como “I’ve Seen All Good People”, donde los juegos vocales tenían un gran protagonismo y Howe estuvo muy inspirando con las cuerdas de su laúd.

No faltó la instrumental “América”, versión del clásico de Simon & Garfunkel que incluyeron en 1974 en su recopilatorio ‘Yesterdays’ y donde Davison hizo uso de la pandereta y las maracas, ni “Time and a Word”, que dio titulo a un segundo disco en el que los arreglos de cuerdas parecieron excesivos para algunos críticos en su momento y al que el paso del tiempo dejó en mejor lugar.

En “Don’t Kill the Whale”, todo un alegato en contra de la caza de las ballenas que se incluía en el disco ‘Tormato’, y cuya producción no fue del agrado del entonces teclista Rick Wakeman, salió a relucir el trabajo de un portentoso Downes, del que llegamos a contar hasta diez teclados, dejando constancia de la importancia en el sonido sinfónico de Yes. Tras otra extraordinaria composición como “Turn of the Century”, la segunda pieza que sonaba de ‘Going for the One’, con un concentrado Howe, sentado y acariciando la guitarra española, se retiraban durante veinte minutos para tomar un pequeño respiro.

Regresaban con la intrincada y compleja “South Side of the Sky”, no fácil de ver en directo, leyendo Davison después un pequeño texto en castellano de agradecimiento a los asistentes: “Estamos muy contentos de estar aquí, en tu hermosa ciudad”. “Cut From the Star” fue el único corte de su último álbum, ‘Mirror to the Sky’, varios peldaños por debajo, compositivamente hablando, de lo que habíamos escuchado antes.

La parte final la dedicaron a ese merecido homenaje a los “Relatos de los océanos topográficos”, cuyas letras compusieron Anderson y Howe basándose en “Autobiografía de un yogui”, ambos interesados en la mística oriental y la meditación. No era tarea fácil resumir una obra de más de ochenta minutos en poco más de veinte, pero salieron muy bien del envite y el público lo agradeció.

No hubo sorpresas en los bises y sí una gran ovación en cuanto se reconocieron los primeros compases de “Roundabout”, otra exquisitez del disco ‘Fragile’ que el público coreó con entusiasmo, y la fascinante y cautivadora “Starship Trooper”, que fue el perfecto colofón a las dos horas de actuación.

La formación actual de Yes nos mostró el rico e inmarchitable legado de unas canciones que han tenido un profundo calado dentro de la historia del rock progresivo con una interpretación excelsa, apasionada y sabiendo transmitir a los asistentes todas sus emociones.

Uno de sus grandes protagonistas fue, sin lugar a dudas, Steve Howe, que a sus 77 años se encuentra en un pletórico estado de forma y conserva la agilidad y la destreza en sus dedos para interpretar piezas muy exigentes y que requieren una gran concentración.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • Juandie dice:

    Gran resumen hacia el buen concierto que se curraron unos históricos del Rock Progresivo como son YES y en que mejor sala que en La Riviera madrileña.

    • Guillermo dice:

      Yo asistí en Lisboa a la premier de la gira, y la primera parte fue bastante mejorable. En la segunda muy bien y coincido con la valoración de Mariscal Rock sobre Madrid

  • Abbey Room dice:

    Sin Jon Anderson esa banda ya no es Yes, que necedad de Steve Howe de querer mantener el nombre de algo que no le pertenece.

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