Crónicas
Wunderhorse + Lavin en Madrid: Un sacrificio de rock
«Se percibe que las fuentes musicales de las que han bebido son de las que dejan huella»
10 julio 2025
Sala La Riviera, Madrid
Texto: Mauro Nicolás Gamboa. Fotos: Oliver Heras Esteban.
En el marco de la Gira Vibra Mahou By Mad Cool, y como anticipo sustancioso de lo que se va a vivir en el ya clásico festival madrileño, emprendimos camino a las orillas del rio Manzanares, en una tarde de julio perfumada por el sol, con el número 9 a la espalda, para ver en La Riviera a Wunderhorse.
La interesante banda británica, desde que se diera a conocer hace algunos años, no ha parado de cosechar elogios con sus trabajos de estudio denominados ‘Cub’ (2022) y ‘Midas’ (2024).Había mucha expectación en el ambiente por ver cómo esta fusión entre el rock visceral, con raíz, actitud de garage y sangre hirviendo hacía las delicias del respetable.
Antes del número principal de la velada, en la que se había mencionado que habría tres grupos, hubo una sorpresa, lo que creó grandes apuestas en los aledaños de la sala. Entre sorbos de cerveza fría (evidentemente, Mahou) se mencionaban a distintos artistas en las quinielas, hasta escuché el nombre de Iggy Pop seguido de las palabras. Si aparece la iguana, me trepo a besarlo al escenario. Esto no sucedió finalmente, pero el evento encendió los carteles con la leyenda Gira Vibra Mahou By Mad Cool a los laterales del escenario.
En formato acústico, y después de resultar una de las bandas triunfadoras en el concurso Mad Cool Talent que tan buenas bandas nos ha permitido disfrutar y conocer, Lavin, aparecía en escena con su propuesta.
El combo lo hacía pisando fuerte las tablas del mítico recinto y bajo sus texturas, que podrían definirse como guitarras al frente. Mostraron piezas de su proyecto como “Hipervelociad” y “Acuario de diamantes”, entre otras. Aplausos y algunos pogos se observaron entre el respetable. Justo cuando tocaron el último acorde, y antes de finalizar, indicaron que la organización, por cuestiones de producción y técnicas, no les había permitido actuar en su formato habitual, esto es, con batería.
A veces los tiempos son muy apretados y las cuestiones organizativas y de producción son complicadas y van variando en directo. En cualquier caso, recibieron una gran ovación al mostrar su solidez en formato electroacústico, estoy convencido de que cosecharon un buen número de nuevos seguidores para su propuesta.
Mientras se ajustaban cosas sobre el escenario, el respetable seguía ingresando en la sala y se quitaban las telas que protegían los instrumentos de Wunderhorse. Luces fuera, intro de blues disparada, y sin más dilaciones, entra tranquilamente la banda, que comienza con una jam como para calibrar motores y dar una primera pincelada del cuadro furioso que iban a desarrollar durante su hora de actuación.
El arranque es con “Midas”, pieza que da nombre a su último trabajo de estudio, el cual continúa cosechando buenas críticas. El respetable demuestra que había necesidad de sangre transformada en canción y los ingleses se la ofrecen para que celebren un sacrificio de rock.
El grupo se muestra solvente, con poderío, y aunque por momentos esa energía sea desmedida desde lo vocal, rubrican con su show que han llegado para quedarse y que el futuro pasa por sus riffs. Gran conexión con la platea, que se mostraba efusiva ante la descarga. En gran número también se podía ver a público del país nativo del combo que había llegado a Madrid para disfrutar de las jornadas del Mad Cool y que no se quisieron perder el directo de sus paisanos.
“Butterflies”, “Emily” y “Girl Behind the Glass” fueron acompañadas por sus fans con devoción, la última fue especialmente coreada. Se observa una química poderosa entre los miembros del grupo y continuamente se están buscando con las miradas, con los gestos y con evidentes gestos de complicidad. Wunderhorse domina los espacios y los completa con canciones que aportan unos matices diferentes en vivo. Saben llevar su obra a otro horizonte y rubican una vitalidad para aplaudir. Es para destacar las luces que llueven sobre los artistas. Todo un acierto y las cuales supieron acompañar en todo momento.
Que Mad Cool ofrezca un prefestival con una banda de este calibre es para agradecer y aplaudir. El concierto es una clara evidencia de que la banda está llamada a marcar los destinos del rock. Con “Arizona” crean una atmósfera retro, pero con sonido actual. Se percibe que las fuentes musicales de las que han bebido son de las que dejan huella.
Todos los presentes están inmersos en el cuadro que está pintando el grupo inglés en Madrid y se nota como había especial apetito por verlos. El público se lo estaba pasando genial, pero la recta final llegaba. El cuarteto tiene antecedentes familiares y lazos de sangre de buena madera de rock entre sus componentes, pero eso se lo dejo como tarea y para que se sorprendan investigando.
Terminan por todo lo alto con un trío de canciones: la rítmica “Silver”, la introspectiva “Superman” y la contundente “Rain”. Aplausos y más aplausos y un sabor de boca que quedó flotando en el ambiente como si hubieran tocado hasta el alba y todo el mundo hubiera estado encantado. Wunderhorse pasó por La Riviera como parte de la Gira Vibra Mahou By Mad Cool y dejó su huella indeleble.
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