Wacken Open Air (jueves) con Accept, Rage, Opeth o KK's Priest: Apuesta por los titanes

Accept

Hoy había que dar otra vuelta por los puestos del Camping Plaza, donde hay puestos de merchandising, parches, hebillas, hidromiel… todo lo que buen metalero necesita, además del escenario Wasteland. Teníamos un sol abrasador. ¡Quién lo diría! Me habían contado innumerables cosas sobre que siempre llueve y el barro que se monta, así que seguimos rezando para que siguiera así.

Nos dimos una vuelta por la zona de prensa, que he de decir que me costó encontrarla bastante. Estaría bien que estuviera mejor señalizada. También hay que mencionar que la seguridad del festival es muy grande, con muchos filtros que cruzar para entrar, salir y la verdad es que, a pesar de la mucha gente que hay, es tan enorme el sitio que había cero problemas para moverte a tus anchas. También está bastante bien que tanto los baños como las zonas para beber agua y refrescarse estén por todos lados, agua que, además, salía hasta fría, lo que con el calor abrasador que hacía era un detalle.

Nos fuimos al escenario Louder, porque allí nos esperaban Sweet. Siempre recordaré a esta banda por su "Ballroom Blitz" en la película “El club de los vampiros”, otras personas la recordarán por “El mundo de Wayne” y otros incluso por el videojuego "Guitar Hero Rock the 80s". En cualquier caso, comenzaron con "Action" y "Hell Raiser" y con la sensación de que el sonido iba subiendo y bajando solo, sin razón aparente.

Se empezó a llenar más el escenario con "Fox on the Run" y "Blockbuster", para terminar por supuesto con "The Ballroom Blitz" un concierto correcto y sin alardes a pesar de los problemas de sonido del comienzo.

Sweet

Desde allí nos fuimos al escenario principal, ya que nos espera Skyline, la banda alemana se ha ganado el corazón del Wacken, es el grupo con el que empezó todo, los anfitriones, desde el primer Wacken están tocando y así va a ser hasta que se pueda, y desde luego dan un buen espectáculo.

"Runnin' Wild" de Airbourne comienza a sonar y la gente responde, se nota que los quieren mucho, seguido de "Black Star" e "If You Want Blood (You've Got It)" de AC/DC.

Uno de los momentos del día llegó al aparecer Joey Belladonna, vocalista de Anthrax, y empezar a sonar "Separate Ways (Worlds Apart)" y "Wheel in the Sky" de Journey, que sonaron fenomenal, para terminar con el tema hecho expresamente para el Wacken, "This Is W:O:A".

Pero no nos íbamos, porque Rage aparecía en el escenario. La banda alemana jugaba en casa y ya se iba notando el recinto lleno. Yo, personalmente, era un grupo que tenía muchas ganas de ver. "Cold Desire", de su último disco, comienza a sonar. Tanto el sonido como el apartado vocal es de escándalo, absolutamente nada que objetar. Mientras van sonando "Solitary Man" y "Black in Mind" iba echando la mirada atrás y la estampa era espectacular. No se veía el fondo de la gente que había en el concierto. Increíble imagen, pero para nada se notaba ningún agobio.

Rage

Otra cosa que me gusta de este grupo es que no mete absolutamente nada de relleno, últimamente veo muchas bandas perdiendo tiempo y da la impresión que es para tocar menos. Igual que haciendo, las viejas confiables: “No os oigo”, “que no os oigo”… Si se hacen este tipo de cosas rápido, bien, pero cada vez me doy más cuenta del relleno que meten ciertos grupos. En el caso de Rage, eso no es así.

Sin dar lugar a descanso alguno, aparecían "Let Them Rest in Peace", "A New Land" y "Great Old Ones" antes de que se viera en la batería a Axel Schmitt “el panadero del Wacken”, para tocar "Straight to Hell". Axel Schmitt participa en presentaciones teatrales y espectáculos de repostería con las estrellas del festival, y en este caso para tocar con Rage formidablemente. Terminaron con "Don't Fear the Winter" y "Higher Than the Sky" un concierto sublime.

Nos fuimos a por una cerveza después de este espectáculo, pero no muy lejos, ya que Axel Rudi Pell aparecía por el escenario principal. El guitarrista alemán aparecía en Wacken con su estilo melódico y técnico, que me recuerda a Yngwie Malmsteen y Ritchie Blackmore.

Axel Rudi Pell

Los primeros riffs de "Forever Strong" comenzaban a sonar. Empezamos fuerte. "Wildest Dreams" y "Strong as a Rock" la seguían sin dejar respirar, algo que se agradecía porque la gente estaba entregada. Mirabas alrededor y solo se divisaban cabezas agitándose. Buena señal.

Se hizo un parón total con "Hallelujah" de Leonard Cohen, que no es una versión que me haya agradado mucho, ya que cuando más altos estaban los ánimos fue como un corte de rollo. El in crescendo comenzó con "Oceans of Time", que sonó increíble. Los solos de guitarra de Axel ponen los pelos de punta.

"The Masquerade Ball", "Casbah", "Ankhaia", "Fool Fool" y "Rock the Nation" cerraron un concierto al que le doy un notable, ya que era difícil superar lo de Rage.

Pero ya empezaba a sonar la tragaperras en las pantallas por el otro escenario principal. KK's Priest estaban ahí y Tim "Ripper" Owens se iba a hacer notar. Su voz fue increíble todo el concierto, con unos agudos impresionantes que me voy a ahorrar alguna que otra palabra malsonante, pero “se sacó la p...” (para que me entendáis).

KK's Priest

"Hellfire Thunderbolt" tronaba en los altavoces, pero en el buen sentido. "Strike of the Viper" y "One More Shot at Glory" la siguieron con un sonido excelente y la banda liderada por K.K. Downing mostrándose espectacular, mientras Tim "Ripper" Owens, impecable, ya daba la impresión de que estaba luciéndose.

Como banda de exmiembros de Judas Priest, sonaron algunas canciones como "The Ripper", "Night Crawler", "Burn in Hell", "Hell Patrol", "Breaking the Law" y "Sinner", todas ejecutadas impecablemente. Con "Raise Your Fists" finalizamos la actuación de un grupo que me ha sorprendido mucho. Los tendré en mis próximas escuchas.

Mantuvimos nuestras posiciones porque nos disponemos a ver a Accept. Mark Tornillo apareció con actitud desafiante abriendo con "The Reckoning", de su último trabajo, 'Humanoid'. Mientras tanto, el guitarrista y líder de la banda, Wolf Hoffmann, se lucía con un impresionante solo de guitarra.

Accept

"Restless and Wild" y "Humanoid" siguieron sin titubeos. Aquí tampoco se daba pie a perder el tiempo. La banda pionera del heavy metal alemán no dio lugar a la especulación y tocaba una canción tras otra con casi ningún descanso.

Terminaron con "Fast as a Shark", "Pandemic" y "Balls to the Wall", en la que apareció Tim "Ripper" Owens para un momento espectacular. Este tipo de cosas son las que se agradecen en el Wacken, esos crossovers, invitados y momentos sorpresa, es algo que me ha encantado.

Nos movimos al Louder a última hora, ya cansados, para ver a Opeth. Tocaban al mismo tiempo que Scorpions, así que era cara o cruz, y como ya vi a los de Klaus Meine, de los que posteriormente pudimos ver cómo compartieron escenario con Doro Pesch, me decanté por Opeth y, desde luego, mereció la pena.

Opeth

Con "The Grand Conjuration" empezaron a envolvernos con su atmósfera particular. Su metal progresivo no es para todos los públicos, pero cuando menos lo esperaba, en los parones entre canciones, su vocalista, Mikael Åkerfeldt, comenzó a contar anécdotas y a ofrecer momentos graciosos, como estar tocando a la vez que Scorpions y ponerse a hacer el riff de "Rock You Like a Hurricane" mientras alababa a esa banda que escuchaba desde adolescente. Por no decir que también comentó que la aerolínea le perdió la maleta y que solo tenía ropa interior para esa noche.

"Demon of the Fall", "The Drapery Falls" e "In My Time of Need" sonaron espectaculares a la vez que toda la banda mostraba una precisión milimétrica.

Terminamos el día con "Sorceress" y "Deliverance". Nada que objetar ha sido un concierto perfecto y memorable con el que pusimos final a la segunda jornada del festival alemán.

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