LO ÚLTIMO

Crónica de Volbeat + Bush + Witch Fever en Barakaldo (Bizkaia): Cambio de categoría con notable eficacia

Si uno se pone a pensar en bandas que en la actualidad logren congregar a más de 20.000 personas, probablemente no le vengan a la cabeza muchos ejemplos. Su disponibilidad resulta casi tan limitada como la de los grupos que pueden permitirse hacer una gira de pabellones y congregar a una considerable afluencia de seguidores incluso un día laborable. Tal vez en este último caso no logren reventar el recinto, pero el mero hecho de tener la capacidad de poder hacer un bolo en esas circunstancias implica cierta categoría.

Los daneses Volbeat hace tiempo que ingresaron en el club de los que giran por pabellones, un don que evidentemente no surgió caído del cielo, sino tras años de trabajo y de patearse salas de diverso tamaño. Todavía recordamos con cariño aquella ocasión en la que estuvieron en Durango, con uno de ellos lesionado con la pata chula, hará casi unas dos décadas, mucho antes de que pegaran el pelotazo y empezaran a gustar a todo el mundo con una obsesión tan enfermiza como la de Muse.

A día de hoy pueden presumir de su tirón de convocatoria y denominar a una gira como la más grande hasta la fecha, no en vano han colgado el cartel de entradas agotadas en varios lugares. En lo que respecta a su bolo de Barakaldo, diría que congregaron menos peña que hace tres años al tratarse de un día entre semana, aunque eso tampoco quiere decir que hubiera cuatro gatos. Como hemos dicho antes, ya solo plantarse en el Bilbao Exhibition Center era una muestra de poderío.

Witch Fever

Abrieron la velada los británicos Witch Fever, con una peculiar amalgama de estilos que lo mismo apelaba a los Nirvana de la época de ‘Bleach’ que a Black Sabbath. Hubo incluso algún fragmento que sonaba calcado al tema homónimo de la banda de Tony Iommi. Su vocalista cantó desde la pasarela que había colocada en el escenario para los cabezas de cartel, calificó la cita como “una reunión” y miró desafiante a los asistentes como si estuviera realizando alguna especie de conjuro. Lamentamos la baja de Gel de la gira, pero sus sustitutos de Mánchester tampoco lo hicieron mal.

Bush

Casi podría considerarse una ironía del destino que un grupo con trayectoria de más de tres décadas como Bush fueran teloneros esa noche, porque es que cuando empezaron en 1992, Volbeat ni siquiera estaría en los pensamientos más remotos de Michael Poulsen. Pero la vida es así, nunca se trató de un grupo que moviera masas en la península, por lo que había que darse con un canto en los dientes solo por disponer de la oportunidad de catarles en nuestro país.

El líder Gavin Rossdale lució un gran chorro de voz, a la par que ese carisma que le llevó a convertirse en una suerte de sex symbol allá por los noventa, y no dudó en pegarse un garbeo entre el personal donde intercambió saludos con los aficionados, incluso tocó a alguien mientras entonaba una estrofa que decía “I feel you…”. El punto álgido lo alcanzaron con la magistral “Machinehead” y una no menos conseguida revisión del mítico “Come Together” de The Beatles. Eran una de las razones para acudir al bolo de esa noche y no me arrepentí en absoluto.

Volbeat, con Michael Poulsen al frente

Después de aquello, el listón había quedado muy alto para Volbeat, pero eso tampoco iba a ser inconveniente para que desplegaran su tremendo potencial en las distancias cortas, que no era poco. El inicio ya resultó trepidante con “The Devil’s Bleeding Crown” o “Lola Montez”, uno de sus mayores éxitos, que suscitó una respuesta tan espectacular por parte del respetable que Michael Poulsen pidió repetirla dos o tres veces. Permitámosles disfrutar de ese inefable momento en el que los artistas se gustan a sí mismos.

El frontman precisamente habló de los vinilos de antaño antes de atreverse con “Ring of Fire” del maestro Johnny Cash y de ahí enlazaron con otro gran clásico de su trayectoria como “Sad Man’s Tongue”. Hicieron bastante uso de esa plataforma situada en mitad del escenario que daba la impresión de estar asistiendo a un concierto de unas estrellas totales en su género.

Flemming C. Lund (Volbeat), con camiseta de Coroner

“Demonic Depression” mantuvo el ímpetu inicial sin dificultad y en “Fallen” Poulsen se acordó de su fallecido padre. El título de “In the Barn of the Goat Giving Birth to Satan's Spawn in a Dying World of Doom” era tan largo que el líder ayudó a la concurrencia a repetirlo, al tiempo que presentaba al macho cabrío que aparecía en la portada del último disco, que respondía al nombre de “Thorn”. Nos dijo además que no era tan malo como lo pintaban y que “los verdaderos diablos son los que aparecen en televisión”.

La respuesta durante el show fue tanto del agrado del vocalista y guitarrista que hasta pidió que alguien surfeara entre la multitud, pues era lo único que le faltaba por ver. Hubo entonces un tímido intento por parte de un seguidor, que se llevó una camiseta de premio, por supuesto. Ah, y posteriormente también se alzaron los cuernos en honor a Thorn, ese macho cabrío que sufría una campaña de desprestigio.

Kaspar Boye, a las cuatro cuerdas

Rescataron una pieza en su idioma natal como “For Evigt”, que Poulsen dedicó a su mujer y a los hijos que se habían quedado en casa guardando la ausencia. La inevitable “Still Counting” nos recordó que ya nos acercábamos al final del bolo antes de que pusieran la guinda con “A Warrior’s Call” enlazada con “Pool of Booze, Booze, Booza”. Todo del tirón, sin siquiera retirarse del escenario.

Bien es cierto que unos bises no habrían estado de más, aunque alcanzar en torno a una hora y media supone una duración razonable hoy en día. Fue un concierto entretenido, dinámico, que no anduvo por las ramas, y que sin duda haría tocar el cielo a los seguidores acérrimos. Han consolidado un cambio de categoría con notable eficacia.

Alfredo Villaescusa

Un comentario

  1. Pedazo de resumen hacia el gran concierto que ofrecieron los daneses VOLBEAT a través de su nuevo álbum junto a sus temas más conocidos en la ciudad de los PARABELLUM.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MariskalRock.com
Resumen de privacidad

Desde este panel podrá configurar las cookies que el sitio web puede instalar en su navegador, excepto las cookies técnicas o funcionales que son necesarias para la navegación y la utilización de las diferentes opciones o servicios que se ofrecen.

Las cookies seleccionadas indican que el usuario autoriza la instalación en su navegador y el tratamiento de datos bajo las condiciones reflejadas en la Política de cookies.

El usuario puede marcar o desmarcar el selector según se desee aceptar o rechazar la instalación de cookies.