Crónicas
Toto + Vargas Blues Band: La sinfonía de un nostálgico legado
«siempre es un enorme y gratificante placer disfrutar de esta magnífica formación americana con unos músicos excelsos, en perfecta armonía, con una ejecución impecable e interpretando temas icónicos dentro de la música en general»
28 julio 2024
Noches del Botánico, Real Jardín Botánico Alfonso XIII, Madrid
Texto: José Luis Martín. Fotos: Noches del Botánico - Víctor Moreno
Dieciocho años habían pasado desde que el grupo americano Toto pisara por primera y última vez la capital, concretamente el 24 de julio de 2006 en la sala La Riviera, formando parte de la gira de presentación de su álbum ‘Falling in Between’. Esta larga ausencia propició una gran expectación cuando se anunció la fecha del concierto, consiguiendo agotar las entradas a los pocos días ante la fuerte demanda.
La banda que formaron en 1976 en Los Ángeles el teclista David Paich y el batería Jeff Porcaro posee quince discos de estudio (‘Toto XX (1977-1997)’, aunque es un recopilatorio, contiene maquetas originales, tomas descartadas, grabaciones inéditas en vivo y se le considera el décimo álbum), una banda sonora de la película ‘Dune’, ocho álbumes oficiales en directo y han logrado vender más de cuarenta millones de discos. Un currículum cuanto menos respetable. Sobre su nombre, unos lo atribuyeron al perro de Dorothy en el ‘Mago de Oz’, otros a una broma con el nombre real de su exvocalista Bobby Kimball, Robert Toteaux, y Lukather finalmente sentenció que era un nombre sencillo de recordar que apareció en el carrete de una grabación.
Estando muy cerca de cumplir su cincuenta aniversario, uno de sus grandes logros han sido sus puestas en escena, dentro un estilo difícil de encasillar, que engloba el blues, el rock, el pop, el funk, el soul, el rock progresivo y hasta el jazz fusión, pero con unos directos impecables, pulcros y con un sonido nítido y cristalino como hemos podido dar fe en las tres veces que tuvimos el placer de verlos en escena.
Para abrir la velada, con el sol todavía asomando, una temperatura elevada y el público ocupando sus asientos poco a poco, salía a escena el prolífico Javier Vargas, nuestro guitarrista de blues rock más internacional, al frente de la Vargas Blues Band y con cinco minutos de antelación. Su logo en la gran pantalla lucía esplendorosamente.
Durante una hora repasó algunos de sus temas clásicos junto a nuevas composiciones. La banda que le acompañaba era la habitual durante los últimos tiempos, con el americano Bobby Alexander a la voz, el argentino Luis Mayol al bajo y el batería holandés Peter Kunst. Aquí hay muchas horas de carretera y tablas, y eso se nota en la manera de empastar los temas que tienen.
Inició el repertorio con “Blues Pilgrimage”, perteneciente a su trabajo ‘Back in Memphis, siguiendo con “Manish Boy”, un término que implica una actitud desafiante, y “Barstool Blues”. Javier se mostró muy concentrado, quizás la distancia con el público en un escenario tan grande le impidió ser más comunicativo de lo habitual. Bobby mostró sus buenos registros vocales aunque estuvo con menos movilidad que otras veces que lo hemos visto.
No perdieron ocasión para dejarnos algunos cortes de los que han incluido en su último trabajo en directo, ‘Blues Magic Live”, como “Mojo Hand”, “Sin City”, “Black Cat Boogie”, “Body Shock” o el que le da título “Blues Magic”. Este último lo presentó contándonos la anécdota de que una vez le preguntó a un chicano qué era el blues y este le contestó: “El blues es magic”.
Para completar su actuación, nos dejaron uno de nuestros temas favoritos, el delicioso “Hard Times Blues” y el imprescindible “Texas Tango”, que fueron el perfecto preámbulo ante lo que vendría después.
Pasados quince minutos de las diez de la noche y con exquisita puntualidad, los componentes de Toto hacían acto de presencia ante una gran ovación. El guitarrista Steve Lukather es el único integrante original que queda de la banda, y junto al vocalista Joseph Williams (hijo del famoso compositor de bandas sonoras John Williams), que se incorporó en 1986 y se reenganchó en 2010, son los miembros oficiales de Toto a día de hoy, cuya unión da nombre al título de la gira: “Dogz of Oz”. Venían acompañados por el batería Shannon Forrest, el teclista Greg Phillinganes, el saxofonista, vocalista y percusionista Warren Ham, el bajista y vocalista John Pierce y el otro teclista y vocalista, Dennis Atlas, último en incorporarse. Todos son reputados músicos de sesión que han grabado disco o girado con lo más granado del mundo del rock y del pop, desde Michael Jackson a Cher, pasando por Eric Clapton, Stevie Wonder, Taylor Swift, Kenny Rogers, Kansas, Ringo Starr, Mick Jagger, Celine Dion, etc. ¡Palabras mayores!
Arrancaron con “Girl Goodbye”, con esa intro de rock progresivo y un estribillo muy bailable, que figuraba en su debut discográfico de título homónimo, que se lanzó en 1978 y que a la postre iba a ser el álbum más utilizado. Hay que resaltar que el sonido no era todo lo óptimo que deseábamos, con apenas presencia de los teclados y la guitarra.
Continuando con su ópera prima, llegaba el mítico “Hold the Line”, canción que compuso David Paich y cantada originalmente por Bobby Kimball, que fue el primer gran éxito de la banda, convirtiéndose en superventas y ganando mucha popularidad cuando fue incluida en el videojuego ‘Grand Theft Auto: San Andreas’. El público ya estaba entregadísimo a estas alturas y eso se notaba en el gran ambiente que reinaba en todo el recinto, coreando su estribillo y con los teléfonos móviles en modo vídeo a pleno rendimiento.
Llegaba después “99”, cantada a medias entre Williams y Lukather, que apareció en ‘Hydra’, y es otra obra más de Paich. Williams nos comentó que la compuso sobre una postura sexual y sabemos que está inspirada en el debut cinematográfico como director de George Lucas, “THX 1138”. Una historia de amor que explora la complejidad de las relaciones humanas, con un sonido más acústico y tranquilo y con una atmósfera dramática.
Con la comercial y festiva “Pamela” todo encajaba como una pieza en un rompecabezas y la perfecta ecualización nos permitía distinguir cada instrumento con total limpieza y nitidez con el sello que imprime Toto a sus directos.
La instrumental “Jake the Bone” sirvió para mostrarnos las excelencias de unos músicos virtuosos con Lukather al frente, que se desató cabeceando y moviéndose de un lado a otro del escenario, pero también fue un momento de bajón y desconexión para el público. Williams, quizás el miembro más limitado físicamente de la banda, se retiró al backstage, como hizo en momentos puntuales del concierto para tomar un poco de aire.
“Georgy Porgy” nos mostró la versatilidad de la banda, con una estructura funky y donde los coros de Phillinganes, Atlas y Ham jugaron un papel muy destacado, teniendo una presencia a resaltar durante todo el show.
Los solos son a veces un mal necesario que permiten el descanso del resto de los músicos. Para esta ocasión, Phillinganes no se excedió demasiado, dejando unos fragmentos de “I Won’t Hold You Back” y de “Child Anthem”, con un silencio sepulcral por parte del público, que se interrumpió cuando fueron reconocidos.
Aprovechando la inercia de los teclados, era el turno para “Burn”, incluida en ‘XIV', incorporándose el resto de miembros en una desgarradora canción con un gran crescendo que incitó a la participación del público y que Lukather acentuaría con otro enérgico solo.
Tras la balada “I’ll Be Over You”, cantada por Lukather e incluida en ‘Fahrenheit’, llegaba otro momento muy celebrado con "I Supply the Love”, con una parte inicial muy progresiva, a lo Emerson, Lake & Palmer, para desencadenar después en una melodía y estribillo muy pop y comercial.
Cuando llegó la primera versión de la noche, innecesarias para algunos, Lukather aprovechó para recordar al añorado batería Jeff Porcaro, que junto a sus hermanos Steve (teclados) y Mike (bajo) también pasaron por la banda, así como a los miembros originales. La canción elegida, “Little Wings” de Jimi Hendrix, era también un homenaje y un recuerdo a los temas que escuchaban durante sus primeras giras por el continente europeo. Cantada por Lukather y en formato power trío al inicio, fue idónea para este emotivo momento y para dejarnos claro cuál ha sido una de sus marcadas influencias.
Con “Stop Loving You”, incluida en ‘The Seventh One’, que fue exitosa en Europa e ignorada en EEUU, el público se vino arriba y cantó a coro ese estribillo tan pegadizo. De hecho, todos los discos que ha grabado Toto en directo han sido lejos del continente americano y en países europeos como Francia, Suiza, Polonia o Países Bajos, en los que se han visto más reconocidos.
El momento más divertido de la noche fue cuando Lukather presentó a los músicos y fueron repasando cada uno de ellos un pequeño fragmento de discos emblemáticos en los que habían participado como el “Beat it” de Michael Jackson, en el que intervino Phillingates; “Power of Love” de Huey Lewis and the News con Pierce, “Sex Machine” de James Brown con Forrest o el “Hakuna Matata” de Elton John y Tim Rice, que contó con Williams en las voces.
Tras una vibrante “Home of the Brave”, que iniciaba vocalmente Ham y que se repartiría con Williams, era el turno de la segunda versión de la noche con “With a Little Help From My Friends”, uno de los hits que compusieron el dúo Lennon y McCartney para The Beatles, cantada por Ringo Starr y que popularizó el desaparecido Joe Cocker.
El momento álgido de la noche llegaba con otras dos piezas maestras compuestas por Paich e incluidas en su extraordinario álbum ‘IV’, lanzado en 1982 y ganador de seis premios Grammy al año siguiente, entre ellos el de mejor disco. La primera, “Rosanna”, probablemente dedicada a la actriz estadounidense Rosanna Arquette, que fue pareja de Steve Porcaro, que dejó la banda en 1987, fue recibida con una gran ovación.
El broche final llegó con “Africa”, escrita por Paich y Jeff Porcaro, que se rumoreó que se refería de forma encubierta a la guerra civil de Rodesia, estado no reconocido y antecesor de la actual república de Zimbabue, desde la perspectiva de un soldado de las Fuerzas de seguridad de Rodesia. Los asistentes cantaron enfervorecidos ese estribillo tan adictivo a sabiendas que llegaba el final de un fascinante, nostálgico y emotivo concierto, con una banda mostrando su mejor sonrisa al ver la cara de complicidad y excitación de todos los seguidores.
Probablemente no haya sido la mejor actuación que hemos presenciado de Toto, aunque el que los haya visto por primera vez no tiene un marco de referencia, ya que el paso de los años no es baladí y acarrea algunas limitaciones que son inevitables. Sin embargo, a día de hoy siempre es un enorme y gratificante placer disfrutar de esta magnífica formación americana con unos músicos excelsos, en perfecta armonía, con una ejecución impecable e interpretando temas icónicos dentro de la música en general.
Esperemos que no haya sido la última vez que nos visiten, mientras tanto, seguiremos mantenido la línea que nos une con la música atemporal y que nos deja una profunda huella.
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1 comentario
Pedazo de resumen hacia el gran concierto que se curraron una de las bandas más grandes de la historia del Rock Melódico como son TOTO a través de estos clásicos y que además como gran músico nuestro JAVIER VARGAS con sus VARGAS BLUES BAND lo bordaron igualmente.