Crónicas

The Dire Straits Experience: ¿Quién es Mark Knopfler?  

«Queda demostrado que un legado musical como el de Dire Straits está en las buenas manos de Chris White y los suyos, que hicieron que diversas generaciones pudiéramos disfrutar de lo más parecido a lo que fue el “prime” de tan mítica agrupación»

7 diciembre 2024

IFEMA, Madrid

Texto y fotos: Fede DeMarko

Poder disfrutar de los temas de tan histórica banda a casi treinta años de su disolución podría considerarse un obsequio en toda regla. Con un elenco seleccionado minuciosamente por el mismísimo Chris White, saxofonista, flautista y panderetista del combo desde 1985 hasta su final, no podíamos esperar menos de un show en el que representaron de manera muy fiel y elegante el espíritu que el genio Mark Knopfler y los suyos plasmaron en vivo a lo largo de su carrera.

Primera vez en mi vida en acudir al vasto recinto del IFEMA, en Madrid, lugar en el que puedes disfrutar de una extensa y variopinta oferta cultural, desde exposiciones dedicadas al manga y los videojuegos hasta dos grandes espectáculos que son "Wah!" y "Malinche", los cuales cuentan con sendos espacios dedicados exclusivamente a ellos. No se pudo dar la visita en mejor ocasión que esta, el ver a una de las mejores bandas tributo del momento.

Pese a que el propio concepto de banda tributo no termina de convencer a mucha gente, en esta concreta ocasión no teníamos delante a una agrupación tributo cualquiera. Todo nace del deseo de Chris White de mantener vivo el espíritu de una banda que ha marcado un hito en la historia del rock, y cuyo directo pervive en la memoria de los afortunados que pudieron verlos en directo.

Curiosamente, las dos últimas ocasiones que los de Knopfler se subieron a un escenario fueron en el año 1992, en la madrileña Plaza de Toros de Las Ventas y en el estadio de La Romareda de Zaragoza, por lo que estoy seguro de que alguno de los presentes la noche del sábado pudo verlos con sus propios ojos y hacer una comparativa mejor que la mía, puesto que aún me quedaban unos años para nacer. De todas maneras, viendo los innumerables vídeos de directo que pululan por la red, nos podemos hacer una idea de que el legado de los británicos está en buenas manos con The Dire Straits Experience.

Los que no hemos podido vivir la experiencia de ver a tan histórico combo podemos sentir la fortuna de que el “calco” de un show suyo se pueda disfrutar hoy en día. Ver entre el público desde “borjamaris” a heavys, pasando por chavales y chavalas de distintas edades hizo del ambiente un lugar muy pacífico y ordenado. Incluso las primeras filas contaron con asientos para el disfrute de gente entrada en edad o con problemas de movilidad, lo cual no es tan común de ver y hace de esta oferta cultural algo accesible para este tipo de personas.

Con unas suaves y apacibles notas de flauta travesera a manos de White, daba inicio esta experiencia sonora. El primer clásico de los de Londres fue “Telegraph Road”, donde pudimos gozar desde el primer momento de la icónica técnica guitarrística de Mark Knopfler, esa especie de “pizzicato”, por describir de alguna manera su técnica exenta de púa, del que el músico creara escuela.

El encargado de recrear este virtuosismo musical lleva por nombre Terence Reis, un artista que, sin cabida a la exageración, “clava” la manera de tocar, cantar y moverse sobre las tablas de Knopfler. Aseguro sobre estas líneas que si uno cierra los ojos podría creerse que está delante del mismísimo frontman original de Dire Straits, y es realmente mucho decir si nos referimos a un artista con un carácter tan icónico y personal.

El siguiente corte fue “Solid Rock”, donde el virtuosismo de su teclista fue el plato principal de la interpretación. Otro corte a destacar de este medido y trabajado setlist de 18 temas fue “Romeo and Juliet”, cuya nostálgica letra nos narra una triste historia de amor con la que nos podemos sentir identificados en algún punto de nuestra vida. Más de los esenciales que no faltaron fueron “Walk Of Life”, uno de los temas más alegres de la historia en cuanto a armonía, o “Brothers In Arms”, balada que da título a su álbum más celebrado.

Evidentemente, el “Sultans Of Swing” desató la locura entre el variopinto público, uno de los temas más icónicos de la historia del rock and roll a gran escala y que narra la historia de una banda a la que le cuesta prosperar, como a tantas otras bandas en este ancho mundo que merecen mucho más de lo que tienen.

El cierre se dio con un esperado “Money For Nothing” acompañado del tema del drama ochentero "Un tipo genial", “Going Home”, perfecta para un cierre de gira.

Entre los agradecimientos, Chris White, artífice de este excelso homenaje sonoro, dio las gracias al público madrileño, puesto que ellos fueron los que “pidieron” que la banda hiciera parada en Madrid.

Nada más queda por añadir, tan solo que queda demostrado que un legado musical como el de Dire Straits sigue en las buenas manos de Chris White y los suyos, que hicieron que diversas generaciones pudiéramos disfrutar de lo más parecido a lo que fue el “prime” de tan mítica agrupación.

Me quito el sombrero por los profesionales que nos regalaron un show de espléndida categoría. Si en algún momento vuelven a pisar nuestras tierras, no dudes en darles una oportunidad.

Fede DeMarko
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Esta entrada fue escrita por Fede DeMarko

2 comentarios

  • Angel dice:

    Mark Knopfler es Mark Knopfler.....John illsley es john illsley....y asi....DIRE STRAITS, no digo que no sean buenos musicos,pero yo si los vi en el 91 en el vicente calderon ......y no se Rick.

  • Juandie dice:

    Buen resumen hacia el gran concierto que se marcó esta buena banda tributo a los históricos DIRE STRAITS en la rockera Madrid.

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