Crónicas
Talco + Boikot en Bilbao: Pura hermandad antifascista
«Dependerá de los gustos de cada uno juzgar lo que más llamó la atención o tocó la fibra sensible, aunque debería precisarse que los dos grupos oficiaron a un nivel excelente, como auténticos profesionales, y también como leales camaradas en vez de competidores»
11 abril 2025
Sala Santana 27, Bilbao
Texto y fotos: Alfredo Villaescusa
Frente a otras escenas vacuas en las que prima la competitividad y se pisa la cabeza de quien sea con tal de sobresalir, cómo mola que todavía se estile en ciertos estilos el concepto de hermandad o familia, alejado por supuesto de ideas tradicionalistas cargadas de prejuicios. La de problemas que nos evitaríamos si imperara ese concepto de colectividad en diversos ámbitos como la política y otras formas de relacionarse en sociedad.
Estas últimas ideas las encarnan como pocos tanto los italianos Talco como los madrileños internacionalistas Boikot, ambos ya con una larga trayectoria a sus espaldas cargada de compromiso, algo más necesario que nunca en una época oscura que tiende hacia los totalitarismos y deja los estados en manos de auténticos perturbados que deberían estar encerrados bajo llave. Luego que si la lucha de clases es algo obsoleto, afirmación que suele venir con frecuencia de tipos acomodados, engullidos por las marcas comerciales y a años luz de aquellos humildes a los que dicen representar.
Talco pasaron por Bilbao en su anterior gira, si no me equivoco, por lo que era normal que regresaran para su 20º aniversario, pero para remontarse a un concierto de Boikot en la capital vizcaína o alrededores había que echar la vista atrás, pero muy atrás, quizás hasta aquella visita al norte que hizo el compañero Jason Cenador hace ya años en la que Juankar y compañía tocaron en fiestas de Basauri un día que pareció caer el diluvio universal. Sin duda, era uno de esos grupos que tal vez del Ebro para abajo se prodigue con mayor frecuencia que por estos lares, por lo que para un servidor su presencia en el cartel constituía un atractivo importante.
Y no nos equivocamos ni un ápice, Boikot dieron un bolazo mayúsculo hasta el punto de comer la tostada a los italianos con los que compartían la velada. Fue una celebración de todos los pueblos de la península, sin meaditas territoriales racistas ni de superioridad, pues en la bilbaína sala Santana 27 se cantó el “Eusko Gudariak”, el himno de los mineros “Santa Bárbara bendita”, que desató gritos de “¡Puxa Asturies!, o el emblema de la lucha antifascista “Bella Ciao”, que también recuperaron los que les tomaron el relevo en escena. Pura solidaridad internacionalista.
A nivel musical, fue un recital frenético, imposible que hubiera segundos de aburrimiento con temazos de la envergadura de “Inés”, “Lloraré”, “Hablarán las calles” o ese “Bajo el suelo” que contó con la presencia de varias féminas sobre las tablas, como la guitarrista Raquel de Yo No Las Conozco o Fabi de Penadas Por La Ley. Y por si todo esto fuera poco, encima añaden piedras angulares del punk ibérico como “Salgo a la calle” de Elektroduendes o “Kualkier día” de Piperrak. Casi nada.
El líder Juankar demostró además su talla humana mandando parar a un miembro del equipo de seguridad que iba directo hacia un espontáneo que se había subido para cantar con el público. El eterno lema de “Hasta la victoria siempre” provocó un mar de puños levantados con más convicción que en cualquier mitin socialista. De sentar cátedra, podría decirse que se sacaron con ganas la espina clavada por no tocar durante años. Ojalá regresen pronto, se les acogerá como en casa.
El rollo de Talco tal vez no nos pillara tan de cerca como el de Boikot, pero había que admitir que el listón estaba muy alto. Otro grupo se habría pensando lo de salir después de la que se había liado, los italianos acumulaban ya la suficiente experiencia para estar preparados para todo tipo de situaciones, aunque en este caso no había ni un atisbo de competición, pues definían a los madrileños como “las mejores personas” que habían conocido en los últimos años.
Los ánimos del respetable anduvieron en modo álgido desde el comienzo, con temas enlazados en una suerte de cadena interminable, sin apenas pausas, que es como debería ser siempre un recital de punk y derivados. “Tarantella dell’Ultimo Bandito” es casi como una bomba de relojería que puede causar una importante deflagración en las distancias cortas, si aquello no te mueve el pie como mínimo, mejor compruébate el pulso.
“Paradise Crew” era otra pieza de las que no podía faltar en sus conciertos en la que resulta hasta normal que se desencadenen pogos por el recinto. Y recordaron al presidente chileno Salvador Allende y su heroica lucha contra el golpismo con aquel emocionante discurso en el que proclamaba que “la historia es nuestra y la hacen los pueblos”.
El trompetista tocó la inconfundible melodía de “Bella Ciao” y abajo se propagó el baile y los botes como si fueran contagiosos. No faltó “Danza dell’Autunno Rosa”, su himno absoluto para calentar la garganta que debía sonar en cualquier caso. Si antes decíamos que con Boikot era imposible aburrirse, con los italianos semejante empresa se convertía del mismo modo en algo complicado e improbable, incluso aunque uno tampoco esté demasiado familiarizado con el repertorio.
El componente circense de su música aceleraba el ritmo y en momentos determinados alcanzaron una velocidad considerable que no cesó hasta que se retiraron para los bises. A su regreso no aflojaron en absoluto, pues no se trató de la típica vuelta para tocar un par de temas y acabar a toda prisa. Se tomaron su tiempo en ese aspecto, con canciones destacadas como el aire spaghetti-western de “Combat Circus” o ese “Un’Idea” con el que acostumbran a cerrar sus bolos.
Agradecieron a sus “hermanos” de Boikot y enarbolaron la bandera palestina para rubricar una velada de celebración para ambas bandas en lo que respectaba a entrega del público. Dependerá de los gustos de cada uno juzgar lo que más llamó la atención o tocó la fibra sensible, aunque debería precisarse que los dos grupos oficiaron a un nivel excelente, como auténticos profesionales, y también como leales camaradas en vez de competidores. Pura hermandad antifascista.
1 comentario
Cojonudo resumen hacia las cañeras descargas que ofrecieron unos históricos de nuestro Punk Rock como fueron los vallekanos BOIKOT a través de tan buenos y conocidos temas junto a los italianos TALCO los cuales dejaron la sala Santana 27 de Bilbo patas arriba.