Crónicas

Steven Tyler & The Loving Mary Band + The Sisterhood Band: En estado de gracia

«Tyler, en estado de gracia, sigue manteniendo esa locura y frescura de antaño»

30 julio 2018

Teatro Real, Madrid | (Universal Music Festival)

Texto: Yorgos Goumas. Fotos: Nerea Mayor

Un servidor se quitó la espina de no haber visto a Aerosmith en su visita en la capital el año pasado acudiendo a la cita con su legendario frontman en el Teatro Real. Disfrutar del rock en el Teatro Real no es algo nuevo para mí, ya que hace tres años acudí al concierto de Elton John.

The Sisterhood Band con Mariskal

Quién le hubiera dicho al bueno de Tyler en los años 70, cuando andaba perdido con varias adicciones (su Hepatitis crónica viene de haber compartido jeringuillas), que acabaría ofreciendo un concierto en tal emplazamiento. Parece mentira que antes se le conocía junto a su compañero Joe Perry como los toxic twins. Sin embargo, anoche mostró un estado de forma físico y de voz alucinante a sus setenta años.

Antes habría que mencionar a The Sisterhood (a veces, The Sisterhood Band), un dueto de country rock compuesto por Ruby Stewart (hija de Rod Stewart) y Alyssa Bonagura (hija de Michael Bonagura y Kathie Baillie de Baillie & the Boys). Cuenta la leyenda que cuando el patriarca Stewart escuchó cómo cantaban temas de Joni Mitchell, él les sugirió que formaran un dueto profesional… y ahí las tenemos. Su propuesta musical es un country rock a lo Melissa Etheridge, Dixie Chicks o los Eagles pero, desde luego, parece que ambas han escuchado ad nauseam tanto el ‘Fleetwood Mac’ (1975) como el ‘Rumours’ (1977) de Fleetwood Mac, ya que casi todos los cortes que tocaron tienen la misma sonoridad y métrica que “Never Going Back Again”, “World Turning” y, sobre todo, “The Chain”. Para que no quede duda de su juramento de lealtad, versionaron “Landslide”. Poco después le dieron caña a una pieza de Stewart, “Gasoline Alley”, el único en el que no usaron un bombo o una guitarra pregrabada. Un poco de sonido hecho en Nashville, el corazón del country, para ponernos en onda, ya que Tyler también ha dado una vuelta hacia sonidos con más raíces en su primera aventura en solitario, ‘We're All Somebody from Somewhere’, grabada en Nashville precisamente hace dos años. Venía acompañado por una banda de seis músicos que se hace llamar The Loving Mary Band.

Como intro, apareció en pantalla un breve vídeo con fotos de archivo y declaraciones del protagonista de la velada a lo largo de su vida. Mientras tanto, los músicos tomaban posiciones. Arrancaron con “Sweet Emotion” y “Cryin'”, dos canciones de Aerosmith. Enseguida el público se levantó de su sitio y el frontman les invitó a que se acercaran para rodear la pequeña pasarela aledaña a la platea: “No os sentéis allí, venid. Si no, iré a dónde estáis y os voy a meter mano… y puede que me guste”. Frases de antaño, cuando el rock 'n' roll era aún un peligro para los mojigatos y conservadores. Ahora las tornas han cambiado y lo políticamente correcto, hipócrita y falto de humor arrasa con todo. Las fans en primera fila que no paraban de toquetearle (y él devolvía el gesto chocando sus manos constantemente) durante todo el concierto, seguramente no opinan lo mismo. Ni siquiera lo haría mi propia madre: me acuerdo como veía fascinada y alucinada los videoclips del disco que supuso la vuelta definitiva al ruedo de Aerosmith, ‘Pump’ (1989), en la MTV.

Ahora tocaba versionar a sus amados Beatles con “I’m Down”, “Oh, Darling” y “Come Together”. ¿Alguien se acuerda de aquella película cutre que protagonizaron los Bee Gees y Peter Frampton en 1978, “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band”? Aparecían Aerosmith tocando este último tema. Si queréis pasar un rato psicotrópico, no os la perdáis.

Tyler explicó que su disco en solitario y este proyecto le daban la oportunidad de hacer la cosa que más ama en la vida: tocar, pero “de una manera diferente”. A continuación, tocaron “Rattlesnake Shake” de Fleetwood Mac, toda una oda a la masturbación, dicho sea de paso. En esta, el voceras toca las maracas africanas imitando el sonido de la “serpiente” de cascabel.

Otro de Aerosmith, “Jaded” (se ve que se centra demasiado en la vertiente más pop para contentar a un público lo más amplio posible), y se acerca a una chica situada a un lado del escenario, al lado de la mesa de sonido. Después de hacerle la serenata, le dio un lametazo en la cara. No sé si fue algo pactado o no, pero dentro del contexto del rock’n’roll, y con el subidón y la carga de energía que se supone que se acumula sobre un escenario, el cantante hace honor al trinomio sexo, drogas y rock’n’roll…y a quien no le guste, que se dedique a coleccionar sellos o a mirar obras.

Tyler nos afirma que tiene el corazón lleno después de haber hecho un disco de country rock y eso sirve para que toque una canción de este álbum, “Only Heaven”. Sonido típico Nashville de country rock pulido y hecho para las masas en el corazón del país. No está mal.

“Cuando tenía 17 años escuché algo que cambió mi vida para siempre” nos cuenta el vocalista, quien junto a su bajista empieza a cantar a capela el “Mercedes Benz” de Janis Joplin. Vaya duelo de voces más impresionante, aullidos divinos por parte de los dos; la banda entera entró después para intercalar este tema con “Piece of My Heart”, otra pieza popularizada por Joplin: “la que me hizo querer ser cantante”, tal como nos confesó.

Fue seguida por la segunda composición nueva del disco en solitario de Tyler, la que da precisamente su nombre al álbum, poniéndose además un sombrero y preguntándonos: “¿Parezco lo suficientemente country?”

Aquello era una fiesta del rock, pero aparentemente algunos se empeñan en verlo todo desde una pantalla de móvil, por mucho que tuvieran a solo un metro a un animal del escenario. Ya anteriormente había señalado a un chico que le grababa, diciendo a modo irónico que era su ídolo, pero ahora, aparentemente molesto, dijo que todos teníamos que escuchar, cantar o bailar, pero no grabar: “¿Porqué no me regalas tu móvil y lo tiro a la basura?” dijo, aunque ignoro si se refería al mismo chico, ya que lo veía todo desde el gallinero.

El repertorio de Aerosmith siguió presente con “Livin’ On The Edge” (en un momento dado, el cámara que filmaba la actuación desde el escenario enfocó al neoyorquino mientras jadeaba de durante la parte de “vacío”) y “Janie’s got a Gun”. Este último fue tocado a la manera del disco en solitario, más folk y oscura y con la presencia de banjo y acordeón.

Llegaba la hora de que Tyler se sentara al piano blanco que le esperaba a un lado del escenario para cantar unos versos de “Golden Slumbers” de los Beatles y, cómo no, “Dream On”: nunca falla a la hora de ponernos los pelos de punta, esta vez acompañada por mandolina y acordeón. Al inicio de la canción, apareció en la pantalla grande una cita del pintor Van Gogh: “Por mi parte no sé nada con certeza, pero la vista de las estrellas me hace soñar” , preludio para una proyección de un cielo nocturno lleno de estrellas. Grandilocuente y eterno.

El clásico blusero “Train Kept A-Rollin’”, que ha sido versionado por todo Cristo (desde los Yardbirds y Led Zeppelin hasta Motörhead y Twisted Sister) y al que Aerosmith rindió tributo en su disco ‘Get Your Wings’ (1974), sirvió como presentación del resto de los músicos y primera despedida.

Para los bises reservaron una especie de solo de batería y percusión, y el irresistible “Walk This Way”, que puso el Teatro Real patas arriba (el que no tiene ganas de mover el esqueleto tiene horchata en las venas) y que fundieron con una parte del “Whole Lotta Love” de unos tal Led Zeppelin, antes de despedirse de manera definitiva.

Asistimos a una clase magistral de rock sin aditivos con un Tyler en estado de gracia que sigue manteniendo esa locura y frescura de antaño (la tendría aunque cantara himnos en su parroquia), acompañado por seis músicos (tres chicos y tres chicas) que dan un soporte musical más que reseñable. El único pero de la jornada lo pondría a la escasa hora y veinte minutos de duración, sobre todo si tenemos en cuenta los precios, algo exorbitados, todo sea dicho, de las entradas. Definitivamente, me atrevería decir que, junto a Mick Jagger, Elvis y Freddie Mercury, es el mejor frontman del rock de todos los tiempos. Me alegro haber podido retener en mi retina y mis oídos algo de la historia viva del rock . Tal como dijo en un momento dado de la velada: “Lo importante es pasárselo bien porque, si no, nada de esto tiene sentido”... y vaya si lo consiguió anoche.

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Esta entrada fue escrita por Yorgos Goumas

3 comentarios

  • Jose Luis Rodrigo Lopez dice:

    Vaya pedazo de concierto!!! , a pesar de los precios para ricachones que pusieron....No es de recibo que ver en madrid a Steven Tyler en un sitio decente te cueste más de 240 euros cuando en Oporto actuó hace 2 semanas por 42 euros ( con Nuno bettancourt de estrella invitada además) .... Una cosa es el legítimo beneficio empresarial en una sociedad estructurada como capitalista y otra la vergonzosa usura de empresarios buitres que explotan al aficionado rock. Y eso tendrian que denunciarlo todos los periodistas musicales, maxime si defienden posiciones progresistas o no?'. En cuanto al bolo en sí fue una maravilla. A mí me gustó mas que el de la ultima gira de Aerosmith.... Y Con ésta es la quinta vez que veo al chico malo de Boston .Impresionante frontman , el mejor junto a los que dice Yorgos... pero no nos olvidemos tampoco de Iggy Pop , otro animal de escenario...

  • Dani dice:

    Pink no sonó concierto..quitando este detalle gran crónica y que decir de steven tyler..para mi el mejor cantante y frontman de la historia....los precios acordé al sitio y a su exclusividad..en mi caso era mi regalo cumple sino no se si hubiera ido...

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