Crónicas
Steve 'n' Seagulls: Fiesta de rock sin prejuicios
«Tomando como referencia obvia al actor que los ha inspirado para el nombre, diría que los Steve 'n' Seagulls son un golpe sonoro contundente»
4 marzo 2025
Sala Mon Live, Madrid
Texto: Mauro Nicolás Gamboa. Fotos: Henrique Pratas @henrique_pratas
Debido a mi gusto por los coches de carrera, la velocidad y, sobre todo, por ver asiduamente las carreras de F1 y de rally, siempre me he sentido muy cercano a Finlandia. En cuanto conocí a Steve 'n' Seagulls, desempolvé mi mono de piloto firmado por Mika Häkkinen y volví a reconectar con el país, en este caso, desde una interesantísima oferta de rock.
El grupo fusiona a la perfección bluegrass, música folk finlandesa y rock metal. Una propuesta en la que entremezcla canciones propias con versiones de bandas consagradas, como le comentaban a David Esquitino en una interesante entrevista.
Ante una sala Mon en la que no cabía un alfiler, el respetable se disponía a escuchar una propuesta original en su especie, diferente, cañera y perfumada de puro talento. A destacar que utilizaban 26 canales de audio, traían ingeniero propio de sonido y el ingeniero de luces de la sala, Efrén, supo a la perfección lo que pedía el directo en cada momento.
Una enorme bandera con el nombre de la banda presidía el escenario. Comienza a sonar la canción de la mítica serie norteamericana 'Bonanza' y, uno a uno, van ingresando los músicos hasta tomar posición. Comienzan a silbar la sintonía y hacen que los presentes los acompañen.
El primer disparo es una versión antológica de "Black Dog" de Led Zeppelin. Los atuendos que lucen son de granjeros, con petos vaqueros, sombreros de ala ancha o con pieles de animales. Evidentemente, el humor juega un papel preponderante en su directo y realizan bromas durante todo el show. Saben que son mirados con lupa por eso de versionar himnos sagrados de los dioses del rock y del metal.
En su show se pueden ver una amplitud de instrumentos como theremín, banjo, mandolina, guitarras, teclados, acordeón, kantele, batería, violín y contrabajo, entre otros. Toda una demostración de amplitud y talento que ejecutan los cinco miembros del grupo. Bajo sus texturas interpretan clásicos como "Perfect Strangers" de Deep Purple, "Moneytalks" de AC/DC y "The Trooper" de Iron Maiden, entre otros. Se debe acudir sin ningún concepto previo que se acerque a la palabra prejuicio. Verdaderamente sorprenden con su propuesta.
La heterogeneidad de los fans es evidente y se pueden ver camisetas de Metallica, Los Suaves, Linaje y Arde Bogotá. Un ejemplo de que su música une. Hasta camisetas de la selección de Finlandia de hockey sobre hielo.
Prosiguen con "Kickstart My Heart" de Mötley Crüe, "Self Esteem" de The Offspring y su clásico "Sweet Maria". Juegan permanentemente con el respetable con sus miradas, sus poses, sus gestos. Claramente, se ganan la admiración del público por su virtuosismo y por el despliegue que hacen. Los fans acompañan con voces y palmas. Al ser canciones hiperconocidas, permite que el karaoke sea espectacular, pero en ningún momento impide que se escuche a la perfección a la banda. Muy puro y nítido es el sonido de su concierto.
"You Shook Me All Night Long" de AC/DC, "Symphony of Destruction" de Megadeth y, de su cosecha, interpretan la rítmica "Signals from the Past", que cautiva a los fans. Tengo la sensación de que cualquier canción de rock, bajo sus texturas, cobra otra dimensión y otra vida.
En su concierto también hay tiempo para una jam session exprés. La variedad de estilos que uno puede ver en su show, que van desde el rock más sureño, pasando por dosis de country hasta acabar en el rock británico, hacen que la experiencia sea completa.
Hay espacio para que cada instrumento tenga su dosis de protagonismo. Mostrando su humor, tiran confeti los propios artistas. De los australianos AC/DC interpretan su viral "Thunderstruck" y se marchan a camerinos. El público canta: "¡Otra, otra!", para continuar con el clásico "¡oe, oe, oeee!".
Regresan los finlandeses y, para el primer bis, piden absoluto silencio en la sala. Uno de los músicos empieza la canción soplando botellas de cerveza vacías, usándolas como instrumentos de viento. Sus compañeros lo acompañan en una increíble interpretación de "(Don't Fear) The Reaper" de Blue Öyster Cult.
Previo chascarrillo de tocar un fragmento de "La Cucaracha" en versión instrumental, la última canción es el clásico de Iron Maiden "Run to the Hills", que tuvo un comienzo muy tanguero con el acordeón y unos compases de "Libertango" de Astor Piazzolla, pasando luego a ritmos más tropicales hasta desembocar en el apoteósico himno de la doncella.
Enorme aplauso de los asistentes obtuvieron los músicos, y una prueba irrefutable de que su directo había cautivado a todos eran las enormes filas que se formaron para adquirir los productos de la banda.
Steve 'n' Seagulls es una banda que, bajo sus texturas, hace suyas las canciones más inmortales de la historia del rock y que ayuda a quitar prejuicios. Auguro que no tardarán mucho en regresar a nuestro país y que lo harán a recintos cada vez más grandes.
Tomando como referencia obvia al actor que los ha inspirado para el nombre, diría que Steve 'n' Seagulls son un golpe sonoro contundente.
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1 comentario
Buen resumen hacia el currao concierto que ofreció esta banda a través de estas buenas versiones en la Mon madrileña.