Crónicas

Sleep Token + Bilmuri: Ver para creer

«Sleep Token están predestinado para cotas altas y para su ascensión meteórica al estrellato; una experiencia única que nos demuestra que el futuro de esta vertiente del metal está en el presente y que el mañana es hoy»

6 diciembre 2024

O2 Arena, Londres (Inglaterra)

Texto: Emilio Ortega. Fotos: Adamrossi Williams

Sleep Token, banda londinense (alabada por Rob Halford tras superar en escuchas a Metallica) con tres discos a sus espaldas, está de gira por el Reino Unido, y esta noche hacía una de las dos paradas programadas en el 02 Arena, que colgó el cartel de no hay billetes. Como buen comienzo del fin de semana, la gente acudió en masa para refrendar la fiesta que nos tenía preparada la banda local.

Sleep Token. Foto: Adamrossi Williams

Casi veinte mil almas se congregaron. La mayoría eran jóvenes, a excepción de algunos más mayores y veteranos, lo que me produjo una gran admiración y a la vez una grata sorpresa, sobre todo por el poder de atracción de una banda de corta trayectoria musical pero que está arrasando allá por donde va. Como muestra de su enorme éxito, encabezará el festival de Download del año que viene junto a los ya conocidos Slipknot y Green Day, toda una revelación y a la vez una reivindicación, pero al mismo tiempo una realidad aplastante.

Primero tuvimos en escena a los teloneros, Bilmuri, una banda americana con una música mezcla de pop, metalcore y con toques country muy bien fusionados muy divertida, que creó un ambiente desenfrenado de fiesta con su carismático cantante, Johnny Franck, que sin parar de botar y luciendo gran rango vocal conectó con un público ávido de diversión, haciendo muy llevadera la noche. Lo que realmente los hace especialmente diferente es la saxofonista Gabi Rose con sus impresionantes solos de estilo jazz que intercambia estupendamente con el resto de la banda.

Sleep Token. Foto: Adamrossi Williams

Gran actuación de los yanquis, que terminaron agradeciendo al público y reclamando que los vuelvan a ver en el próximo bolo, en marzo del año que viene.

Momento para que el escenario se engalane para el evento principal que impacientemente todo el mundo esperaba. Yo estaba expectante por ver por primera vez esa misteriosa y mística experiencia de Sleep Token en vivo.

La luz se apaga y los asistentes empiezan a ovacionar la salida del cantante, Vessel, el maestro de ceremonias, bailando y deslizándose por toda la extensión de las tablas, bastante ancha y grande y con una pasarela hacia el centro del público, que levemente hacía un mosh pit que no tenía ni punto de comparación con los verdaderos conciertos de thrash metal, pero lo llamaré diferente por semejanza con la nueva generación.

Sleep Token. Foto: Adamrossi Williams

La producción era de una calidad extrema y el juego de luces con láseres y leds le daba un efecto especial y maravilloso. Son de otro nivel, realmente grandiosos y alucinantes.

Fueron enlazando el repertorio de sus tres discos en forma cronológica, y de esta manera el bolo iba in crescendo. Temas como la inaugural “The Night Does Not Belong To God” y "Higher" conectaron de maravilla con la gente, con pasajes de tranquilidad y sonidos "chill" para luego enlazar con sonidos más heavies y cañeros, enloqueciendo al público.

"Alkaline" y "Chokehold" continuaron con el tono festivo, y como me dijo un fan "encantador", conectando espléndidamente con el respetable.

Sleep Token. Foto: Adamrossi Williams

La gran diversidad de géneros musicales que incorporan en su fusión para estampar su propio sello es difícil de catalogar, pero increíblemente es su única y especial impronta. Lo que los hace especiales, su verdadera esencia, es estar al margen de lo que comúnmente es conocido y distanciarse a otra dimensión, lo autoproclamado por Vessel como “Ritual”, y sus más fieles seguidores los adoran e idolatran y ese apoyo que sus fans les profesan religiosamente es la base principal de su éxito.

El punto focal es indudablemente su cantante, que con su indumentaria gótica y de aspecto satánico, con su sotana religiosa y enmascarado con serigrafía eclíptica nipona, le distingue de los demás y se mueve como pez por el agua por toda la tarima, usando milimétricamente su extensión y desapareciendo por una trampilla a lo largo de la pasarela para aparecer en diferente sitio del escenario durante su repertorio.

Sleep Token. Foto: Adamrossi Williams

También demostró sus dotes de teclista y su reverencia hacia el guitarrista postrándose a cuatro patas para que se sentara y tocase su solo de guitarra y este, a su vez, junto con el otro compañero guitarrista, espalda con espalda, tocaron al unísono otro solo durante la interpretación de otra de las canciones, un tiempo para el lucimiento individual que se prolongó con el batería teniendo su momento de gloria al hacerse un solo de más de un minuto subido a una tarima que se alzaba hidráulicamente en el aire para ser bien visto.

No me puedo olvidar de las tres coristas de la tarima opuesta, con sus sotanas de fraile, que elevaban las voces del concierto y ofrecían gran apoyo para Vessel en las composiciones líricas.

Hubo una gran aceptación del público cuando tocaron “The Summoning”, básicamente la hubo con todos sus temas, pero aumentó sobre todo en la parte final del bolo, cuando tocaron la excepcional y apoteósica “Ascensionism” demostrando todo el talento que atesoran. Seguidamente, con “Take Me Back to Eden”, llegaron al clímax de la noche. Cabe mencionar que las canciones fluían sin interacción del cantante, que le da otro punto diferencial.

Sleep Token. Foto: Adamrossi Williams

Se percibía la pronta conclusión del concierto.

El final se acercaba y la reverente “Euclid” echaba el cierre con un gran ambiente hipnótico, todo el recinto iluminado con sus móviles y un imponente tema bien ejecutado una vez más para satisfacción del personal. Fue su punto álgido y a la vez punto final.

Personalmente, como testigo me quedé gratamente sorprendido e incrédulo por la magnitud del espectáculo visual y de sonido  que ofrecieron y el influyente magnetismo y poder de convocatoria en sus seguidores.

Sleep Token. Foto: Adamrossi Williams

Sleep Token están predestinado para cotas altas y para su ascensión meteórica al estrellato. Es un fenómeno paranormal y guión de estudio para un episodio de Cuarto Milenio. Una experiencia única que nos demuestra que el futuro de esta vertiente del metal está en el presente y que el mañana es hoy.

Como tal lo representan categóricamente iluminando el camino. Al mismo tiempo, nos enseñan la transformación y la evolución de la amplia diversidad del sonido en sus composiciones, coreografiados y con espectacular y futurística luminotecnia.

El mundo a sus pies. Definitivamente, ver para creer.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • Juandie dice:

    Largo resumen hacia el currado y cañero concierto que ofrecieron estos cada vez más grandes SLEEP TOKEN a través de estos buenos temas en tan conocido recinto londinense.

  • Ozo dice:

    Gran resumen del concierto del grupo Sleep tokem demuestra que el metal es presente hoy en día y un magnífico futuro gran articulo emilo.

  • Sergi Martínez. dice:

    Banda misteriosa de los mundos modernos de ahora pero que, parece gusta y bastante al público.
    Gracias una vez más Emilio por hacernos “partícipes”

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