Crónicas
Scorpions + Phil Campbell and the Bastard Sons: Comienza la gira con un amor a primera vista
«La espinita ya está desclavada en Valencia y queda sustituida por el pellizco en el corazón que siempre deja un concierto de Scorpions, sensación que queda por vivir en los próximos cuatro conciertos programados en España»
11 julio 2024
Marina Sur, Valencia
Texto: José Luis Montón y Chimo M. Fotos: José Luis Montón
Valencia y Scorpions tenían un cuenta pendiente que fue saldada a lo grande el pasado jueves, 11 de julio, celebrando el 40º cumpleaños de una de las obras maestras en la larga trayectoria de la banda germana: 'Love at First Sting'. Un amor a primera vista. Es lo que, sin ninguna duda, se produjo entre los trece mil espectadores que acudieron al auditorio de la Marina Real y Scorpions.
Han tenido que pasar más de cincuenta años para que una de las bandas santo y seña del metal europeo visite la tercera capital española, pero podemos confirmar sin ambages que los valencianos se sacaron la espinita esta calurosa noche de verano, bajo la Luna (preciosa y creciente) de Valencia y con el sonido de fondo de las olas que terminan su viaje mediterráneo en la cercana playa de la Malvarrosa.
Abrió boca en la velada la banda Phil Campbell and the Bastard Sons. El legendario guitarrista de Motörhead está girando en nuestro país y fue reclutado por una banda amiga como Scorpions para abrir su concierto. Tan amiga como que las dos bandas comparten el legado de una de las formaciones icónicas del rock y el heavy metal. Fallecido Lemmy Kilmister, los otros dos integrantes terminaron uno en Scorpions (Mikkey Dee) y otro en este proyecto que lleva su nombre, que fueron los encargados de meter en harina a los miles de espectadores que, desafiando las altas temperaturas del julio valenciano, ya estaban en el recinto una hora antes del horario anunciado para Scorpions.
Con la banda de Phil Campbell el público disfrutó de un repaso a sus tres álbumes de estudio, principalmente el último, 'Kings of the Asylum', que es el que les trae de gira por España este verano. Dejaron para el final, como no podía ser de otra manera, dos guiños a Motörhead, con dos clásicos que provocaron la alegría de un público, que coreó "Born to Raise Hell" y "Ace of Spades" a modo de lanzadera hacia una gran noche de heavy metal.
Todavía era de día cuando unos minutos después de las 21:30 (hora de inicio anunciada) sonó una intro que hizo viajar al público cuarenta años atrás. Era el objetivo, evocar una época especial, aquella en la que Scorpions, tras el exitoso 'Blackout', volvía a arrasar e incluso superarse con un disco plagado de himnos como "Coming Home", la elegida para abrir con su característica intro.
El objetivo estaba conseguido: Scorpions había abierto a lo grande y había enganchado a su público. Y, con ese viento a favor, un viaje en el tiempo que sólo las bandas veteranas y con galones se pueden permitir: un salto temporal de 38 años, los que van del tema de arranque al segundo puesto en escena, "Gas in the Tank", de su último disco en estudio, 'Rock Believer' (2022).
Fue un guiño al presente antes de rescatar otro clásico para quien se hubiera enfriado con el segundo dardo. "Make it Real" volvió a provocar los meneos de cabeza (unas pocas e irreductibles melenas entre una mayoría de cabelleras de pelo corto y canoso) y los bailes entre el público que gozaba con los solos de la pareja formada por Rudolf Schenker y Matthias Jabs y los encomiables intentos de Klaus Meine a sus 76 de acercarse lo máximo posible a las cotas que alcanzaba hace cuatro décadas, cuando deleitaba a miles y miles de seguidores con temas legendarios como este "Make it Real", tras el que llegó el primer saludo, dando las buenas noches a Valencia o, como él mismo dijo: “La terreta”, con la bandera española de fondo en las pantallas del escenario.
El vuelto tomaba velocidad de crucero con el saludo y los tres primeros temas. Momento idóneo para lucirse ante un público entregado e integrado tras los guiños de Klaus Meine con otro clásico del mismo disco que "Make it Real": "The Zoo" ('Animal Magnetism', 1980). Es una de las canciones fijas, que combina, con sus cambios de ritmo, la pasión que provoca el estribillo con la hipnotizante aparición del talk box y los largos solos de la pareja de guitarras, completada sólo en esta canción con la ayuda de Klaus Meine, rascando las seis cuerdas de su guitarra.
Tras otro guiño a un disco tan recordado como el 'Lovedrive' con "Coast to Coast", los germanos volvieron a desempolvar la joya que preside la gira con su icónica pareja de portada. Consecutivamente cayeron tres temazos del 'Love at First Sting'. Aquí se notó qué esperaba la gente, porque resultaron muy coreadas "I'm Leaving You", "Crossfire" y una de las más cantadas, "Bad Boys Running Wild".
Estos tres trallazos sirvieron para confirmar el excelente estado de forma del veterano Mikky Dee, aporreando sin compasión su batería; el trabajo de acompañamiento en un segundo plano del bajista polaco Pawel Maciwoda, los esfuerzos de Klaus Meine manteniéndose a la altura de lo esperado y el brillo de los dos guitarristas, elevado al máximo exponente en la siguiente, "Delicate Dance", con un protagonista principal, Matthias Jabs, con más de cinco minutos haciendo hablar a su guitarra dejando boquiabiertos a los asistentes.
Del subidón de este tema instrumental con Jabs como protagonista al primer momento romántico de la noche. Scorpions es la banda de las baladas por excelencia. Es la que mejor ha sabido llegar a los corazones de los rockeros y de los no rockeros, porque sus baladas han sido transversales y han llegado a los corazones de un público mayoritario. Tanto es así que podría realizar conciertos con repertorios basados íntegramente en sus dardos románticos al corazón.
La lista de baladas es larga, y las escogidas para tocar consecutivamente fueron "Send Me An Angel" y "Wind of Change", que desde el primer hasta el último silbido desató la locura de la concurrencia, que respondía a la invitación de Klaus Meine de corear el estribillo y recorrer del río Moscú a Gorky Park escuchando vientos nuevos, el viento del cambio, con un trasfondo pacifista que fue explícito con un gigantesco símbolo de la paz presidiendo las pantallas del escenario.
Da igual que sea 1990 (año de lanzamiento de este himno incluido en el disco 'Crazy World') que 2024: "Wind of Change" estará entre las más silbadas y coreadas y, por desgracia, siempre estará de actualidad porque siempre habrá territorios en el mundo que requieran ese mensaje de paz.
Estas dos baladas conmovieron a los asistentes, que apostaron por encender los flashes o iluminar las pantallas de sus móviles sustituyendo la función que en otros tiempos cumplían los mecheros y sus llamas de fuego. Para volver a subir las pulsaciones y agitar de nuevo al público completaron su repaso al 'Crazy World' con la tercera consecutiva, "Tease Me Please Me".
Hecho este paréntesis, la máquina del tiempo ponía rumbo años atrás con otro guiño al disco cumpleañero con "The Same Thrill". Y antes de llegar a la traca final previa a los bises llegó la hora del lucimiento de Mikkey Dee, uno de los baterías en mejor forma del metal desde hace muchos años. Lo fue con King Diamond y Dokken, sobre todo con Motörhead, y desde 2016, sustituyendo al malogrado y recordado Kottak, como batería de Scorpions, que le deja su espacio de estrella protagonizando "New Vision", un solo de casi siete minutos de un poseído Dee capaz de dejar inmóviles y maravillados a los trece mil asistentes, que despertaron de su asombro y empezaron a saltar con lo que vino después.
Sonaron seguidas dos de las canciones más esperadas. Dos temazos que fueron la bandera de Scorpions cuando a mediados de los ochenta arrasó el mundo con aquella recordada gira del "World Wide Live". Los emblemas de sus, muy posiblemente, dos discos más importantes y populares: 'Blackout' (1982) y 'Love at First Sting' (1984). La primera fue la homónima al disco de la “ceguera temporal” (como se traducía en las ediciones españolas del 'Blackout') y desató la locura de un público que alcanzó el éxtasis con el coreado "Big City Nights".
El concierto había llegado a la hora y media de duración y el momento mágico provocado por estos dos clásicos dio paso a un leve descanso que era fácil de interpretar: sólo se trataba de un descanso, no de una despedida.
Se intuían los bises y estos llegaron. Era fácil de suponer qué temas serían. Pese a que a los asistentes se les podría ocurrir, como mínimo, una decena de canciones pendientes sin tocar, hay dos temas en los que coincidiría todo el mundo, y más tratándose del 40º cumpleaños de un álbum tan especial como el 'Love at First Sting'.
Volvieron los alemanes del descanso dispuestos a atravesar de nuevo el corazón del público. Ellos mismos reivindicaron en una canción hace unos años que Scorpions fueron hechos para tocar los sentimientos de la gente. Y, efectivamente, era una reivindicación a esa maestría especial y única que tienen los alemanes desde hace décadas.
Y aunque han compuesto otras baladas inolvidables como "Always Somewhere", "Holiday" o "When the Smoke is Going Down" (no tocaron ninguna de las tres), la más popular y mediática es la elegida como primer bis: Las luces de los móviles y los gestos de cariño se multiplicaron al son de "Still Loving You", con sus arranques, sus paradas y la explosión final que llevó a todos los asistentes a acompañar a Klaus Meine estirando la "u" del "Still Loving You".
Pero había que acabar en alto, con otro himno del mismo disco protagonista de la gira. El concierto debía acabar en huracán y así ocurrió. El huracán provocado por una banda que, a pesar de los años, es capaz de volver a dejar claro que están hechos de una pasta especial y que sólo ellos saben cómo decir que "son ellos" y que "están aquí" para estremecer al público "como un huracán". Con "Rock You Like a Hurricane" sí llegó el broche de oro a una velada inolvidable, la de la primera visita de Scorpions a Valencia.
La espinita ya está desclavada y queda sustituida por el pellizco en el corazón que siempre deja un concierto de Scorpions.
Esta sensación le quedará a partir de ahora a quienes acudan a ver a los germanos en las otras cuatro fechas que tienen programadas en España para pasear su homenaje al 'Love at First Sting': Chiclana de la Frontera (día 13 de julio), Madrid (día 16), Santo Domingo de la Calzada (Rockland Art Fest, día 19) y Gijón (Tsunami Xixón, día 21).
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3 comentarios
Gran resumen hacia el pedazo de concierto que ofrecieron una de las bandas más grandes de la historia del Rock como son los germanos SCORPIONS a través de estos clásicos en dicho auditorio levantino. Realmente buenos y cañeros PHIL CAMPBELL y sus BASTARDS SON a través de estos cañeros temas rockeros con el mejor aroma a los históricos MOTORHEAD.
Detalles a destacar:
El auditorio era muy plano y la visibilidad difícil desde cualquier punto.
En el momento en el que arrancaron con Coming Home, se levantó una ola de brazos con los malditos móviles en ristre que literalmente taparon el escenario.
Los precios de las bebidas eran medio aceptables para lo que suele ser un concierto: 5 euros por una “pinta” de birra (no era tal, tal vez un poco más de un tercio), pero acostumbrado a los atracos del Wizink, por bueno lo doy.
Y el Mikey Dee, una auténtica máquina de precisión.
Grandes Scorpions!!
Muy buen show,los que estuvimos ahí disfrutando del concierto y viendo las caras de felicidad de la gente a la salida del recinto.
Up the Scorpions Forever!!
Saludos.