Crónicas

Royal Blood + Sexy Zebras: Larga vida a la sangre real

«Era el final de una noche para enmarcar y que será recordada en los manuales de la historia del rock como el día del décimo cumpleaños del disco homónimo de Royal Blood»

16 julio 2024

La Riviera, Madrid

Texto: Mauro Nicolás Gamboa. Fotos: Markceröck (Barcelona)

Han transcurrido ya diez años, sí, diez años, queridos lectores, desde que Royal Blood publicara su homónimo primer disco, con el que dejaron bien claro que también es posible hacer contundente rock sin las seis cuerdas de una guitarra. El furioso dúo integrado por el cantante y bajista Mike Kerr y el batería Ben Thatcher había colgado el cartel de sold out en La Riviera y la expectación era máxima para verlos.

Algún día debe hacerse un estudio de cómo una ciudad pequeña como Brighton, de la que son originarios estos músicos, ofrece tan buenos grupos de rock al mundo.

Sexy Zebras fue el grupo encargado de abrir la noche con un corto y contundente set que incluyó canciones como “Bailaremos” o “Jaleo”. La banda juega de local cuando toca en su ciudad natal y el respetable, que iba calentando motores, los acompañó cantando en todas las canciones. Concluyeron con su himno “Nena”, “Puñales y claves” y la contundente “Tonterías”. Aplauso cerrado al finalizar su directo.

Intro disparada y saltaban los músicos de Royal Blood a escena. Un telón de fondo cubría toda la pared trasera del escenario, y estampado en él había un tigre con mirada triple y desafiante. Un servidor observaba cómo la piel de los fans era dinamita pura en la calurosa noche de Madrid y solo les hacía falta un chispazo para encenderse. El fuego inicial llegó para quedarse hasta el fin del concierto con los acordes de “Out Of The Black”. Al concluir esta primera canción, el batería regalaba baquetas a los fans, y si ya los tenía completamente metidos en el bolsillo ante su virtuosismo, después de este gesto, aún más. Recibió una ovación y volvió a su banqueta.

Se cumplían diez años de su disco homónimo, y el aniversario era el motivo perfecto para que Royal Blood tocara en el mismo orden y de forma íntegra este exitoso material discográfico. Fueron cayendo “Come On Over”, "Figure It Out”, “You Can Be So Cruel” y “Blood Hands”. El batería abandonaba su banqueta de forma recurrente al terminar cada canción y se aproximaba a los fans como solicitándoles más entrega, si es que eso era humanamente posible, pues lo estaban dando todo. El respetable ya había mutado de personas a flamas apoderadas de cuerpos humanos.

La Riviera al completo saltaba, cantaba y aplaudía. Contundente juego de luces traía la banda en este tour, y eso le otorgó un envoltorio muy especial al show. “¿Estáis jodidamente listos?”, consultaba su cantante, y proseguían con “Little Monster”, “Careless” y “Better Strangers”, la canción que cierra el disco.

“Boilermaker” fue el primer tema de otro disco que interpretaron en la noche, en este caso de 'Typhoons', y de su última placa, 'Back To The Water', tocaron canciones como “Mountain At Midnight” o “Pull Me Through”. El bajista y cantante se acercaba, como su compañero, hasta el borde del de escenario para sentir la energía que emanaba de los cuerpos en llamas de los fans. Ambos músicos se mostraron felices y entregados en cuerpo y alma al show. Noches de esta envergadura deberían ser eternas para que el recital no terminara nunca y el rock hiciera latir la ciudad hasta el alba.

Para algunas canciones los acompañaba un teclista que dotaba de una atmósfera diferente al directo de Royal Blood. Por momentos, también los acompañó con una pandereta. El karaoke al unísono era permanente y el calor no impedía que todos los presentes saltaran y e hicieran headbanging.

Ben nuevamente abandona por unos momentos su batería y se sienta sobre los escalones que sostienen sus tambores y platillos. Respira la energía que le transmiten los fans y que vuela sobre el aire de la sala. El bajista y cantante también hace lo propio y, colocándose nuevamente en el filo del escenario, llega a rozar las yemas de los dedos de los asistentes, y con este gesto se recargan las pilas y encara el tramo final del concierto con una fuerza titánica.

Tocan la que seguramente es la más bailable del grupo, “Typhoons”, y la sala disfruta a pleno. La conexión es total entre el dúo inglés y su público, y hasta los cocos de las míticas palmeras de La Riviera aplauden en esta ocasión.

Lamentablemente, se avecina el colofón. Tocan “Lights Out” y después de un breve descanso en el que los fans cantaban “Royal Blood, Royal Bood , Royal Blood”, la banda regresa para tocar unos bises vehementes y muy crudos como fueron “Limbo” y “How Did We Get So Dark”.

El grupo se despidió regalando púas y más baquetas, y los fans le obsequiaron con un aplauso atronador, pero no había tiempo para más. Realmente se hizo corta la hora y media que dispararon verdaderas joyas musicales.

Era el final de una noche para enmarcar y que será recordada en los manuales de la historia del rock como el día del décimo cumpleaños del disco homónimo de Royal Blood y en el que se puso a latir a toda la ciudad. Rock en su máxima pureza. Larga vida a Brighton.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Pedazo de resumen hacia el gran concierto que se curraron en La Riviera madrileña los ROYAL BLOOD junto a los SEXY ZEBRAS como digna banda telonera.

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