Crónicas

Rock Imperium Festival (jueves) con King Diamond, Airbourne, Kissin’ Dynamite, Gun, Satan o Triumph Of Death: Diamantes en bruto

«Rock Imperium es una cita ineludible; la atmósfera electrizante y la configuración de solo dos escenarios, que eliminó los solapamientos, permitieron disfrutar íntegramente de todos los conciertos, sentando las bases para un fin de semana épico»

26 junio 2025

Rock Imperium Festival, Parque El Batel, Cartagena

Texto: Andrés Brotons. Fotos: Anatoliy Hlodan

La jornada del jueves 26 de junio de 2025 en el Rock Imperium Festival de Cartagena fue un festín para los amantes del metal. A pesar de coincidir con otros festivales nacionales como Rock Fest Barcelona y Resurrection Fest, la afluencia de público fue masiva, demostrando la consolidación del Rock Imperium como una cita ineludible. La atmósfera electrizante y la configuración de solo dos escenarios, que eliminó los solapamientos, permitieron disfrutar íntegramente de todos los conciertos, sentando las bases para un fin de semana épico.

King Diamond

La potente actuación de Crummy marcó el inicio de la primera jornada. Revivida por el guitarrista Víctor C. Gil tras más de 25 años, esta banda de músicos experimentados aportó una refrescante variedad musical, demostrando ser una de las formaciones más interesantes de la escena actual.

Su inclusión fue posible gracias a la Asociación Costa del Rock de Málaga. Aunque no contaron con mucho afluencia de público por las horas tan tempraneras, dieron todo un bolazo y no dejaron indiferentes a toda la audiencia que poco a poco iba entrando al recinto.

Tras la intro, temas como "Nemesis", "Oscuridad", y la enérgica "Mi venganza" resonaron con fuerza, mostrando la cohesión y el virtuosismo del grupo, cuyo sonido contundente nos mantuvo a todos enganchados. “¡Vamos, Rock Imperium!", gritaban al público, mientras cortes del calibre de "Atlas", "Sin ley" o "Falsos poetas" dejaron una huella imborrable, reafirmando su regreso por todo lo alto. La banda además tuvo el gran detalle de lanzar varias púas y CDs al público al final de su actuación. Esperamos verlos muy pronto de nuevo.

La tarde se transformó con la épica actuación de Diabulus In Musica. Esta banda navarra, la más destacada del metal sinfónico nacional con proyección internacional, ofreció un espectáculo que confirmó su maestría en la fusión de mundos. Desde que la poderosa voz operística de Zuberoa Aznárez llenó el aire, el grupo demostró cómo la música clásica puede entrelazarse con el metal más crudo para crear paisajes sonoros cautivadores, demostrando también Zuberoa su virtuosismo con la flauta travesera.

Airbourne

El setlist de la tarde, diseñado para explorar la profundidad de su sonido, fue un viaje inolvidable. Comenzaron con la ascendente "One Step Higher", seguida de la poderosa "Ex Nihilo". Luego, la melódica "Otoi" (single en euskera de su último disco) y la introspectiva "In Quest of Sense" crearon una atmósfera única que envolvió al público. La enigmática "Invisible", la impactante "Lies In Your Eyes" y la onírica "Earthly Illusions" completaron una experiencia auditiva excepcional.

Su directo arrollador incluyó ejemplos perfectos de su capacidad para combinar pasajes operísticos, voces guturales, coros épicos e interludios orquestales, demostrando por qué son una de las bandas más distintivas de la escena. Diabulus In Musica, solidificó su posición como banda imprescindible del metal con distinción.

El público "imperioso" también se rindió ante la imparable fuerza de Iron Curtain. Con casi dos décadas defendiendo el heavy metal más puro, esta banda murciana, punta de lanza del underground nacional, demostró su merecido respeto. Con un sonido crudo y directo inspirado en bandas como Motörhead y Exciter, pisaron el escenario con energía contagiosa y un setlist que no dejó a nadie indiferente.

La formación, compuesta por Mike en guitarra y voz, Josema al bajo, Miguel Ángel López en la guitarra solista y José Vicente en la batería, ofreció una actuación impecable y llena de potencia, consolidándose como una de las agrupaciones más sólidas del panorama nacional. Así, su repertorio, cuidadosamente seleccionado, incluyó temas que resonaron con una energía vibrante entre la multitud.

Abrieron con la cañera "Devil's Eyes", seguida de la endiablada "Gypsy Rocker", que encendió aún más el ambiente. La salvaje "Rattlesnake" y la poderosa "Metal Gladiator" mantuvieron la intensidad antes de su clásico "Scream and Shout”, que puso a todo el público a cien. No faltaron la apocalíptica "Evil is Everywhere" ni la explosiva "Satan's Race", que recordó a los fans su contundente origen.

Finalmente, la arrolladora "Kalashnikov", junto a "Jaguar Spirit" cerraron un concierto memorable, dejando claro que su sonido sigue siendo tan potente y relevante como siempre. Mike bromeó además con que le había preguntado a su entrenador si eso contaba como cardio, y es que no era para menos, se dejaron la piel en el escenario, confirmando en el Rock Imperium que el heavy metal auténtico sigue más vivo que nunca.

Gun

El festival se vio envuelto también en una atmósfera oscura y electrizante con la irrupción de los contundentes Hellripper. La banda escocesa desplegó su "Black 'n' Roll", una fusión potentísima que rinde homenaje al black metal de los 80 con una energía moderna. Inspirados por la brujería, su directo fue una inmersión en un universo lírico escocés. El concierto fue una descarga incesante de furia metálica, con temas como las rápidas "All Hail The Goat" y "From Hell".

Con cortes como "Headless Angels", el combo demostró su maestría en la combinación de thrash, black metal y actitud rock 'n' roll. Su show, un torbellino de riffs afilados y ritmos vertiginosos, dejó una marca imborrable en el Rock Imperium de 2025 por parte de esta banda liderada por el polifacético James McBain.

Llegaba la hora de la descarga de Far East Groove, el nuevo proyecto del aclamado compositor y teclista Yasuharu Takanashi. Por primera vez en Europa y en su única actuación festivalera del año en el continente, Takanashi y su banda llevaron la extravagancia épica del anime al escenario, con la vocalista ataviada en un vestido blanco similar al de una novia.

Conocido mundialmente por su trabajo en 'Naruto Shippuden' y 'Fairy Tail', Takanashi demostró cómo su pasión por el heavy metal ha elevado la composición musical de estas series. El directo del grupo fue una inmersión total en esos mundos fantásticos, con muchos pasajes instrumentales apoyados por melodiosos violines e ilustrados por vistosos e impactantes videos manga.

No faltaron varios cortes reconocibles que resonaron con fuerza, incluyendo la épica "Beyond the Quest".. Far East Groove transformaron la música del anime en una experiencia en vivo arrolladora e inolvidable, y aunque su propuesta no fuera del agrado de todos, estoy convencido de que sí fue de las más originales de la jornada.

El Rock Imperium Festival se engalanó con la imponente presencia de Satan, auténticos iconos de la New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM). La legendaria banda ofreció una actuación única este verano en Cartagena, reafirmando su estatus con cada riff y cada grito. Desde el primer acorde, Brian Ross (vocalista) y Steve Ramsey (guitarra) se entregaron por completo, demostrando por qué su álbum ‘Court in the Act’ sigue siendo un clásico imperecedero y el disco más representado en este magistral repaso de su carrera.

El público vibró con una descarga de riffs rápidos y melódicos, transportándose a la esencia más pura del heavy metal. El setlist fue un viaje fascinante a través de su discografía, destacando la presencia de piezas atemporales. Sonaron clásicos como la abrasadora "Into The Fire", la incandescente "Trial By Fire" y la afilada "Blades Of Steel", que resonaron con una energía inigualable.

La banda continuó con la inflexible "No Turning Back", las complejas "Broken Treaties" y la liberadora "Break Free", cada una ejecutada con una precisión asombrosa. El ritmo no decayó con la implacable "Hunt You Down" ni con la ritualista "The Ritual", manteniendo a la multitud en un estado de euforia constante. La enigmática "Dark Side of Innocence" y la solitaria "Alone In The Dock" añadieron capas de profundidad a la velada, mientras que la letal "Kiss of Death" y la opresiva "Oppression" sirvieron como un broche de oro contundente.

La actuación de Satan fue otra verdadera lección de historia del heavy metal en vivo, una demostración de poder, veteranía y maestría que dejó una marca duradera y reafirmó su inquebrantable legado en el género.

Gun

La energía y el carisma continúo con la llegada de Gun. Desde Escocia, esta icónica banda de rock demostró ser una fuerza vibrante, lista para conquistar al público de Cartagena. Conocidos por su sonido contagioso y sus enérgicos shows, Gun ofreció otra actuación electrizante. La banda liderada por los hermanos Dante (actual vocalista, en su primera época bajista) y el gran guitarra Giuliano Gizzi hizo hincapié en la frescura de su último lanzamiento, el magnífico 'Hombres', con temas que demostraron que funcionan de maravilla en directo como "All Fired Up", la emotiva "Falling" o la coreada "Take Me Back Home", en la que Dante hizo participar al público con el pegadizo "ohhh" de su estribillo.

Por supuesto, no faltaron la mayor parte de los clásicos que los catapultaron a la fama en los 90, con una multitud que no tardó en rendirse a la potencia tanto de los cortes recientes mencionados como de sus grandes éxitos, como su versión rockerizada de Cameo "Word Up!", "Better Days" y "Steal Your Fire". La combinación de su carisma y un repertorio que abarcaba lo nuevo y lo atemporal fueron pura dinamita con cortes como "Inside Out", "Never Enough" o  la también coreada "Don't Say It's Over", dejando claro que la banda sigue siendo formidable en vivo, y ha sabido sobrevivir a la ya lejana partida de su primer vocalista Mark Rankin, cerrando con un "Shame On You" épico.

Airbourne

El festival se preparó para otra auténtica descarga de energía con la llegada de Airbourne. Formados en 2003 por los hermanos Joel y Ryan O’Keeffe, la banda australiana realizó una actuación memorable, con pirotecnia con llamaradas incluida. Desde su irrupción en 2007, han consolidado su reputación como fuerza imparable, siendo galardonados como "Mejor banda en directo”.

El setlist fue una sucesión de himnos de alto voltaje que mantuvieron a la multitud en un frenesí constante. Abrieron con la explosiva "Ready to Rock" y no faltaron otras como "Too Much, Too Young, Too Fast", "Burnout the Nitro" o "Stand Up For Rock 'n Roll". Tampoco nos perdimos clásicos como "Girls in Black", con Joel subido a hombros de un roadie mientras desataba la euforia entre el público, el brindis homenaje a Lemmy Kilmister en "It's All For Rock Rock 'n' Roll" y la demoledora "Runnin' Wild" con breve fragmento del "Let There Be Rock" de la banda de Angus y cia., que desató la locura.

Airbourne, a pesar de ser a veces excesivamente calcos de su banda de referencia, AC/DC, siguen llevando tatuado a fuego el espíritu del rock 'n' roll, ofreciendo una experiencia épica, con una espectacular explosión de confeti incluida al final. Los veremos pronto de nuevo en una gira por nuestro país.

King Diamond

La noche en el Rock Imperium Festival fue testigo de uno de los eventos más esperados, la llegada de King Diamond. Con una gran puesta en escena, el escenario se transformó en un hospital abandonado que rezaba "Saint's Lucifer Hospital 1990", flanqueado por dos escaleras laterales que añadían una dimensión inquietante.

Con su inigualable teatralidad y distintiva voz, y bien arropado por la recién reclutada corista Hel Pyre (Nervosa, Afterblood...), el ambiente se transformó en un portal hacia lo macabro, con una presencia que quitaba el aliento. Mr. Diamond irrumpió en escena acuchillando una muñeca en la cara, marcando el tono desde el primer instante. Centrado exclusivamente en su prolífica carrera en solitario, el concierto fue un viaje meticulosamente orquestado a través de sus historias más inquietantes.

Una actriz, cuya complicidad teatral con el vocalista era palpable, ilustraba cada tema con performances que incluían caminar tenebrosamente portando un faro, simular estar poseída, aparecer en una silla de ruedas o ataviada como una anciana. El espectáculo se inició con la pregrabada "Funeral" a modo de introducción, para dar paso al enigmático comienzo con "Arrival". Luego, la banda nos sumergió en la atmósfera inquietante de "A Mansion In Darkness" y la clásica "Halloween". El ritmo prosiguió con la mística "Voodoo". Tras una pregrabada "Them" que introdujo a la misteriosa "Spider Lilly", le siguió la igualmente pregrabada "Two Little Girls" para presentar a la escalofriante "Sleepless Nights”.

Otro interludio pregrabado, "Out From The Asylum", sirvió de antesala para la esperadísima "Welcome Home". El setlist se completó con la enigmática "The Invisible Guests", la icónica "The Candle", la potente "Masquerade of Madness", la oscura "Eye Of The Witch", la abrasadora "Burn" y, por supuesto, la siempre bien recibida y conocidísima “Abigail".

King Diamond

Con su increíble rango vocal, varias mascaras y su teatralidad constante, Diamond dio vida a cada personaje, dejando claro que su legado sigue siendo una influencia innegable. Su concierto, uno de los momentos cumbres del festival, contó con una bandaza que sonó realmente con muchísima fuerza y solidez gracias al buen hacer de Andy LaRocque y Mike Wead a las guitarras, Pontus Egberg al bajo y Matt Thompson a la batería. ¡Mítico!

En este tramo final de la jornada, la energía se disparó de nuevo con la llegada de Kissin' Dynamite al escenario del Rock Imperium, que ya triunfaron el año pasado en el Leyendas del Rock. Originarios de Burladingen y Münsingen, Alemania, esta banda de hard rock, formada por Hannes Braun (voz), Ande Braun (guitarras), Jim Müller (guitarras), Steffen Haile (bajo) y Andi Schnitzer (batería), ofreció una actuación que fue pura adrenalina de principio a fin.

El setlist de la noche demostró su poderío y conexión con el público. Abrieron de forma contundente con "Back With A Bang", dejando claro que no venían a andarse con rodeos. Le siguieron "DNA" y la efectiva "No One Dies A Virgin", que incluyó un divertido interludio central de guitarra donde la audiencia colaboró. La intensidad no decayó con "I've Got The Fire" y "My Monster", temas que corearon sin descanso.

King Diamond

La épica "I Will Be A King" vio a Hannes Braun enfundarse en una capa de rey, un gesto teatral que el público celebró. La hard rockera "Devil Is A Woman" dio paso a "Not The End Of the Road", presentada por la banda como una emotiva canción de superación, resonando profundamente en los asistentes. Uno de los momentos más memorables llegó con "You're Not Alone", donde Hannes saltó al público, generando una conexión palpable. Finalmente, cerraron de manera arrolladora con "Raise Your Glass", poniendo el broche de oro a una noche espectacular. Sonaron de diez, impresionantes, y sin duda ganaron nuevos fans con su poderosa y carismática actuación.

Finalmente, la jornada se cerró con otra cita ineludible para los amantes de las raíces más crudas del metal: la actuación de Triumph of Death. Liderados por el legendario Tom G. Warrior, la banda se subió al escenario para resucitar la esencia de Hellhammer, el pionero grupo de black thrash de los años 80. Warrior ya había prometido en varias declaraciones "tocar la música exactamente como lo hacía Hellhammer hace 43 años", cumpliendo con asombrosa fidelidad.

El concierto fue un viaje visceral a los orígenes del metal extremo, un tributo cargado de respeto y ferocidad inalterable. Tras una intrigante intro instrumental, la banda desató una descarga implacable de clásicos como "The Third of the Storms", "Massacra" y "Maniac". La noche continuó con la brutalidad de "Blood Insanity", "Decapitator" y la sombría "Crucifixion". Así,  "Triumph of Death", sellaron una actuación histórica y una brutal celebración del legado.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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