Crónicas
Rock Imperium Festival 2025 (domingo) con Till Lindemann, In Flames o Soen: Sin censura
«La jornada final prometía una ecléctica mezcla de estilos y bandas, desde el metal industrial hasta los gigantes del thrash y el death metal melódico, asegurando un cierre espectacular para miles de fans en el Parque El Batel»
29 junio 2025
Rock Imperium Festival, Parque El Batel, Cartagena
Texto: Andrés Brotons. Fotos: Anatoliy Hlodan y Alfonso Morales / Rock Imperium
El domingo 29 de junio de 2025 marcó el broche de oro del Rock Imperium Festival en Cartagena, culminando cuatro días de intensa celebración del metal. La jornada final ( puedes leer las crónicas del primer día aquí, del segundo aquí y del tercero aquí) prometía una ecléctica mezcla de estilos y bandas, desde el metal industrial hasta los gigantes del thrash y el death metal melódico, asegurando un cierre espectacular para miles de fans en el Parque El Batel. Fue, sin duda, el día más "trallero" de todo el festival.
La jornada comenzó con la potencia de Acrónica, una joven pero prometedora banda murciana de metal extremo. Con su sonido crudo y directo, que fusiona elementos del death y thrash metal, Acrónica demostró la vitalidad de la escena local. Su formación, compuesta por talento emergente de la región, ofreció un setlist contundente. Su concierto fue una descarga de agresividad controlada y riffs afilados que calentaron el ambiente desde temprano.
Abrieron con la contundente "Sobredosis de placer" y la directa "Nada nuevo", que mantuvo la intensidad. La banda siguió con la crítica "Libelos de sangre", evidenciando su capacidad para la lírica incisiva. El setlist avanzó con la implacable "Negociando muerte" y la ominosa "A las puertas", creando una atmósfera densa. La energía no decayó con "Llantos silenciados", siendo el final para la brutal "Decadencia caníbal". Acrónica se mostraron sólidos y comprometidos, dejando claro su prometedor futuro en el panorama metálico.
A continuación, el escenario fue tomado por Lampr3a, la banda madrileña de metal progresivo. Con su propuesta innovadora y compleja, que transita entre el metal progresivo y el djent, Lampr3a cautivó al público. Su sonido, una mezcla de melodías intrincadas, cambios de ritmo inesperados y una ejecución técnica impecable, sumergió a los presentes en un viaje sonoro único.
Las letras, a menudo introspectivas y conceptuales, añadieron profundidad. Sobre el escenario, Borja Mintegiaga deslumbró en la guitarra con solos intrincados y fraseos precisos. J.I. Izaguirre, al mando del Chapman Stick, tejió una base rítmica sólida y profunda, mientras Mikel Gómez, en la batería, dejó a la audiencia boquiabierta con su técnica impecable y fuerza controlada. La banda aprovechó la ocasión para presentar en vivo su primer álbum, 'ESnSE' (2023), consolidando su reputación como visionarios en el género.
El setlist de Lampr3a fue una muestra de su talento, con temas como la potente "MAGLA", seguida de la intrincada "ROCD" y la dinámica "EVOLVE". Los temas "KŒ" y "EVØKE" resonaron con fuerza, demostrando su maestría en la creación de atmósferas envolventes y complejas estructuras musicales. Con cortes como "ESnSE", el tema homónimo de su aclamado álbum, dejaron una impresión duradera y reafirmaron su posición en la vanguardia del metal progresivo.
Desde España, Vendetta FM tomó el relevo con su inconfundible propuesta de groove metal con toques de nu metal. Esta banda murciana, conocida por su energía explosiva en el escenario y sus letras contundentes, hizo vibrar al público. Su formación, con gran compenetración, demostró una vez más por qué son una de las bandas más destacadas de la escena underground.
Están siendo muy solicitados, incluso a nivel europeo. El pasado año, fueron la única banda murciana seleccionada para participar en la final nacional del W:O:A Metal Battle 2024 en la sala Revi Live de Madrid, buscando un lugar en el prestigioso festival Wacken Open Air en Alemania. Su repertorio, cargado de ritmos demoledores y una actitud implacable, hizo a la multitud entregarse por completo, manteniendo la adrenalina a tope. Vendetta FM consolidó su reputación como una auténtica máquina de groove metal gracias a trallazos como "Apología del fracaso", "Siempre fuertes" o "Espíritu de lucha".
La tarde se recrudeció con la llegada de Death Angel. Desde la Bay Area de California, esta legendaria banda de thrash metal desató un torbellino de velocidad, precisión y agresividad. Con Mark Osegueda (voz) y Rob Cavestany (guitarra) al frente, la banda demostró la maestría que solo años en la carretera pueden otorgar. Su setlist fue un repaso implacable por su extensa y venerada discografía.
El concierto comenzó con la primigenia "Mistress of Pain", de su álbum 'Frolic Through the Park', que inmediatamente desató el headbanging colectivo. Continuó con la contundente "Voracious Souls", de 'The Ultra-Violence', mostrando la crudeza de sus inicios. La banda siguió con la poderosa "I Came For Blood" de su último álbum ‘Humanicide’, un himno que resonó con la energía de los presentes, evidenciando su vigencia. La visceral "Buried Alive", de su quinto disco ‘Killing Season’, mantuvo la intensidad.
El setlist siguió con la implacable "The Moth", de su penúltimo trabajo ‘The Evil Divide’, un tema que evidenció su agresividad constante. La banda no decayó con la abrasadora "Wrath (Bring Fire)", antes de dar paso a la frenética "Thrown To The Wolves", de su cuarto disco ‘The Art Of Dying’, que hizo vibrar cada rincón del Parque El Batel. Death Angel entregó una actuación impecable, un torbellino de puro thrash que reafirmó su estatus como pilares del género.
La fiesta continuó con la descarada y arrolladora propuesta de Municipal Waste. La banda de Richmond, Virginia, llevó su crossover thrash al extremo, con un ritmo incesante y una actitud punk que hizo saltar y poguear a una multitud entregada. Con Tony Foresta (voz) y Ryan Waste (guitarra) como líderes, la banda ofreció un espectáculo caótico y divertido.
Su setlist fue un bombardeo de temas cortos y veloces, como la contundente "Garbage Stomp", que inmediatamente encendió la mecha. Siguieron la frenética "Sadistic Magician" y la pegadiza "Slime and Punishment". La banda continuó con la descarada "Breathe Grease" y la explosiva "Grave Dive", esta última de su más reciente álbum 'Electrified Brain'.
El concierto avanzó con la irreverente "The Thrashin' of the Christ" y la potente "Poison the Preacher". La banda desató la euforia con temas como la contagiosa "Wave of Death" o la enérgica "Restless and Wicked". Municipal Waste mantuvo la energía en niveles máximos y confirmó que son uno de los reyes indiscutibles de la fiesta thrash.
Era el turno de los daneses D-A-D, acrónimo de Dysneyland After Dark, quienes aportaron una dosis de hard rock melódico con un toque de excentricidad. La banda está formada por Jesper Binzer (voz y guitarra), Jacob Binzer (guitarra), Stig Pedersen al bajo, completándose con Laust Sonne a la batería. Sin duda, ofrecieron un show lleno de carisma, melodías pegadizas y una presencia escénica única, especialmente por el inconfundible bajo de dos cuerdas de Stig, que nos hizo hasta un semi striptease de nalgas.
Su presencia en el festival adquirió un significado especial, pues tras la desafortunada cancelación de Cattle Decapitation en su gira europea, que incluía el Rock Imperium Festival 2025, D-A-D, junto a Till Lindemann, alargaron sus conciertos para compensar esta inesperada ausencia en la jornada de clausura. Aunque D-A-D venían a presentarnos su nuevo disco, ‘Speed Of Darkness’, no faltaron los clásicos de álbumes míticos como ‘No Fuel Left For The Pilgrims’, ‘Riskin' It All’, ‘Everything Glows’ o ‘Call Of The Wild’, conmemorando los más de 40 años de la banda sobre los escenarios y demostrando por qué son un estandarte del hard rock internacional.
Su setlist fue una celebración de su extensa carrera, comenzando con la potente "Jihad". Le siguieron la enérgica "1st, 2nd & 3rd" y la contagiosa "Girl Nation", que hicieron cantar y bailar al público. La banda no olvidó su nuevo material, interpretando la homónima "Speed of Darkness". Continuaron con la vibrante "Grow or Pay" y la festiva "Riding With Sue". La novedosa, y con cierto aire a The Cult, "The Ghost" ofreció un vistazo a su sonido actual, mientras que "Something Good" y la poderosa "Rim of Hell" mantuvieron la energía.
La perspectiva se amplió con "Point of View" antes de que la banda desatara toda su fuerza con "Everything Glows", que incluyó una impresionante jam de batería con interacción directa entre Laust Sonne y el público. No pudieron faltar la frenética "Bad Craziness", la divertida "Laugh 'n' a ½", y la siempre infaltable y melódica "Sleeping My Day Away". Su actuación fue un soplo de aire fresco y un recordatorio de que el rock puede ser divertido y potente a la vez.
El ambiente se tornó más introspectivo y emotivo con la llegada de Soen, que repetían en el festival tras su actuación en la segunda edición de 2023. La aclamada banda sueca de metal progresivo, liderada por la voz melancólica de Joel Ekelöf, junto a Martin Lopez (batería), Lars Åhlund (teclados), Cody Lee Ford (guitarra) y Stefan Stenberg al bajo, ofreció una actuación magistral de metal atmosférico y reflexivo. Soen sumergió al público en un viaje sonoro profundo, caracterizado por su musicalidad exquisita y sus letras introspectivas.
La banda basó su setlist principalmente en sus tres últimos discos, ‘Lotus’, ‘Imperial’ y ‘Memorial’. Abrieron con la emotiva "Sincere" o la poderosa "Martyrs", estableciendo de inmediato una conexión profunda. Ofrecieron una concesión a su primer y lejano disco de 2012, ‘Cognitive’, con la introspectiva "Savia", precedida por una cautivadora intro de bajo. Continuaron con la conmovedora "Memorial" y la sensual "Lascivious", que añadió un toque más oscuro. La energía se mantuvo con la sólida "Unbreakable" y la engañosa "Deceiver".
Siguieron explorando su discografía con la vital "Vitals" y la regia "Monarch", que demostraron su evolución. La ensoñadora "Illusion" y la humilde "Modesty" crearon atmósferas envolventes, mientras que la profunda "Lotus" resonó con su característica intensidad. El concierto culminó con la confrontacional "Antagonist" y la impactante "Violence", que cerraron su actuación con una descarga de energía controlada. Su concierto fue una experiencia musical y personal que dejó una profunda huella en los asistentes.
La siguiente en subir al escenario fue la icónica banda sueca de death metal melódico, In Flames. Liderados por el vocalista Anders Fridén y el guitarrista Björn Gelotte, bien arropados por el guitarra rítmico Chris Broderick, el bajista Liam Wilson y el recién incorporado este mismo año Jon Rice, quien hizo un excelente papel a la batería sustituyendo al fugado Tanner Wayne, que dejó la banda recientemente por diferencias creativas; In Flames ofreció una descarga de energía, riffs memorables y melodías oscuras que han definido su sonido a lo largo de décadas.
La banda demostró por qué son pioneros de un género que ha influenciado a innumerables grupos, confirmando su estatus de leyendas vivas del metal. Su setlist fue un viaje a través de su evolución, con una gran representación de su último disco hasta la fecha, ‘Foregone’. El concierto arrancó con la frenética "Pinball Map" del álbum ‘Clayman’, seguida de la potente "The Great Deceiver" de ‘Foregone’.
Continuaron con la enérgica "Deliver Us" del disco ‘Sounds Of A Playground Fading’, la oscura "In The Dark" y la melódica "Voices" de ‘I, The Mask’. La icónica "Cloud Connected" de su sexto trabajo ‘Reroute To Remain’ resonó con fuerza, invitando al público a corear. La energía se mantuvo con la contundente "Trigger" y la aclamada "Only For The Weak", dos clásicos que hicieron vibrar a la multitud. Le siguieron la intensa "Meet Your Maker" y la furiosa "State Of Slow Decay" de ‘Foregone’.
El setlist también incluyó la vibrante "Alias" y la poderosa "The Mirror’s Truth" del disco ‘A Sense Of Purpose’. Para el tramo final, sonaron la imponente "I Am Above" y la brutal "Take This Life" de su potente ‘Come Clarity’, coreadas con pasión por miles de fans, culminando una actuación memorable con "My Sweet Shadow". Fridén se mostró especialmente emocionado y agradecido por la recepción del público, y es que no fue para menos.
El penúltimo acto de la noche fue la esperada y controvertida aparición de Till Lindemann. El carismático vocalista de Rammstein, en su proyecto en solitario, ofreció un espectáculo oscuro, teatral y contundente. Lindemann, con su imponente presencia escénica y su profunda voz gutural, presentó un show cargado de intensidad y una atmósfera industrial única. Para aquellos que esperaban algo similar a Rammstein, se encontraron con una propuesta distinta, ya que basó su repertorio principalmente en su disco en solitario ‘Zunge’, adelantando también alguno de su próximo disco, así como rescatando los ya también clásicos de su proyecto Lindemann.
Con una banda integrada en su mayoría por mujeres, a excepción del bajista y del batería (aunque este último iba caracterizado como una mujer monstruo en topless y tuvo mucho protagonismo escénico), abrieron con la poderosa "Zunge" y la cruda "Schweiss", estableciendo de inmediato el tono de la noche.
No faltaron temas contundentes como "Fat" (con un vídeo realmente polémico, y es que aquí no hubo censura en las pantallas como ha ocurrido en otros países). Siguieron con la abrasadora "Altes Fleisch" o la implacable "Allesfresser", donde tanto Till como otros componentes del grupo no dudaron en lanzar varias tartas al público.
También sonaron la provocadora "Golden Shower", con otra videoproyección incluida de alto contenido sexual. Continuaron con la enérgica "Sport Frei", la visceral "Blut" o la cruda "Praise Abort", todas ilustradas con impactantes vídeos. En "Platz Heins", Till apareció sorpresivamente entre el público, desatando la locura mientras era llevado procesionalmente. Durante "Fish On" lanzaron varios pescados al público (incluso con un arma incluida).
Llegarían otros cortes como la inquietante "Du Hast Kein Herz" o la explícita "Skills In Pills", de su álbum homónimo, y que incluyó varios juegos sexuales. Llegó la polémica "Knebel", acústica en su primera parte y contundente en la segunda, con vídeo de una felación a Till incluida.
El momentazo de la noche fue con su particular revisión de Héroes del Silencio, “Entre dos tierras”, demostrando el eco internacional que tuvo nuestra orgullosa banda española, y más en tierras germanas. Ni que decir tiene que fue cantada a pleno pulmón por todos.
Con la demoledora "Ich Hasse Kinder" llegó el final del concierto, sonando el "Home Sweet Home" del propio Lindemann como pregrabado al cierre del evento, mientras toda la banda se despidió con una gran ovación por parte del público. La puesta en escena, minimalista pero efectiva, y la inconfundible voz de Lindemann, junto a la teatralidad, crearon una experiencia hipnótica y visceral que mantuvo a la audiencia pegada al escenario hasta el final, demostrando su capacidad para dominar a la audiencia incluso sin el resto de Rammstein.
Para cerrar la épica edición del festival, Mind Driller fue la banda encargada de poner el punto final con su metal industrial contundente. Desde España, la formación, con la impactante combinación de voces de J.F.D. (gutural), V. Sainz (limpia masculina) y Estefanía (femenina, lírica y gutural), completada por Javix a la guitarra, Pharao al bajo y Raimon a la batería, ofreció poderosos riffs con la base electrónica de su instrumentación, brindando un cierre brutal y memorable.
Mind Driller desató un torbellino de ritmos industriales, riffs pesados y estribillos pegadizos, demostrando por qué son una de las bandas más destacadas de la escena industrial en España, llevando también varias impactantes performances. Su repertorio fue un asalto sonoro implacable. Arrancaron con la contundente "Game Over", que prendió la mecha de inmediato.
Le siguió la poderosa "Armour" y la inquietante "Psycho", que sumergieron al público en su universo oscuro. La intensidad no decayó con la frenética "Insanity" y la agresiva "Happy Hunting". La banda continuó con la mecánica y pulsante "M4n1kí", y la apocalíptica "End Of The World". La emocional "The Last Drop" ofreció un breve respiro antes de retomar la fuerza con la melódica "Calling At The Stars" y la cibernética "I.A.". La visceral "Rotten" resonó con su oscuridad, seguida de la demoledora "The Fallout". El broche de oro llegó con la impactante "Ich Bin Anders", que puso el punto final a la actuación.
Con cada tema, la banda creó una atmósfera oscura y futurista, con una energía que hizo que el público más festivalero aguantara hasta el último segundo del festival. Fue el cierre perfecto para una edición histórica del Rock Imperium, dejando claro el poderío y la versatilidad de Mind Driller. ¡Hasta el año que viene!
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1 comentario
Buen resumen hacia el último dia de el gran ROCK IMPERIUM con las destacadas y cañeras actuaciones de bandazas como DEATH ANGEL, IN FLAMES, MIND DRILLER y la banda en solitario de TILL LINDEMAN.