Robert Plant: Adoración eterna

El bueno de Robert Plant no visitaba la Ciudad Condal desde 2016, cuando se presentó en el Festival Cruïlla junto a The Sensational Space Shifters, con el disco experimental 'Lullaby and the Ceaseless Roar', de clara orientación hacia la música étnica o worldbeat, en un curioso concierto, entre lo ancestral y lo espiritual, que obviamente también incluyó, como en esta nueva gira, algunos clásicos de Led Zeppelin. Ahora, seis años después, volvía a actuar a escasos metros en el propio Forúm, pero en esta ocasión en un Auditori en el que un servidor no entraba desde uno de los memorables shows de King Crimson.

Con diez minutos de retraso sobre el horario previsto, esperando, supongo, acomodar a todo el personal en este anfiteatro con una capacidad para tres mil personas que quedó prácticamente repleto en su totalidad, sobre las nueve y doce minutos se apagaban las luces, y se iluminaba un doble telón en el que se vislumbraba la figura de un bisonte y las palabras "Saving Grace", con los instrumentistas Tony Kelsey a la mandolina, guitarras y bajo; Matt Worley al banjo y guitarras varias, y Oli Jefferson a la batería y percusión.

Con los primeros acordes de “Gospel Plow”, aparecen Robert Plant y Suzi Dian, que aparte de vocalista, también se cuelga el acordeón o el bajo a lo largo del show. Con este espiritual afroamericano popularizado por, entre otros, Duke Ellington o Screaming Trees, pero en especial por Bob Dylan en su álbum debut, al acabar todo son aplausos e incluso reverencias y adoración espontanea hacia el veterano cantante.

Siguieron con una canción tradicional inglesa titulada “The Cuckoo”, que a base de banjo, mandolina y percusión, incitaba de forma irreprimible al baile, como bien hizo Plant echando unos pasos, pero al no ser esto posible para el resto de los mortales, se optó por acompañar con palmas esta composición muy popular también en los EE.UU. gracias al folklorista de los Apalaches, Clarence Ashley, en el 1929, aunque también ha sido interpretada por Donovan, Dylan, Baez y un largo etcétera.

A un "Bona nit, Barcelona", le siguió una pequeña descripción de esta banda de exploradores de nuevas, diversas y extrañas músicas, que no era el caso de “Let the Four Winds Blow”, un delicado tema extraído de uno de los discos que registró nuestro héroe junto a Strange Sensation, 'Mighty Rearranger' (2005), en el que Dian usó un pequeño bajo, similar al que suele utilizar Paul McCartney.

Al acabar la pieza, un loco gritó: “Thank You!”, a lo que Plant, refiriéndose al clásico de Zeppelin, respondió rápidamente que hoy no, pero sí otra, arrancando unas risas y a Matt Worley con los acordes de “Friends”, con Robert invitándonos a acompañarlo con unas palmadas en esta pieza con aires hindúes, donde Suzi agarró el acordeón e hizo unas voces encantadoras.

Cambio de tercio para interpretar “On The Woods”, de Leon Russell, con Matt Worley llevando con soltura la voz principal con Robert y Suzi siguiéndole al tiempo que ambos agitaban unas maracas. Tras pedir un fuerte aplauso para el guitarrista, o "gran rey de las montañas místicas", como lo denominaría Plant, este tomó asiento y dejó a la rubia portuguesa que llevara el peso de una lánguida y melancólica “Too Far From You”, hasta que Plant tomó el relevo de esta composición, que forma parte del repertorio musical de la serie televisiva 'Nashville', emitida en TV3 en 2017, y que canta habitualmente Aubrey Peeples.

Era turno ahora para aplaudir a Suzi Dian, a la que Robert califica de reina y de ángel antes de comentarnos que los viejos músicos suelen hablar mucho, caso de B.B. King, Bo Diddley, y que eso le lleva a recordar cuando empezó a escuchar música jazz y blues de los afroamericanos del Delta del Misisipi, en especial un tema que lleva interpretando desde 1963 hasta ahora, la blusera “Satan, Your Kingdom Must Come Down”, que incluyó en su época con Band of Joy y en su disco homónimo en 2010. El frontman vuelve a lucirse con un par de aullidos en la parte final, en la que, además, añadió algún fraseado de la zeppeliana “In My Time of Dying”, tal y como había hecho las noches anteriores en Euskadi y Galiza.

Robert cambió su semblante para hablar de la banda minimalista / slowcore Low, que perdió a su batería Mimi Parker el pasado año, dedicándole el tema de su 'The Great Destroyer' (2005) “Everybody’s Song”, durante el cual la atmosfera subió algo de tono y Plant volvió a marcarse unos bailes con los efluvios arábigos que le han dado a esta versión, que finalizó forzando convenientemente  su voz.

Era turno ahora para echar un buen trago y adentrarnos en la música de los Moby Grape con su “It’s a Beautiful Day Today”, donde lo mejor fueron las voces dobladas que hicieron en la parte final, ya que en sí es bastante ñoña.

Hubieron de transcurrir algunos acordes para identificar, e ipso facto aplaudir, otra clásica de la banda del dirigible con la sentida balada “The Rain Song”, que mostró a un vocalista que ya no es lo que era, consciente de sus limitaciones físicas, pero que sigue albergando la esencia y el bouquet que guardan los buenos licores, consiguiendo levantar de sus asientos a un público más que entregado.

Matt recuperaba el banjo para volver al folk tradicional inglés con “As I Roved”, que Plant y Dian interpretaron al unísono, y que se anunció que será el primer corte que regalen digitalmente a los asistentes a su gira británica durante el mes de noviembre.

Contrariamente a lo esperado, sustituyeron “Chevrolet” por “Monkey”, que es otra versión de Low, a los que calificó de magníficos durante sus veinticinco años de carrera, y que Robert también incorporó al disco de Band of Joy. Previamente también comentó que se sentía muy a gusto en esta sala. "Hacía tiempo que no lo sentía", dijo, llegando a preguntarnos si nosotros también lo sentíamos. Parecía que volvía a aflorar esa espiritualidad que le ha caracterizado estas últimas décadas tras estas palabras. Pero, pasamos rápidamente al 'Fate of Nations' (1993)con “Down to the Sea”, la cual nos contó que compuso junto a su exyerno Charlie Jones, actual bajista en The Cult, a la que Suzise dedicó a su acordeón, dándole así un toque bien distinto al original.

Nos fuimos hasta 'Led Zeppelin IV' con “Four Sticks”, tan agitada en la percusión como siempre, pero, lógicamente, con una voz más grave que la que exultaba en los setenta. Un tema que finiquitó con un largo, profundo, y susurrante mugido.

Plant presentó el siguiente cover, compuesto, dijo, "por unos buenos amigos de Los Ángeles, que llevan también en esto un montón de años, no tantos como yo,(risas)pero unos grandes chicos que se llaman Los Lobos, y esto es “Angel Dance”". Esta versión, que abrió 'Band of Joy', fue de lo mejorcito de la noche, contando con la empatía y comunión del público en esta y, como no podía ser de otra forma, con las canciones que se presumían para los bises.

Tras dos o tres minutos de aplausos ininterrumpidos volvieron a escena y el cantante dijo sentirse feliz de volver acá, recordando negativamente su paso por la sala Studio 54 de Barcelona, con unos cañones de luz que le cegaban desde los palcos. A lo que se estaba refiriendo fue a la primera gira por estos lares, con Manic Nirvana, en 1990, aunque su primera actuación fue para el programa "Àngel Casas Show" de la televisión catalana, en 1985.

El primero de los tres temas que nos deparaban fue la coral “House of Cards” de Robert & Linda Thompson, con algún que otro problemilla con algunos fans que permanecía en pie. Antes de ir con el segundo bis, Plant remarcó de nuevo la presencia de Suzi Dian, que tomó la palabra para presentar al resto de la formación hasta llegar al jefe, hacia el que los aplausos, gritos y silbidos se multiplicaron, a lo que respondió con algunas palabras en castellano: "Gracias señores y señoras pasajeros", y empezaron a cantar a tres voces el principio de “In The Pines”, o lo que es lo mismo, “Where Did You Sleep Last Night”, popularizada por Nirvana en su disco 'MTV Unplugged in New York'.

Tras esta breve intro, llegaba “Gallows Pole”, incluida en 'Led Zeppelin III', y que no es propia del grupo, sino un tema folk tradicional de la Bretaña, muy antiguo, titulado “The Maid Freed from the Gallows”, y que Jimmy Page adaptó. Durante esta pieza Plant introdujo sorpresivamente algunas estrofas del “Whole Lotta Love”, y soltando al final del tema la frase "Yo no soy marinero"… a saber dónde la aprendió (aunque habiendo citado a Los Lobos anteriormente, se puede hacer una idea).

Tras la algarabía general provocada, tuvo que pedir algo de calma y silencio para poder despedirse a capela con los cinco músicos rodeando el micrófono para deleitarnos con “And We Bid You Goodnight”, en el que Plant tuvo a bien sustituir el "Goodnight" por "Bona nit", dejándonos boquiabiertos.

Recuperándonos del shock y viendo que seguía repitiendo el "Bona nit", poco a poco el personal empezó a cantarlo también hasta su cierre. Con un "Adiós" y "hasta la próxima" se despidió el veterano artista, que anda ya por los setenta y cinco, que parece tener aún cuerda para rato, así que esperemos que no fuera la última ocasión en que nos visite o le veamos en directo. Thank You.

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