Crónicas
Rat-Zinger + Radiocrimen + Deaf Devils + Aoife Destruction and the Nilz en Bilbao: Hermandad bastarda a pleno esplendor
«Criaturitas y caimanes gozaron en definitiva de otro concierto que debería pasar a la historia del punk peninsular, pues eran dos de los grupos más sólidos de la escena. Ojalá dentro de una década lo vuelvan a celebrar con otra detonación tan salvaje como la vivida aquella noche»
4 enero 2025
Sala Santana 27, Bilbao
Texto y fotos: Alfredo Villaescusa
Quizás uno pueda quejarse de que en el panorama actual hay tanto de todo que a veces no se sabe ni qué elegir. Pero en tiempos de sobreabundancia conviene desarrollar más que nunca el espíritu crítico, guiarse un poco por la intuición, o el corazón, como lo llaman algunos, y apostar por caballos ganadores que ya se podrían considerar victoriosos sin apenas haberse movido un milímetro. Una trayectoria reseñable desarrollada durante más de una década debería constituir aval de sobra para reconocer de un plumazo a los grupos que importan.
Hace la friolera de diez años compartieron gira Rat-Zinger y Radiocrimen en lo que se denominó ‘Bastardos Unidos Tour’, una gran coalición que no está para joder al personal, como muchas de las ententes políticas, sino más bien para lo contrario, para puro goce y disfrute de melómanos, aficionados de infantería y cualquiera que pretenda pasarse, en las cloacas se recibe a todo el mundo con los brazos abiertos.
La bilbaína sala Santana 27 se convirtió en el epicentro de una noche histórica con hasta cuatro bandas potentes que debería haber reventado hasta los topes el recinto, con un poco más de justicia. La época navideña no suele ser la más propicia para los bolos, tampoco que ese mismo día hubiera conciertos en las inmediaciones como para montar un festival, pero se logró una afluencia bastante digna, dadas las complicadas circunstancias.
Abrieron la velada con no demasiada gente los irlandeses Aoife Destruction and the Nilz, que podría ser uno de esos combos con los que nos topamos en verano en el festival británico Rebellion. Punk cosecha del 77 con una vocalista de estética postapocalíptica en plan Mad Max y otro cantante con sombrero fez marroquí, lo cual ya les proporcionaba una estampa curiosa. Evocaron a The Rezillos en ciertos momentos, aunque no tan kitsch, y sorprendieron con una versión del celebérrimo hit ochentero “99 Luftballons” de los alemanes Nena. Los que llegaron tarde se perdieron un entremés de lujo.
A los valencianos Deaf Devils les hemos visto ya unas cuantas veces, tanto en el extranjero como en la península, y no puedo dejar de insistir que el que no les conozca a estas alturas, se está dejando algo muy gordo en el tintero del panorama actual. La actitud apabullante de The Hellacopters o Turbonegro, unos músicos que tocan como bestias desbocadas y una vocalista inmensa que de verdad sabe lo que implica subirse a un escenario son los ingredientes de un contundente cóctel sónico que debería dejar temblando a cualquier fan de la pura electricidad.
El salvajismo indómito del primer Iggy Pop o el espectacular empuje punk de The Damned están presentes en temas que son como puñetazos sónicos sobre esa tambaleante mesa que dice que el rock está muerto y demás mamarrachadas. El que piense así, evidentemente no ha estado en un concierto de la dominatrix Lucyfer y compañía, podrían hacer resucitar a cualquiera.
Llega un punto en determinados grupos en el que cuentan ya con tantos himnos en su catálogo que lo que toquen ya pasa a un plano secundario, porque siempre acertarán. Tal parece el caso de Radiocrimen, que recientemente sorprendían con “Los chicos no están bien”, una versión en castellano de The Offpspring que meten tanto en su terreno que hasta podría ser un tema suyo, y que por supuesto no faltó en las distancias cortas
Prendieron la mecha con “Terror” y fue como si se encendiera también un interruptor general entre la peña, que ya no estaba como viendo a los toros desde la lejanía, sino pegada al escenario, que es donde hay que estar en un bolo. Txarly Usher desplegó su característico arsenal de acrobacias, que en esta ocasión hasta incluyó saltos a la comba con el cable del micro. Mira que le he visto veces, pero sigo pensando que es de los mejores frontman que uno se puede encontrar en directo, esas descomunales palizas que se pega sobre el escenario casi se antojan proezas dignas de Hércules.
Pero los demás miembros no le van tampoco a la zaga, con Luis “Punk” tomando la voz cantante en “Contenedores” y elevando las gargantas de los asistentes hasta la estratosfera. El repertorio fue además espectacular, no habría quitado ni un tema, con un tramo memorable con “Amar mata” o un “Tiempos salvajes” con la presencia del niño Iraultza (ndr: revolución en euskera) en su “primer concierto”, que cantó “mejor que su aita”, según Txarly Usher.
A pesar del ritmo frenético, hubo tiempo para presentar alguna pieza nueva, pero los ánimos se desbordaron en “Alcohol barato”, la fundamental “Ahógate en el WC” de La Broma de Ssatán, “Vomitaré” con Podri de Rat-Zinger o el inevitable broche “En las cloacas”, con el grandullón Txintxe subiendo a hombros a Txarly y el niño Iraultza pululando de nuevo por las tablas. Infalibles, una vez más.
Y si el listón andaba alto en esos momentos, Rat-Zinger lo terminaron de reventar en otro bolo a velocidad supersónica en el que si parpadeabas ya te perdías bastante. Trallazos como “Bala per cápita” o “No habrá piedad para nadie” pusieron enseguida a tono al que se hubiera destemplado y revelaron la fortaleza de la banda actual en directo. Dann Hoyos a la guitarra, por ejemplo, parece como si llevara toda la vida tocando con ellos, ha acomodado su versátil estilo a lo que precisa el grupo y no queda otra que quitarse el sombrero ante semejante portento local.
Lo de Xabi a la batería sigue siendo de otra dimensión y no exagero para nada al decir que seguramente se trate de uno de los mejores aporreadores de la península, ya sea con Rise To Fall o en cualquier otro proyecto. Y no nos olvidemos tampoco del incombustible Pinky al bajo o de un Podri, que al igual que Txarly Usher, también se pega unos tutes considerables en escena, sobre todo a nivel vocal.
“Ya no hay kinkis”, aparte de su mensaje reivindicativo de otra época, constituye uno de los puntos fuertes de su material más reciente y bastan unos segundos de la macarra “Apártate” para que la parroquia se arranque con palmas espontáneas, no porque lo diga un cantante, sino por pura inercia de la música. Y Titus de Radikal Hardcore es uno de los clásicos que aparece con frecuencia en sus bolos bilbaínos, en esta ocasión volvió a dejar su impronta en la combativa “L.E.Y.”.
Se levantaron las preceptivas “cacharras” en “9 mm” y se acercaron al siniestrismo con “Tu pasajero”, de las pocas ocasiones en las se aflojó ligeramente la marcha antes de piezas demoledoras del calibre de “Toda forma de poder” o “Locomotora”. Era además una noche especial porque Jaume Esteve, el que había sido su mánager durante casi siete años, se despedía de la banda, por lo que no pudo evitar contribuir a la voz en “Rock ‘n’ Roll para hijos de perra”, esa sí que era manera de decir adiós con dignidad. ¡Larga vida al Capitán Blood en sus nuevos proyectos!
La inevitable pregunta de “¿Tenéis Speed?” reventó el recinto y sin duda se pudo haber derrumbado cuando salió Tomás, vocalista de Zer Bizio?, para marcarse el inapelable himno del rock radical vasco “Sr. Juez”, cada vez que aparece este señor es una alegría por la convicción que todavía trasmite sobre las tablas. Y encima enfilaron con otra piedra angular del punk vasco como “Maldito país” de Eskorbuto. Casi nada.
¿Qué puede tocar uno después de eso? Pues una canción con una letra para tatuársela como “Indestructibles”, que podría ser un reflejo de la perseverancia del grupo a través de los años. En una hecatombe nuclear solo sobrevivirían las cucarachas y Rat-Zinger. Desplegaron el glorioso estandarte de la “Santa Calavera”, no sin antes haber contado con la colaboración de Txarly Usher o el histórico guitarrista Javi Puñales, entre otros invitados finales. Todavía pueden colgar a cualquier líder.
Criaturitas y caimanes gozaron en definitiva de otro concierto que debería pasar a la historia del punk peninsular, pues eran dos de los grupos más sólidos de la escena. Ojalá dentro de una década lo vuelvan a celebrar con otra detonación tan salvaje como la vivida aquella noche. La hermandad bastarda lució a pleno esplendor.
- Crítica de Charly Fernández & Los Testigos del Rock: Aires de libertad - 16 enero 2025
- Crítica de Tangerine Flavour: X (2014-2024) - 15 enero 2025
- Crónica de The Rezillos en Bilbao: Misión completada con éxito fulgurante - 14 enero 2025
1 comentario
Cojonudo resumen hacia las cañeras descargas a base del mejor Punk Rock Combativo por parte de los bilbainos RAT- ZINGER junto a unos históricos como RADIO CRIMEN a través de tan conocidos y cañeros temas en la Santana bilbaina.