Crónicas

Queens Of The Stone Age: El mago del rock and roll

«QOTSA tienen mucha calle y tablas de sobra. Josh hace lo que quiere con sus músicos, con su público y con quién quiera. Nuestro mago de la chistera volvió a hacer magia. Y nosotros encantados. Que vuelvan pronto y en sala»

26 junio 2024

Alma Festival, Poble Espanyol, Barcelona

Texto: Pau Peñalver. Fotos: Josep Fleitas

Los de Josh Homme llegaron a España con su gira más ambiciosa. Un servidor tenía entrada desde el primer día. Fue sold out en apenas unas horas. Era mi cumpleaños. ¿Qué podía salir mal? Pues nada, y todo dependiendo de a quién le preguntaras. Hace años que los puristas nos rasgamos las vestimentas por volver a verlos en sala. ¿Os acordáis de ese concierto en el Razzmatazz y Biffy Clyro de teloneros? La edad no perdona, pero al líder de Queens of The Stone Age le ha hecho un favor enorme.

La prensa ha ido sellando a la banda como animales domesticados… Pues si Queens Of The Stone Age suenan según un plumilla como bestias enjauladas ("I Appear Missing" sería una justificación), con lo que hicieron en el Poble Espanyol los adopto para siempre. Y eso es lo que parece que quiere hacer el señor Homme cuando se jubile.

Hablo de su amor por Barcelona y la Costa Brava. Pero vayamos al grano. El festival Alma, reencarnación de aquel Jardines de Pedralbes que tantas noches gloriosas nos trajo, ha tenido la gentileza de apropiarse del recinto del Poble Espanyol durante los meses de junio y julio para traer artistas de la talla de Sheryl Crow, nuestros protagonistas o Alice Cooper.

QOTSA salieron puntuales a las 21:30 y el recinto enloqueció. Empezaron con "Little Sister" y continuaron con "In My Head" y hasta 20 temas que lo que hicieron es demostrar que las reinas del desierto en baja forma arrasan a cualquier competidor.

Me preguntaba un amigo por qué había gente que no cantaba las canciones. Yo le dije que QOTSA arrastran a fans de la banda pero también a seguidores de la música en directo. Desde que empezaron con su desert rock de manual, cuando salieron de gira con Dave Grohl como batería, en cualquier etapa de su carrera han demostrado que son una banda de directo. Una bestia parda que, drogada o no, domesticada o no, encima de un escenario va a hacer botar a cualquier apasionado por el rock.

Otra cosa importante es que Josh Homme y compañía siempre han tenido muy buen ojo con sus acompañantes. En esta ocasión, los que destacaban eran el ya clásico Troy Van Leeuwen, que lleva cinco discos con Homme y que cuando sonó "My God Is The Sun" nos demostró por qué es su mano derecha; y, cómo no, el héroe de esta gira, que no es otro que Jon Theodore, de The Mars Volta. Un héroe de la batería que no falla una y que tiene una presencia escénica inimitable y casi inalcanzable. Escuchando "I Sat By The Ocean" me quedé embobado. Hacen que lo difícil parezca fácil.

El show en sí fue a nivel sonoro de menos a más ("The Way We Used To Do" sonó para enmarcar) y acabó de forma apoteósica (¿quién supera cinco temas seguidos del disco rojo?). En cuanto a energía y feedback con el público, tuvo momentos álgidos y pasajes por el desierto de largas vistas como las que tienen sus colaboradores de las "Desert Sessions" en el estudio Rancho de la Luna.

Hubiera sido un puntazo que apareciera Alain Johannes o el propio Dave Grohl. Pero aquella época del dream team con Nick Olivieri ya está enterrada. Josh se ha divorciado de forma poco amigable y ha pasado un cáncer bastante jodido.

La genética hace que su presencia sea mayúscula tanto por altura física como por actitud. Cuando en el tramo final tenia la plaza ganada y fumaba con calma e interactuaba con el público, salieron las tablas que le han llevado a tocar en festivales patrios como el FIB o el Primavera Sound.

Cuando llegó el momento final fue una conjunción envidiable e inolvidable. Josh Homme decidiendo junto al público qué canciones tocarían para terminar. "First It Giveth" y "Go With The Flow" nos desmontaron la cabeza y casi hunden las tribunas VIP donde estábamos nosotros.

La plaza del Poble Espanyol mostraba zonas de entradas Front Stage, tribunas para prensa, zona VIP y de marcas, entrada general… De hecho, el gamberro protagonista de esta crónica, incitó al público a saltar las barreras e ir hacia adelante.

Queens Of The Stone Age tienen mucha calle y tablas de sobra. Josh hace lo que quiere con sus músicos, con su público y con quién quiera.

En resumen, nuestro mago de la chistera volvió a hacer magia. Y nosotros encantados. Que vuelvan pronto y en sala.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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