Pixies + The Pale White: El lenguaje universal del rock

Pixies

The Pale White fueron los encargados de abrir la noche con un contundente y efectivo set que incluyó canciones de su repertorio como “Polaroid”, “That Dress”, “Loveless” o “End of Time”. Convencido estoy después de presenciar su potente directo de que salieron reforzados ante quienes no los conocían aún y con más seguidores. Aplauso enorme para los jóvenes músicos de Newcastle y su propuesta rockera, que no para de crecer.

The Pale White

Llegaba el momento estelar de la velada. Intro disparada y saltaban al escenario los míticos Pixies a las a las diez en punto de la noche para comenzar con “Gouge Away”, canción incluida en su disco 'Doolittle', de 1989. Cada vez que acudo a verlos en vivo, me lo planteo como un libro que ya he leído en reiteradas oportunidades, del cual conozco a la perfección los personajes con sus tramas y traumas, pero que me da un tremendo placer el volver a leerlo en cuanto tengo la más mínima oportunidad.

En sus conciertos no se encuentran discursos innecesarios o empalagosos donde nos dicen que somos el mejor público del mundo. Los de Boston tienen su propio estilo y relación personal con sus fans. Aceptémoslo. Lo suyo es el rock. Sobre las tablas hacen lo que mejor saben: tocar sublimemente. Hablar, que hablen otros.

Pixies

Ruge el respetable y celebra cada descarga. Van disparando con munición gruesa y de forma certera los norteamericanos con piezas como “Wave of Mutilation”, “Monkey Gone to Heaven”, “Cactus” y “Caribou”, para que el recinto, que había colgado el cartel de sold out, aplaudiera a más no poder.

Pixies

La noche acompañaba a la perfección el rock alternativo del grupo. El público se encontraba tenuemente iluminado y eso generaba una magia especial. Rara avis hoy en día, donde hasta la sala más pequeña goza de excesiva luminosidad, según la perspectiva de un servidor, y no permite que los verdaderos protagonistas, los artistas, se lleven todos los focos. Me parece un acierto total por parte del festival y hace que un concierto de rock en sus instalaciones sea una grata experiencia.

La música de Pixies ha sido el norte para diversas bandas y son un ejemplo de que un descanso a tiempo, como el que se dieron a principios de los 90, le otorga a un grupo mayor poso y misticismo. Si además le sumamos virtuosismo por los cuatro costados, pues obtenemos los Pixies actuales: una maquinaria que ha pasado recientemente la “ITR” (Inspección Técnica del Rock) con matrícula de honor.

Prosiguieron con un himno del calibre de “Hey”, que enlazaron con “The Happening”, un clásico como “The Vegas Suite” o la rutera “Vamos” entre otras. Al respetable se le ve disfrutar, saltar, cantar dando muestras de su fanatismo y refrescarse en abundancia. Los vasos son de cartón y no puedo ver el líquido en su interior. Apelo a vuestra imaginación.

Pixies

Las Noches del Botánico ya se han convertido en un referente del calendario musical cuando llegan los cálidos junio y julio a la capital. Su propuesta ofrece interesantes stands culinarios, de moda, accesorios, vinilos y un entorno de naturaleza único en Madrid. Cabe recordar que el mes pasado se alzó con el galardón a “Mejor Evento del Año” en los premios de la Academia de la Música y cuya crónica pueden revivir aquí.

Pixies

La conexión era completa desde el comienzo del concierto, pero llegaban las infaltables “Here Comes Your Man”, “Ana” y “Mr. Grieves”. Seguramente, fue el momento más lacrimógeno de la noche. Continuaban con la introspectiva “Chicken”, publicada recientemente, que estará incluida en su próximo álbum de estudio, denominado 'The Night the Zombies Came', que verá la luz en octubre.

El cuarteto se encuentra en un estado de forma excelente y es para destacar. Los matices que le imprimen a sus canciones en directo permiten que cobren una energía y una potencia sobresaliente.

Interpretan “The Sad Punk”, “Dig for Fire”, la rabiosa “Planet of Sound”, la enérgica “Alec Eiffel” y la celebradísima “Bone Machine”. Esta última sonó con una pulcritud sublime.

Ya en la recta final, y para que continuara siendo una noche para el recuerdo, tocaron obras como “Death Horizon”, “Wave of Mutilation”, el himno “Where is my Mind?” y “Winterlong” de Neil Young para que los vítores épicos que le dedicaban los fans se escucharan en toda la ciudad.

Abandonaron el escenario por unos momentos y regresaron para concluir una rockera noche con el himno “Debaser” como único bis. Aplauso cerradísimo por parte del respetable, el cual se quedaba satisfecho y extasiado por lo visto.

Noche de rock y disfrute con todas las letras. Después delo vivido, es evidente que hay Pixies para rato. Su lenguaje es el rock.

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