Crónicas
Nudozurdo: Nobleza desbocada de pura sangre
«Son virtuosos en sus álbumes de estudio, pero en directo cada integrante de la banda ofrece ese milagro del moderno Prometeo. Pese a mantener una marcada independencia en escena, son capaces de crear un ente sólido perfecto, que late y vive para hacernos tener fe en el milagro de la creación independiente»
10 enero 2025
Sala But, Madrid
Texto y fotos: Henrique Pratas @Henrique_Pratas
La Sala But de Madrid se llenó hasta la bandera con Nudozurdo el pasado viernes, 10 de enero, ante uno de los últimos conciertos de su gira de presentación del EP 'No te puedes rendir'. El calor de sus seguidores hizo que la noche se convirtiera en un ritual de buena música.
Poder volver a escucharlos en directo, tras un parón y su reciente regreso de 2024, fue una epifanía a la altura de cuando Nietzsche encontró a un cochero que estaba azotando a su caballo exhausto. Cuentan que Nietzsche corrió a abrazar el caballo y, mientras lloraba desconsoladamente, le pedía perdón al oído en nombre de la humanidad, en nombre de Descartes, quien pensaba que los animales eran simples bestias mecánicas.
Los azotes de la vida a veces nos impiden dar el mérito que bandas como Nudozurdo merecen. Son un auténtico pura sangre de la escena rock independiente nacional. Loable que, en este pasado 2024, no hayan quemado los festivales y hayan primado, sobre todas las cosas, la apuesta por la calidad de sus directos, prefiriendo embarcarse en una gira por distintas salas de conciertos de la geografía española. Su público ha sabido estar a la altura, colgando en muchos casos el sold out.
La lírica de sus letras y su acompañamiento musical forman un mantra oscuro que te confronta con tus victorias y derrotas, pero siempre es la banda sonora que te gustaría que te acompañara.
Con una puesta en escena sencilla, donde imperó el rojo y el azul en las luces y mucho humo en la línea intimista del post punk, los madrileños arrancaron la velada con dos temas de su último LP de estudio, 'Clarividencia' (Sonido Muchacho, 2024), con un marcado sonido cercano al indie más accesible. La suave dulzura de “Carta a Nina” y las pegadizas guitarras de “La isla del diablo” junto con la magistral interpretación de Leo Mateos crearon la tormenta perfecta para la descarga sonora que estaba por llegar.
La banda nos abrió la puerta a su universo sonoro para soltarnos en caída libre con el contundente rock y sonido shoegaze de “Conocí el amor” (LP 'Tara motor hembra', 2011). Pronto le llegó el turno a “Elvira / Santuario de combate” (LP 'Clarividencia'). Uno de esos temas que sangra entre agrestes distorsiones rock. Letra sencilla que en la voz de Leo y con las guitarras te transporta a un mundo de realidades paralelas. Dios bendiga a todas las Elviras que inspiran temas como este.
Después de la profundidad sonora de “Elvira”, invocaron nuestras almas al calor de “No te puedes rendir”, pegadizo y luminoso tema contenido en su nuevo EP del mismo nombre. Con este tema nos elevaron a la superficie para nadar contra corriente hasta la calidez de los sonidos de “Bisontes albinos” (LP 'Clarividencia'), “Mil Espejos” (LP 'Sintética') y “Cura de humildad” (EP 'No te puedes rendir'). Esta santísima trinidad nos preparó para el advenimiento “Úrsula hay nieve en casa” ('Voyeur amateur', 2017) y “Crevillente / La industria del sueño” (LP 'Clarividencia').
Nos hicieron creer que ya andábamos por aguas tranquilas, pero solo era la calma que precede a la tormenta de “El hijo de Dios”. Aquí la audiencia rugió poseída por las rítmicas guitarras y el advenimiento del apoteosis sonoro de la voz de Leo. El público allí congregado bailaba el milagro de estar vivos como en una "Misa de Medianoche" del padre Paul.
Exhaustos pero con ganas de seguir el imparable viaje sonoro, Nudozurdo cerró con un banquete musical para los postres con las surrealistas letras y pegadizas guitarras rítmicas de “Dentro de él” y la apoteosis de “Hay que matar a ese cerdo”, que concluyó un concierto a todas luces perfecto. Aunque la despedida fue un poco abrupta, es entendible cuando actuaron a corazón abierto sobre el escenario.
Nudozurdo es una gran banda cuyo directo desborda las expectativas que generan sus discos. Pese a no mediar palabra con el público, se apreciaba que cada integrante estaba abstraído en "el sitio de su recreo", como cantara Antonio Vega.
Son virtuosos en sus álbumes de estudio, pero en directo cada integrante de la banda ofrece ese milagro del moderno Prometeo. Pese a mantener una marcada independencia en escena, son capaces de crear un ente sólido perfecto, que late y vive para hacernos tener fe en el milagro de la creación independiente, revelándose contra esa bestia mecánica que a veces demanda la industria.
Setlist de Nudozurdo en Madrid:
Carta a Nina
La isla del diablo
Conocí el amor
Ha sido divertido
Elvira / Santuario salvaje
No te puedes rendir
Bisontes albinos
Mil espejos
Cura de humildad
Úrsula hay nieve en casa
Crevillente
Prometo hacerte daño
El hijo de Dios
Dentro de él
Dosis modernas
Hay que matar a ese cerdo
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